En la Jornada de reflexión sobre la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, que realizaron el Centro Fray Julián Garcés y la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), Enrique Ezeta expuso su novela “El camino de los azahares rotos”, en donde los presentadores coincidieron en que es un libro pertinente a los tiempos que vive Tlaxcala, pues a pesar de que la trata está a la vista se prefiere guardar silencio y ser cómplice.
En esta obra, el autor describe el modus operandi de los “padrotes”, quienes tienen dos caminos para llegar a serlo, que es el de herencia y padrinazgo, y de cómo aprovechan los momentos más vulnerables de una mujer o niña para captarla y luego, con ayuda de su familia, envuelven a la víctima y la someten para que se prostituya y apoye al padrote alzándose como heroína de sus problemas.
A lo largo de 25 apartados, se narra la vida de una niña tlaxcalteca quien, después de fallecer su padre, pasa por una situación vulnerable y debe asumir el rol de madre, punto de quiebre que es ubicado por el proxeneta, que sigue las instrucciones de su padrino y utiliza esto para buscar la mercancía y saber moverse.
Durante su participación, Óscar Montiel Torres, experto en el tema, dijo que esta novela muestra cómo es que la madre se vuelve impulsora de su hija al ser también ella víctima de trata, de ahí que se crean las condiciones para ser cosificadas y montan todo un “show” con trucos y engaños que arma el tratante para mostrar la situación en la que se encuentra y que la mujer, enamorada, trabaje sexualmente para ayudarlo.
Además, desmenuza la simulación del apoyo de una asociación gubernamental que se aprovecha de las víctimas y, asimismo, cómo operan los niveles de corrupción en la policía, gobierno e, incluso, con los medios y, por otro lado, el señalamiento que la sociedad hace de la persona para justificar el problema por el que pasa.
Por otro lado, el escritor Alejandro Ipatzi aseguró que existe en el libro una gran cantidad de justificaciones sustentadas en tabúes y el velo oficial de que aquí no pasa nada, a pesar de que Tlaxcala es señalado a nivel nacional e internacional por este fenómeno, de ahí que no se es conscientes del hecho, pero se acentúa al saber de qué se trata pues son acciones cercanas a la realidad.
- 25 apartados tiene la novela “El camino de los azahares rotos”, de Enrique Ezeta.
- 3 Expertos en áreas como literatura y derechos humanos comentaron el ejemplar, durante la jornada de reflexión.
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