/ viernes 23 de febrero de 2024

Anatomía de lo social | Mis tres amigos y las campañas electorales

Los buenos gobiernos se conocen cuando lo que

hacen vale más que lo que sus opositores dicen

Antonio Maura y Montaner


Ante las manifestaciones atípicas del clima, la gente, en el desconcierto, le atribuye a los problemas de salud a los contaminantes provocados por el hombre, como había ocurrido hace algún tiempo, donde la quema de un centro de acopio de basura, emitiendo un humo casi invisible que llegó a los espacios urbanos, afectando principalmente las vías respiratorias de las personas, sin importar algún grupo de edad en específico, en este mismo sentido, se encuentran los resabios provocados por la caída de ceniza volcánica, que se hace notable en muchos lugares y cosas, entre ellos los patios de las casas, los automóviles, ocasionalmente dentro de las viviendas, etc… entre otros tantos; lo cierto es que en estas confusiones no se sabe cómo darle tratamiento a estas molestias provocadoras de alergias y malestares respiratorios.

A pesar de las incomodidades causadas por los contaminantes, naturales y artificiales, la reunión con los amigos había recobrado los tiempos establecidos para el efecto, interrumpidas únicamente por la malignidad de la pandemia y que ahora, nuevamente, nos permitían compartir nuestras aventuras, anécdotas y experiencias surgidas desde lo cotidiano y acumuladas en el devenir de los años.

Justo por estas razones, nos encontrábamos instalados en lugar donde ya sabían de nuestras habituales formas de consumir el café, donde el servicio, muchas veces, se nos ofrecía sin necesidad de solicitarlo; en este caso solo esperábamos al amigo de la bonanza para iniciar nuestra charla tradicional, casi siempre ajustada a lo que ocurre cotidianamente; no hubo que esperar mucho tiempo, en seguida llego el aludido y, con el abrazo y saludo correspondiente, nos animó su llegada; gracias por la espera, pero tuve algunos problemas para llegar, olvidé que una de las calles del centro de la ciudad se encuentra cerrada por algunas obras que no se sabe si son de drenaje o solo del pavimento, en fin -prosiguió mientras sacaba una bolsita de su portafolios- les pido por favor que usen lo que les voy a dar, se refería a un cubrebocas, que se puso obligatoriamente en tiempos de pandemia, pues aunque no hay pronunciamientos oficiales, al parecer hay rebrotes transformados de la Covid; o también puede ser para protegernos de la contaminación que hoy sufrimos por estar en el centro de la megalópolis. Bueno, después de concluido su comentario, tomó su lugar para disfrutar del café que ya se nos había servido…

Después del primer sorbo, volvió a tomar la palabra para decirnos, a manera de pregunta: ¿Listos para las campañas? Pues ya bien saben que en la semana que sigue se inician de manera oficial las campañas políticas que le darán base a las elecciones más grandes de la historia y que, como siempre, debemos prepararnos para participar en las mismas, desde luego, les recomiendo que voten por …

Sin poder concluir con la propuesta, lo atajó el amigo de las oposiciones naturales: No empieces con tus cosas, ya bien sabes que yo tengo mis intenciones de acuerdo a la convicción y obligación que tengo como ciudadano, sin importar lo que ha causado tanta polémica, es decir, ya por tantos años que tenemos encima, y por tantas campañas y elecciones que hemos visto, es el momento de tomar una decisión justo que se apegue a mis particulares intereses…

Quizá lo dices porque estás recibiendo algunos beneficios -le dijo el amigo interrumpido previamente- y eso me suena a manipulación de intereses…

Guárdate tus opiniones -le refuto otra vez el amigo con un tono de molestia-, al contrario, mi postura e intenciones nada tienen que ver con lo que te imaginas; recuerda que lo que ahora se ha manejado con eso de los programas sociales siempre ha existido; evidentemente, no se puede juzgar cuando hemos sido parte de un sistema que, en tiempos pasados, también aplicó las formas de convencimiento a través de dádivas que la gente recibía sin pensar cuáles eran los intereses de los gobiernos; entonces, por favor, no te confundas…

Interrumpidos por el amigo de la cordura, guardamos silencio para escucharlo: Mucho hay que decir al respecto -dijo en tono solemne- yo creo que después de tantas elecciones y formas de procesarlas en términos de campañas, tenemos que volver a situarnos en una realidad, es decir, las denostaciones y enfrentamientos serán frecuentes, lo que vale la pena, para mí, es poder decir que tenemos ante sí algo diferente; por ejemplo, que invariable e históricamente el país será gobernado por una mujer; que los tiempos, los gastos, los electores, también serán rebasados por todo lo anterior; por ello, yo creo que mejor promovamos las convicciones y la razón de un pueblo que, al parecer, desde ahora, ya ha decidido quién ocupará la silla presidencial, ya lo discutiremos cuando llegue el momento, mientras tanto, cambiemos el tema y sigamos disfrutando nuestro café…


