A pesar del riesgo vigente por la pandemia de la Covid-19, Rogelio Méndez, originario de Amozoc, estado de Puebla, sigue viajando todos los días a la capital tlaxcalteca para sacar dinero honradamente al tocar su organillo en las calles.
De hecho, desde hace más de 10 años acude a la entidad para tratar de conseguir ingresos, haciendo una jornada de más de ocho horas por día.
Desde temprano, busca un punto cómodo en alguna calle del centro del municipio, básicamente, donde tenga un poco de sombra y no estorbe el paso de la gente, para tocar su instrumento y pedir que le regalen una moneda, que usa para comer.
Esta vez, ante el nuevo Coronavirus porta su cubrebocas, al igual que su esposa y un sobrino que lo acompañan para hacer equipo y conseguir dinero para sacar los gastos básicos de alimentación del día.
“Veo que la economía está baja porque la gente no aporta su dinero para la música del organillo. Pero, mis gastos tienen que salir al día”, expresó a sus 38 años de edad.
En entrevista con este Diario, reconoció que hay días en que las propinas por tocar la música no son buenas, pero otros sí, aunque prefirió reservarse el máximo que logró obtener por un día.
“Por ejemplo este día, ya tengo más de media hora en la calle y la gente que pasa, ni los automovilistas han otorgado nada de monedas. Cada 40 minutos me coloco el gel antibacterial, como medida por la pandemia”. Asimismo, refirió que cada mes le da mantenimiento a su instrumento musical, para que esté en condiciones de ser usado todos los días, pues le ayuda a sobrevivir.
- 10 Años han pasado desde que Rogelio Méndez llegó a la entidad a presentar sus melodías en las calles de la capital
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