/ viernes 19 de enero de 2024

Anatomía de lo social | Coronavirus

La investigación de las enfermedades ha

avanzado tanto que cada vez es más difícil

encontrar a alguien que esté completamente sano.

Aldous Huxley


Aunque parezca fuera de lugar, en algunos sectores de la sociedad hay evidente preocupación ante la presencia de una nueva mutación del virus que ocasionó, hace algunos años, grandes cambios, así como graves problemas en el mundo, en especial en México; ahora, después de cerca de cuatro años de su aparición y con todas sus consecuencias, al parecer, como ya se había pronosticado, se presenta un nuevo brote que presagia destrucción y muerte; desde luego, habrá que esperar el pronunciamiento de las autoridades del ramo para certificar lo que, se supone, sea una realidad escondida.

Para quienes por cualquier razón tienen que realizar viajes a otros lugares, han dado testimonio, no necesariamente de la presencia del virus, pero sí en el sentido de los cuidados que antaño se tenían; se ven en algunos lugares que las personas usan el cubre bocas, se lavan con frecuencia las manos y usan el popularizado gel anti-bacterial, luego entonces, con estos comportamientos, es posible que estas formas de protección representen signos de alarma por la presencia del virus.

Sin el ánimo de causar miedos, es mejor prepararse para retomar las acciones necesarias, cuyo propósito sea el de preservar la salud personal y el bienestar colectivo; bajo estas consideraciones preventivas, ya con la experiencia anterior, tanto las instituciones de salud como la gente, deberán establecer una sinergia de voluntades y participación para enfrentar la presencia del virus en cualquiera de los contextos sociales del que se forma parte.

En esta participación colectiva deberán asumirse compromisos y responsabilidades, cumpliendo con las normas sanitarias que se pudieran establecer, procurando, en todo momento, el cuidado de quienes padecen otro tipo de enfermedades como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la obesidad que, en un momento dado, al asociarse con el virus son factores adversos en los tratamientos respectivos.

Más allá de considerar el comentario con un alto nivel de confianza, pues solo se basa en afirmaciones parciales, la necesidad de encontrar la respuesta verdadera a esta situación no oficializada totalmente, sí es importante tomar en cuenta que existen comentarios, considerados como tangibles, por la propia naturaleza sobre la presencia de un virus en constantes mutaciones, esa confusión que deberá aclarar un profesional de la salud, se deriva de que se puede confundir el virus de la Covid con el de la gripe estacional, particularmente en esta estación de invierno, pues se argumenta, además, que esto se convierte en una doble potencial amenaza que pondría en riesgo a las personas mayores y en alerta, por la demanda, a las clínicas y hospitales.

También es importante aclarar que en algún momento ya se había escuchado acerca de la presencia del virus y sus constantes mutaciones, dicha permanencia suponía la obligación de aprender a vivir bajo estas circunstancias, sin embargo, ante la desconfianza, preocupación e indiferencia, en casos aislados, vale la pena la reiteración para que la gente se cuide, previniendo cualquier tipo de contagio, agregada la posibilidad de gastar dinero para atenderse en caso de enfermarse.

En otro sentido, también se han encontrado las confusiones respecto de quienes fueron vacunados con una o hasta con cinco dosis, lo que para muchos representó una inmunidad, para otros fueron la causa -las vacunas- de haber generado otro tipo de malestares, o de acrecentar un problema de salud que ya se tenía.

En términos de divulgación para conocimiento de la gente, las autoridades de salud federales han confirmado una variante del coronavirus JN. 1 conocida como Pirola, subvariante de Ómicron, aparecida en el último mes del año anterior, asegurando, por parte del subsecretario de salud, Ruy López Ridadura, que “esta nueva cepa no representa una alerta importante, pero que sí tiene una mayor capacidad de transmisión”.

A pesar del discurso y de que, así se dice, se encuentra científicamente comprobado, la presencia del virus y sus mutaciones no son tan severas como la primera, debe ser importante considerar algunas de las medidas sanitarias como una buena alternativa de prevención, nunca estando de más, así es que: en caso de presentar síntomas respiratorios, deberá permanecer en casa, para recibir atención médica, en caso de presentar síntomas graves como dolor y dificultada para respirar, y niveles de oxigenación debajo de 93, acudir a revisión médica urgente. Ventilar los lugares cerrados. Cubrirse al estornudar y toser. Evitar compartir vasos y utensilios. Lavarse las manos y limpiar con frecuencia las superficies de contacto continuo, Etc.

Para concluir, después de algunas aparentes contradicciones de lo dicho, y para justificarlas, es necesario considerar, sea peligroso o no, sea Covid o influenza, que se retomen las medidas de precaución necesarias para evitar, en todo lo posible, cualquier tipo de complicación respecto de este mal que nos aqueja.


