Al participar en la misa especial con motivo a la celebración de la Virgen de Guadalupe en el barrio de Xitototla, Sección Quinta de Zacatelco, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, se pronunció por fortalecer los valores que conduzcan a la paz, la comunión y el respeto.
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Al retomar el mensaje de la virgen María, solicitó a los feligreses seguir la palabra de Jesús y como muestra de ello ponerse al servicio de los demás y ayudarse unos a otros para cumplir con actos de justicia.
El representante de la Diócesis de Tlaxcala recreó algunos pasajes de la aparición de la Virgen en el cerro del Tepeyac.
Refirió que el suceso envió, a través de María, el mensaje de hermandad, dirigido a un pueblo triste y desconsolado tras la conquista española.
“La Virgen quiere sencillez de vida, no personas complicadas ni difíciles con los demás, no intransigente, sino que nos ayudemos los unos a los otros “, sostuvo.
Añadió que es más grande la misericordia de Dios que los pecados.
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Acompañado por el párroco de Zacatelco, Elpidio Pérez Portilla, el Obispo de Tlaxcala graduó a niños y jóvenes de la comuna, a quienes nombró como discípulos misioneros de Jesús, que anunciarán lo nuevo del evangelio tras recibir los sacramentos de bautismo, confirmación y eucaristía.
Salcedo Aquino recordó palabras del Papá Francisco en el sentido de los conflictos que actualmente vive la humanidad, los que asemejó como la entrada de un río devastador, el de la violencia, del odio y de los signos de muerte.
Ante ello, mencionó que la eucaristía es un canal invasor en el mundo de la misericordia de Dios, por ello demandó escuchar la palabra de Dios para construir comunidades de unión y ayuda.
Por otro lado, informó que en 2019 la Diócesis de Tlaxcala tendrá su año jubilar de gracia, ya que la primera misa celebrada en esta entidad fue el 23 de septiembre de 1519 por lo que se cumplirán 500 años, “eso es motivo de alegría y júbilo, aquí nació la iglesia hace 500 años con la predicación del evangelio, la Diócesis de Tlaxcala es la cuna de la evangelización, aquí comenzó a anunciarse el evangelio para toda nuestra patria”
SILENCIO
- Durante la eucaristía, el Obispo de Tlaxcala guardó silencio al igual que los feligreses para pedir una gracia para cada uno de los presentes.
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