/ viernes 27 de octubre de 2023

Anatomía de lo social | Mis tres amigos y la SCJN

La injusticia, allí donde se halle, es una amenaza para la justicia en su conjunto

Martin Luther King


Disfrutando de la tarde, sentados frente al quiosco del centro de la capital, me encontraba con el amigo de la sensatez y la cordialidad observando la caída de las hojas, todo un espectáculo que no se puede dejar de ver, cuando menos así lo hemos hecho nosotros durante muchos años.

Qué bien luce nuestro jardín central -dijo el interpelado-, lástima que continuamente le quitan la imagen con tantos eventos que la borran, por ejemplo, el multicitado evento mundial de voleibol, el zócalo se llenó de puestos de venta de todo, las mesas que se colocaron frente a los portales también impidieron la vista de las hermosas fachadas de la Plaza de la Constitución; ni qué decir lo de ayer, el desfile de la feria, mucha gente y pocos cuidados, situación que no toman en cuenta los organizadores y que causa muchos problemas a las personas.

Tienes razón -le respondí-, lo malo no son los eventos en sí mismos, sino todo aquello que lo permea, por ejemplo, en el evento deportivo, con prepotencia y altanería, las autoridades municipales retiraron a todos quienes, desde hace muchos años, tienen su trabajo en este lugar, tal caso de los betuneros, los vendedores de dulces típicos, entre otros, la afectación a los estacionamientos por el cierre de calles y, lo peor, como lo hemos dicho siempre, las autoridades de vialidad sin participación, todos los problemas resueltos por la misma ciudadanía; ojalá que este periodo de la feria se puedan hacer bien las cosas, para beneficio de todos y del turismo que nos visita.

Ojalá así ocurra -me respondió-, ya se verá más adelante; oye -me dijo abruptamente-, apenas tenemos tiempo para llegar a la reunión, así es que caminemos de prisa para estar puntuales en el lugar. Así lo hicimos y justo los otros dos amigos apenas se estaban sentando, antes de hacer lo propio aprovechamos para pedir se nos sirviera nuestra acostumbrada y tradicional taza de café…

Ya instalados, habló el amigo de la bonanza: Les quiero pedir que por favor firmen en un link que en este momento les estoy enviando para apoyar a los funcionarios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues, como se sabe, se encuentran muy asediados por las autoridades del gobierno, sobre todo porque quieren quitarles o reducirles sus salarios a los trabajadores de esta importante dependencia, obvio, no se me hace justo, y entonces les pido que los apoyemos votando a su favor…

Estás muy mal enterado -le quitó la palabra el amigo “contreras” de siempre”-, en primer lugar, no les quieren quitar nada, los trabajadores seguirán recibiendo, como lo dicen ellos, con justicia, los pagos devengados por su trabajo, en lo que sí estoy de acuerdo es en la importancia que tiene esa institución que procura la justicia en el país…

Entonces firma y ya no te enojes -le respondieron-, es solo para decir que estamos en apoyo a quienes ven amenazado su trabajo, en consecuencia, la estabilidad de sus familias, ¿imagínense lo que pasaría con ellos? -lo dijo en tono de pregunta.

Creo que hay muchas confusiones -tomó la palabra el amigo de la cordura-, el asunto de lo que ocurre en la SCJN no es de salarios, es una asunto de algunos fideicomisos que resguardan millones de pesos y que son como un fondo para los funcionarios del primer nivel de esa dependencia; por eso, como ya se dijo, quitar, o eliminar, como quieran, esos 13 fideicomisos, es quitarles muchos privilegios a magistrados, ministros, algunos jueces, que solo seguirían teniendo a su favor el aprovecharse de esas cantidades millonarias, de por sí ya cuentan con muy altos salarios, luego entonces sí es importante revisar con detalle qué es lo que tiene que eliminarse, como ya lo dije, lo relativo a los fideicomisos…

Desde esa perspectiva puede que tengas razón -respondió quien había pedido el voto-, lo que ocurre es que, lo confieso, iban a disminuirle el salario a los trabajadores sindicalizados, o a despedirlos si intervenían en las marchas de apoyo a los magistrados…

Te vuelves a equivocar -le refutaron-, ninguna intención hay de eso, sobre todo porque muchos de los manifestantes fueron presionados por los jefes para participar sin tener ninguna necesidad de hacerlo, es decir, su trabajo esta intocado…

Terminado el comentario, otra vez tomó la palabra el amigo de la mesura: Es muy complejo este tema, entre las razones de unos y de otros, lo que sí es cierto es que en los fideicomisos que se van a eliminar, se eliminan junto con ellos todos los privilegios que los trabajadores comunes ni siquiera imaginamos, mucho menos los que ya somos pensionados y que sobrevivimos con apenas 4 o 5 mil pesos, mientras que los inconformes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reciben, o recibirán, enormes cantidades que lastiman y ofenden a los comunes, es decir, al pueblo, luego entonces todo aquello que suena a aspectos complementarios, como la salud, la vivienda, los viáticos, los alimentos, traducidos a dinero, se convierten en millones de pesos…

Me disculpo -prosiguió-, pero quisiera terminar con lo que hemos dicho tantas veces: el maestro, el doctor, el abogado, entre otros tantos, son tan necesarios para vivir en armonía y concordia entre los iguales, por la tanto, usando una máxima del derecho, que en justicia se le dé a cada quien lo que le corresponda…

Terminada su participación y para cambiar de tema, decidimos pedir otra taza de café…



La injusticia, allí donde se halle, es una amenaza para la justicia en su conjunto

Martin Luther King


Disfrutando de la tarde, sentados frente al quiosco del centro de la capital, me encontraba con el amigo de la sensatez y la cordialidad observando la caída de las hojas, todo un espectáculo que no se puede dejar de ver, cuando menos así lo hemos hecho nosotros durante muchos años.