La investigación de las enfermedades ha

avanzado tanto que cada vez es más difícil

encontrar a alguien que esté completamente sano.

Aldous Huxley


Aunque parezca fuera de lugar, en algunos sectores de la sociedad hay evidente preocupación ante la presencia de una nueva mutación del virus que ocasionó, hace algunos años, grandes cambios, así como graves problemas en el mundo, en especial en México; ahora, después de cerca de cuatro años de su aparición y con todas sus consecuencias, al parecer, como ya se había pronosticado, se presenta un nuevo brote que presagia destrucción y muerte; desde luego, habrá que esperar el pronunciamiento de las autoridades del ramo para certificar lo que, se supone, sea una realidad escondida.

Para quienes por cualquier razón tienen que realizar viajes a otros lugares, han dado testimonio, no necesariamente de la presencia del virus, pero sí en el sentido de los cuidados que antaño se tenían; se ven en algunos lugares que las personas usan el cubre bocas, se lavan con frecuencia las manos y usan el popularizado gel anti-bacterial, luego entonces, con estos comportamientos, es posible que estas formas de protección representen signos de alarma por la presencia del virus.

Sin el ánimo de causar miedos, es mejor prepararse para retomar las acciones necesarias, cuyo propósito sea el de preservar la salud personal y el bienestar colectivo; bajo estas consideraciones preventivas, ya con la experiencia anterior, tanto las instituciones de salud como la gente, deberán establecer una sinergia de voluntades y participación para enfrentar la presencia del virus en cualquiera de los contextos sociales del que se forma parte.

En esta participación colectiva deberán asumirse compromisos y responsabilidades, cumpliendo con las normas sanitarias que se pudieran establecer, procurando, en todo momento, el cuidado de quienes padecen otro tipo de enfermedades como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la obesidad que, en un momento dado, al asociarse con el virus son factores adversos en los tratamientos respectivos.

Más allá de considerar el comentario con un alto nivel de confianza, pues solo se basa en afirmaciones parciales, la necesidad de encontrar la respuesta verdadera a esta situación no oficializada totalmente, sí es importante tomar en cuenta que existen comentarios, considerados como tangibles, por la propia naturaleza sobre la presencia de un virus en constantes mutaciones, esa confusión que deberá aclarar un profesional de la salud, se deriva de que se puede confundir el virus de la Covid con el de la gripe estacional, particularmente en esta estación de invierno, pues se argumenta, además, que esto se convierte en una doble potencial amenaza que pondría en riesgo a las personas mayores y en alerta, por la demanda, a las clínicas y hospitales.

También es importante aclarar que en algún momento ya se había escuchado acerca de la presencia del virus y sus constantes mutaciones, dicha permanencia suponía la obligación de aprender a vivir bajo estas circunstancias, sin embargo, ante la desconfianza, preocupación e indiferencia, en casos aislados, vale la pena la reiteración para que la gente se cuide, previniendo cualquier tipo de contagio, agregada la posibilidad de gastar dinero para atenderse en caso de enfermarse.

En otro sentido, también se han encontrado las confusiones respecto de quienes fueron vacunados con una o hasta con cinco dosis, lo que para muchos representó una inmunidad, para otros fueron la causa -las vacunas- de haber generado otro tipo de malestares, o de acrecentar un problema de salud que ya se tenía.

En términos de divulgación para conocimiento de la gente, las autoridades de salud federales han confirmado una variante del coronavirus JN. 1 conocida como Pirola, subvariante de Ómicron, aparecida en el último mes del año anterior, asegurando, por parte del subsecretario de salud, Ruy López Ridadura, que “esta nueva cepa no representa una alerta importante, pero que sí tiene una mayor capacidad de transmisión”.

A pesar del discurso y de que, así se dice, se encuentra científicamente comprobado, la presencia del virus y sus mutaciones no son tan severas como la primera, debe ser importante considerar algunas de las medidas sanitarias como una buena alternativa de prevención, nunca estando de más, así es que: en caso de presentar síntomas respiratorios, deberá permanecer en casa, para recibir atención médica, en caso de presentar síntomas graves como dolor y dificultada para respirar, y niveles de oxigenación debajo de 93, acudir a revisión médica urgente. Ventilar los lugares cerrados. Cubrirse al estornudar y toser. Evitar compartir vasos y utensilios. Lavarse las manos y limpiar con frecuencia las superficies de contacto continuo, Etc.

Para concluir, después de algunas aparentes contradicciones de lo dicho, y para justificarlas, es necesario considerar, sea peligroso o no, sea Covid o influenza, que se retomen las medidas de precaución necesarias para evitar, en todo lo posible, cualquier tipo de complicación respecto de este mal que nos aqueja.