/ viernes 2 de febrero de 2024

Anatomía de lo social | Pensiones

El trabajo es un título natural para la propiedad

del fruto del mismo, y la legislación que no respete

ese principio es intrínsicamente injusta.

Jaime Lucino Balmes


Para quienes se encuentran en términos de ley para realizar sus trámites prejubilatorios, han encontrado la posibilidad de mejorar las cantidades que por este conceto recibirían, es decir, en el momento de concretar el proceso para recibir una pensión los trabajadores podrán mejorar los montos establecidos actualmente, todo esto de acuerdo con las declaraciones hechas por el Ejecutivo, que pretende dignificar las pensiones; en este sentido, puede ser prudente esperar que se logre la iniciativa y, en consecuencia, se estaría logrando mejorar las condiciones de vida de todos aquellos cuya situación laboral esté por concluirse.

Desde luego, las expectativas generadas por la clase trabajadora se han multiplicado, porque también, es de suponerse, que el número de candidatos a recibir una pensión crecerá exponencialmente, pues en justicia, después de muchos años trabajados, se podrá tener lo necesario para vivir; en contrasentido, muchos trabajadores en edad de jubilación se negaban a darle término a sus actividades, en el entendido de que su pensión sería muy raquítica.

Bajo estas consideraciones, ante la coincidencia de quienes tienen en sus manos de validar la iniciativa presidencial, todo parece indicar que solo se tendría que esperar que el proceso legislativo concluya y se pueda dar el inicio de la vigencia de esta nueva ley pensionaria. Por lo tanto, ya no será necesario esperar cumplir con las cotizaciones de las últimas 250 semanas, tener sesenta años de edad o más, para estar en condiciones legales de pensionarse con el último salario de cotización, dicho de otra manera, sin importar el régimen, sea del 73 ó 97, se recibirá el total de sus percepciones sin descuentos porcentuales.

De cualquier manera, resulta alentador para los trabajadores en activo y que se acercan a la edad establecida por la ley, para modificar, en un momento determinado, la decisión de retirase decorosamente y poder vivir de una manera diferente, sin tantas presiones económicas y con la satisfacción de haber cumplido con sus obligaciones, no solo en el trabajo sino en todo aquello que es atribuido en cuanto se es jefe de familia; por lo tanto, esta reforma traerá grandes beneficios para todos.

Al parecer, dentro de la propuesta para la reforma de rango constitucional, sea la normalización del aumento al salario mínimo, siempre y cuando este no sea menor a la inflación; considerando que, el beneficio no afecte el poder adquisitivo de los trabajadores, pues, en muchas ocasiones, se hace evidente que en cada aumento al salario también se incrementan los impuestos; sin duda, la iniciativa, en sus pretensiones, dará la oportunidad de ofrecerle a la clase trabajadora una vida digna en su estilo y calidad.

Aunque no se sabe con certeza la fecha en que habrá de quedar resuelto este asunto tan especialmente permeado de generosidad, existen algunas opiniones que se oponen, al señalar que el gobierno utilizará los fondos de pensiones, administradas por las Afores, para utilizarlos con otros fines ajenos a los propuestos por la iniciativa, particularmente con fines electorales.

Mas allá de los asuntos de carácter político, la iniciativa, en su aplicación, establecerá nuevas oportunidades de mejora en este asunto pensionario, pues el cambio estructural en beneficio de las clases laborales terminará con un sistema que desde 1997 afectó los procesos y redujo las cantidades a las que tenían derecho los trabajadores en retiro.

Aquí también es importante destacar que los trabajadores con intenciones de pensionarse, en independencia a sus características, sea por cesantía, por edad avanzada, por vejez, invalidez, viudez, entre otras tantas, acudan con algún asesor para identificar cuáles son los requisitos necesarios para hacer los trámites correspondientes, con el propósito de recibir lo que, por justicia, después de muchos años de trabajo se merecen.

Finalmente, una vez que se apliquen los criterios de las pensiones en tiempos y cantidades, seguramente, que los beneficiarios tendrán la posibilidad de disfrutar en vida este derecho, además de aprovechar los tiempos para cuidar su salud. Así es que se debe reconocer que en estos tiempos de crisis se tendrán muchas bondades de las nuevas y reformadas formas de las pensiones.

El cambio estructural en beneficio de las clases laborales terminará con un sistema que desde 1997 afectó los procesos y redujo las cantidades a las que tenían derecho los trabajadores en retiro.