Los buenos gobiernos se conocen cuando lo que

hacen vale más que lo que sus opositores dicen

Antonio Maura y Montaner


Ante las manifestaciones atípicas del clima, la gente, en el desconcierto, le atribuye a los problemas de salud a los contaminantes provocados por el hombre, como había ocurrido hace algún tiempo, donde la quema de un centro de acopio de basura, emitiendo un humo casi invisible que llegó a los espacios urbanos, afectando principalmente las vías respiratorias de las personas, sin importar algún grupo de edad en específico, en este mismo sentido, se encuentran los resabios provocados por la caída de ceniza volcánica, que se hace notable en muchos lugares y cosas, entre ellos los patios de las casas, los automóviles, ocasionalmente dentro de las viviendas, etc… entre otros tantos; lo cierto es que en estas confusiones no se sabe cómo darle tratamiento a estas molestias provocadoras de alergias y malestares respiratorios.

A pesar de las incomodidades causadas por los contaminantes, naturales y artificiales, la reunión con los amigos había recobrado los tiempos establecidos para el efecto, interrumpidas únicamente por la malignidad de la pandemia y que ahora, nuevamente, nos permitían compartir nuestras aventuras, anécdotas y experiencias surgidas desde lo cotidiano y acumuladas en el devenir de los años.

Justo por estas razones, nos encontrábamos instalados en lugar donde ya sabían de nuestras habituales formas de consumir el café, donde el servicio, muchas veces, se nos ofrecía sin necesidad de solicitarlo; en este caso solo esperábamos al amigo de la bonanza para iniciar nuestra charla tradicional, casi siempre ajustada a lo que ocurre cotidianamente; no hubo que esperar mucho tiempo, en seguida llego el aludido y, con el abrazo y saludo correspondiente, nos animó su llegada; gracias por la espera, pero tuve algunos problemas para llegar, olvidé que una de las calles del centro de la ciudad se encuentra cerrada por algunas obras que no se sabe si son de drenaje o solo del pavimento, en fin -prosiguió mientras sacaba una bolsita de su portafolios- les pido por favor que usen lo que les voy a dar, se refería a un cubrebocas, que se puso obligatoriamente en tiempos de pandemia, pues aunque no hay pronunciamientos oficiales, al parecer hay rebrotes transformados de la Covid; o también puede ser para protegernos de la contaminación que hoy sufrimos por estar en el centro de la megalópolis. Bueno, después de concluido su comentario, tomó su lugar para disfrutar del café que ya se nos había servido…

Después del primer sorbo, volvió a tomar la palabra para decirnos, a manera de pregunta: ¿Listos para las campañas? Pues ya bien saben que en la semana que sigue se inician de manera oficial las campañas políticas que le darán base a las elecciones más grandes de la historia y que, como siempre, debemos prepararnos para participar en las mismas, desde luego, les recomiendo que voten por …

Sin poder concluir con la propuesta, lo atajó el amigo de las oposiciones naturales: No empieces con tus cosas, ya bien sabes que yo tengo mis intenciones de acuerdo a la convicción y obligación que tengo como ciudadano, sin importar lo que ha causado tanta polémica, es decir, ya por tantos años que tenemos encima, y por tantas campañas y elecciones que hemos visto, es el momento de tomar una decisión justo que se apegue a mis particulares intereses…

Quizá lo dices porque estás recibiendo algunos beneficios -le dijo el amigo interrumpido previamente- y eso me suena a manipulación de intereses…

Guárdate tus opiniones -le refuto otra vez el amigo con un tono de molestia-, al contrario, mi postura e intenciones nada tienen que ver con lo que te imaginas; recuerda que lo que ahora se ha manejado con eso de los programas sociales siempre ha existido; evidentemente, no se puede juzgar cuando hemos sido parte de un sistema que, en tiempos pasados, también aplicó las formas de convencimiento a través de dádivas que la gente recibía sin pensar cuáles eran los intereses de los gobiernos; entonces, por favor, no te confundas…

Interrumpidos por el amigo de la cordura, guardamos silencio para escucharlo: Mucho hay que decir al respecto -dijo en tono solemne- yo creo que después de tantas elecciones y formas de procesarlas en términos de campañas, tenemos que volver a situarnos en una realidad, es decir, las denostaciones y enfrentamientos serán frecuentes, lo que vale la pena, para mí, es poder decir que tenemos ante sí algo diferente; por ejemplo, que invariable e históricamente el país será gobernado por una mujer; que los tiempos, los gastos, los electores, también serán rebasados por todo lo anterior; por ello, yo creo que mejor promovamos las convicciones y la razón de un pueblo que, al parecer, desde ahora, ya ha decidido quién ocupará la silla presidencial, ya lo discutiremos cuando llegue el momento, mientras tanto, cambiemos el tema y sigamos disfrutando nuestro café…