La pandemia ocasionada por la Covid-19 y las presiones económicas orillaron a las familias a vender sus artículos usados en bazares improvisados y así conseguir pequeños ingresos para los gastos de alimentación diarios.
En un sondeo que realizó este Diario, los jefes de familia reconocieron que los objetos y ropa que están en buen estado la llevaron para venderla en el mercado, en otros casos montaron afuera de su casa un bazar.
Así, exhibieron desde aparatos electrodomésticos, hasta zapatos, chamarras, vasos, floreros, vajillas, objetos de decoración y juguetes en buen estado, para comercializarlos a precios accesibles.
Mencionaron que prefieren vender sus artículos del hogar o ir a empeñarlos que cometer delitos como robos.
Cada semana monto un bazar improvisado afuera de mi casa, te diré que no vendo mucho, pero poco a poco se acerca la gente y pregunta. Lo que hago es limpiar bien lo que exhibo, son ropa, juguetes y artículos de cocina, expresó Evelia N., habitante del municipio de Tlaxcala.
Las dos bicicletas de mis hijos estaban en buen estado y las llevé a vender a un tienda de bazar de Chiautempan. El dinero me sirvió para la comida, para ir al día, estamos para adquirir lo básico, nada de lujos ante los desequilibrios de la pandemia, comentó Nereyda N., de 42 años de edad.
En tanto, la señora María de 62 años de edad, señaló que empeñó su esclava de oro para tener dinero básicamente para el gasto. “Compré los alimentos para la comida del día, la despensa y pagué la luz. Somos cinco integrantes en la familia, pero el gasto no alcanza. Hay días difíciles”.
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