El trabajo es un título natural para la propiedad

del fruto del mismo, y la legislación que no respete

ese principio es intrínsicamente injusta.

Jaime Lucino Balmes


Para quienes se encuentran en términos de ley para realizar sus trámites prejubilatorios, han encontrado la posibilidad de mejorar las cantidades que por este conceto recibirían, es decir, en el momento de concretar el proceso para recibir una pensión los trabajadores podrán mejorar los montos establecidos actualmente, todo esto de acuerdo con las declaraciones hechas por el Ejecutivo, que pretende dignificar las pensiones; en este sentido, puede ser prudente esperar que se logre la iniciativa y, en consecuencia, se estaría logrando mejorar las condiciones de vida de todos aquellos cuya situación laboral esté por concluirse.

Desde luego, las expectativas generadas por la clase trabajadora se han multiplicado, porque también, es de suponerse, que el número de candidatos a recibir una pensión crecerá exponencialmente, pues en justicia, después de muchos años trabajados, se podrá tener lo necesario para vivir; en contrasentido, muchos trabajadores en edad de jubilación se negaban a darle término a sus actividades, en el entendido de que su pensión sería muy raquítica.

Bajo estas consideraciones, ante la coincidencia de quienes tienen en sus manos de validar la iniciativa presidencial, todo parece indicar que solo se tendría que esperar que el proceso legislativo concluya y se pueda dar el inicio de la vigencia de esta nueva ley pensionaria. Por lo tanto, ya no será necesario esperar cumplir con las cotizaciones de las últimas 250 semanas, tener sesenta años de edad o más, para estar en condiciones legales de pensionarse con el último salario de cotización, dicho de otra manera, sin importar el régimen, sea del 73 ó 97, se recibirá el total de sus percepciones sin descuentos porcentuales.

De cualquier manera, resulta alentador para los trabajadores en activo y que se acercan a la edad establecida por la ley, para modificar, en un momento determinado, la decisión de retirase decorosamente y poder vivir de una manera diferente, sin tantas presiones económicas y con la satisfacción de haber cumplido con sus obligaciones, no solo en el trabajo sino en todo aquello que es atribuido en cuanto se es jefe de familia; por lo tanto, esta reforma traerá grandes beneficios para todos.

Al parecer, dentro de la propuesta para la reforma de rango constitucional, sea la normalización del aumento al salario mínimo, siempre y cuando este no sea menor a la inflación; considerando que, el beneficio no afecte el poder adquisitivo de los trabajadores, pues, en muchas ocasiones, se hace evidente que en cada aumento al salario también se incrementan los impuestos; sin duda, la iniciativa, en sus pretensiones, dará la oportunidad de ofrecerle a la clase trabajadora una vida digna en su estilo y calidad.

Aunque no se sabe con certeza la fecha en que habrá de quedar resuelto este asunto tan especialmente permeado de generosidad, existen algunas opiniones que se oponen, al señalar que el gobierno utilizará los fondos de pensiones, administradas por las Afores, para utilizarlos con otros fines ajenos a los propuestos por la iniciativa, particularmente con fines electorales.

Mas allá de los asuntos de carácter político, la iniciativa, en su aplicación, establecerá nuevas oportunidades de mejora en este asunto pensionario, pues el cambio estructural en beneficio de las clases laborales terminará con un sistema que desde 1997 afectó los procesos y redujo las cantidades a las que tenían derecho los trabajadores en retiro.

Aquí también es importante destacar que los trabajadores con intenciones de pensionarse, en independencia a sus características, sea por cesantía, por edad avanzada, por vejez, invalidez, viudez, entre otras tantas, acudan con algún asesor para identificar cuáles son los requisitos necesarios para hacer los trámites correspondientes, con el propósito de recibir lo que, por justicia, después de muchos años de trabajo se merecen.

Finalmente, una vez que se apliquen los criterios de las pensiones en tiempos y cantidades, seguramente, que los beneficiarios tendrán la posibilidad de disfrutar en vida este derecho, además de aprovechar los tiempos para cuidar su salud. Así es que se debe reconocer que en estos tiempos de crisis se tendrán muchas bondades de las nuevas y reformadas formas de las pensiones.

El cambio estructural en beneficio de las clases laborales terminará con un sistema que desde 1997 afectó los procesos y redujo las cantidades a las que tenían derecho los trabajadores en retiro.