La pandemia de Covid-19 no solo dejará muerte. Traerá daños colaterales en el ámbito familiar tras la disputa de bienes intestados de las personas fallecidas.
Anahí Rodríguez Netzahual, abogada de profesión y perteneciente a una red de juristas que brindan asesoría legal gratuita en línea, en Contla de Juan Cuamatzi, dijo que la falta de cultura de previsión testamentaria será la causa.
Detalló que la etapa atípica que vivimos debido a la enfermedad que ha causado mil 689 fallecimientos hasta el reporte del 20 de enero de la Secretaría de Salud, fue repentina.
Ante esto, esta pandemia es algo que nadie sabía que iba a suceder, nos sorprende y saca de nuestra zona de confort, a raíz de esto puede ocasionar algunos conflictos.
Indicó que la crisis sanitaria y el confinamiento incrementa también la violencia intrafamiliar, los divorcios, y si muere una persona vienen los problemas de quién se queda con la herencia, en caso de no existir un testamento.
"Lo que debemos de hacer es prevenir, como normalmente lo conocemos, heredar en vida con los debidos trámites jurídicos para evitar trances posteriores, pero realmente son muy pocos casos, aunque lo recomendable es cualquier tipo de testamento", orientó Rodríguez Netzahual.
El Sol de Tlaxcala documentó dos casos recientes de personas que fallecieron debido a Covid-19 y que desencadenó una disputa familiar por los bienes, donde una exesposa demanda una propiedad, mientras que en otra, tras morir el padre y la madre, los hijos pugnan los bienes.
Empero, los pleitos familiares se prolongarán debido al cierre de juzgados.
TESTAMENTO PRIVADO, LA SOLUCIÓN
Ante cualquier eventualidad de la vida, explicó la abogada, el testamento privado puede ser la solución para evitar posteriores conflictos familiares, y deberá realizarse en caso de que el testador sufra una enfermedad grave que le impida hacer otro tipo de testamento o acudir ante el Notario Público.
Para ello, se requiere la presencia de cinco personas que sean testigos, mínimo tres en caso que las condiciones sean de suma urgencia, donde declarará su última voluntad si puede y sabe escribir, de lo contrario lo podrá redactar uno de los deponentes, para luego poner firma o huella del testador.
Tras la muerte, el documento será avalado por un Notario Público para hacer efectiva la sucesión legal.
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