Qué bien luce nuestro jardín central -dijo el interpelado-, lástima que continuamente le quitan la imagen con tantos eventos que la borran, por ejemplo, el multicitado evento mundial de voleibol, el zócalo se llenó de puestos de venta de todo, las mesas que se colocaron frente a los portales también impidieron la vista de las hermosas fachadas de la Plaza de la Constitución; ni qué decir lo de ayer, el desfile de la feria, mucha gente y pocos cuidados, situación que no toman en cuenta los organizadores y que causa muchos problemas a las personas.

Tienes razón -le respondí-, lo malo no son los eventos en sí mismos, sino todo aquello que lo permea, por ejemplo, en el evento deportivo, con prepotencia y altanería, las autoridades municipales retiraron a todos quienes, desde hace muchos años, tienen su trabajo en este lugar, tal caso de los betuneros, los vendedores de dulces típicos, entre otros, la afectación a los estacionamientos por el cierre de calles y, lo peor, como lo hemos dicho siempre, las autoridades de vialidad sin participación, todos los problemas resueltos por la misma ciudadanía; ojalá que este periodo de la feria se puedan hacer bien las cosas, para beneficio de todos y del turismo que nos visita.

Ojalá así ocurra -me respondió-, ya se verá más adelante; oye -me dijo abruptamente-, apenas tenemos tiempo para llegar a la reunión, así es que caminemos de prisa para estar puntuales en el lugar. Así lo hicimos y justo los otros dos amigos apenas se estaban sentando, antes de hacer lo propio aprovechamos para pedir se nos sirviera nuestra acostumbrada y tradicional taza de café…

Ya instalados, habló el amigo de la bonanza: Les quiero pedir que por favor firmen en un link que en este momento les estoy enviando para apoyar a los funcionarios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues, como se sabe, se encuentran muy asediados por las autoridades del gobierno, sobre todo porque quieren quitarles o reducirles sus salarios a los trabajadores de esta importante dependencia, obvio, no se me hace justo, y entonces les pido que los apoyemos votando a su favor…

Estás muy mal enterado -le quitó la palabra el amigo “contreras” de siempre”-, en primer lugar, no les quieren quitar nada, los trabajadores seguirán recibiendo, como lo dicen ellos, con justicia, los pagos devengados por su trabajo, en lo que sí estoy de acuerdo es en la importancia que tiene esa institución que procura la justicia en el país…

Entonces firma y ya no te enojes -le respondieron-, es solo para decir que estamos en apoyo a quienes ven amenazado su trabajo, en consecuencia, la estabilidad de sus familias, ¿imagínense lo que pasaría con ellos? -lo dijo en tono de pregunta.

Creo que hay muchas confusiones -tomó la palabra el amigo de la cordura-, el asunto de lo que ocurre en la SCJN no es de salarios, es una asunto de algunos fideicomisos que resguardan millones de pesos y que son como un fondo para los funcionarios del primer nivel de esa dependencia; por eso, como ya se dijo, quitar, o eliminar, como quieran, esos 13 fideicomisos, es quitarles muchos privilegios a magistrados, ministros, algunos jueces, que solo seguirían teniendo a su favor el aprovecharse de esas cantidades millonarias, de por sí ya cuentan con muy altos salarios, luego entonces sí es importante revisar con detalle qué es lo que tiene que eliminarse, como ya lo dije, lo relativo a los fideicomisos…

Desde esa perspectiva puede que tengas razón -respondió quien había pedido el voto-, lo que ocurre es que, lo confieso, iban a disminuirle el salario a los trabajadores sindicalizados, o a despedirlos si intervenían en las marchas de apoyo a los magistrados…

Te vuelves a equivocar -le refutaron-, ninguna intención hay de eso, sobre todo porque muchos de los manifestantes fueron presionados por los jefes para participar sin tener ninguna necesidad de hacerlo, es decir, su trabajo esta intocado…

Terminado el comentario, otra vez tomó la palabra el amigo de la mesura: Es muy complejo este tema, entre las razones de unos y de otros, lo que sí es cierto es que en los fideicomisos que se van a eliminar, se eliminan junto con ellos todos los privilegios que los trabajadores comunes ni siquiera imaginamos, mucho menos los que ya somos pensionados y que sobrevivimos con apenas 4 o 5 mil pesos, mientras que los inconformes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reciben, o recibirán, enormes cantidades que lastiman y ofenden a los comunes, es decir, al pueblo, luego entonces todo aquello que suena a aspectos complementarios, como la salud, la vivienda, los viáticos, los alimentos, traducidos a dinero, se convierten en millones de pesos…

Me disculpo -prosiguió-, pero quisiera terminar con lo que hemos dicho tantas veces: el maestro, el doctor, el abogado, entre otros tantos, son tan necesarios para vivir en armonía y concordia entre los iguales, por la tanto, usando una máxima del derecho, que en justicia se le dé a cada quien lo que le corresponda…

Terminada su participación y para cambiar de tema, decidimos pedir otra taza de café…