En el 2020, la festividad a la Virgen de la Caridad es atípica, en la Basílica no hay feligreses por la pandemia del nuevo coronavirus. Las puertas del templo católico cumplen 100 días cerradas a sus devotos y fueron resguardadas por la policía municipal.
La gente podía pasar a dejar ofrendas florales a la Virgen y desde ahí se arrodillaron. Ante un nuevo contagio por la letal enfermedad, toda actividad religiosa está suspendida por la Diócesis de Tlaxcala.
Y el servicio eclesiástico está limitado a misas por defunciones. El mediodía de este 31 de julio, con una hora de repique de campanas, fueron anunciados los festejos en honor a la patrona de Huamantla.
Desde hace 44 años, justo al mediodía, tiene lugar el evento religioso al que hasta 2019, asistió una multitud. Las peregrinaciones se remontan al año 1878, cuando la virgen se apareció en la histórica Huamantla.
Desde entonces, la población jamás imaginó que pasaría esto; celebrar solo con repique de campanas y una salva de pirotecnia. Pero ahora, en el atrio, no hay niños volando sus globos de cantoya en su honor.
Tampoco está plasmado el talento de los alfombristas en el área asignada con flores naturales, ni la música de mariachi. No hay acceso al templo católico y fue cancelada la procesión en la Noche que Nadie Duerme, de Nuestra Señora de la Caridad.
El deguste de las famosas enchiladas se canceló, muéganos fue lo que ofrecieron algunos vendedores. Al final, don José Hernández Castillo, cronista de la ciudad, pidió al párroco de la Basílica, Raymundo Muñoz, bendijera la cruz de don Melitón Salazar, campanero del templo fallecido por Covid-19.
- El mediodía de este 31 de julio, con una hora de repique de campanas, fueron anunciados los festejos en honor a la patrona de Huamantla
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