/ viernes 1 de diciembre de 2023

Anatomía de lo social | Precampañas

Como la dicha de un pueblo depende de

ser bien gobernado, la elección de sus

gobernantes pide una reflexión profunda.

Joseph Joubert



Determinados los periodos para la realización de las precampañas y campañas, siendo, para el primero del 20 de noviembre hasta el 28 de enero del año siguiente y, para el segundo, del uno de marzo al 29 de mayo, también se debe decir que estos procesos han recibido la aprobación del Instituto Nacional Electoral, considerando, en términos de temporalidad; en adicional se estima el respeto y la protección de los derechos de los partidos políticos nacionales y las coaliciones, obligando, implícitamente, a cumplir con las obligaciones respectivas, apegados a las leyes correspondientes.

Evidentemente, para quienes se convierten en observadores y críticos de estos procesos, particularizan sus opiniones, en muchos casos, respecto del dinero que se “gastará” en estos periodos y las formas de ocuparlo, así como en las formas propagandísticas que usaran como medios de influencia y convencimiento a los futuros votantes; dicho de otra manera, el escrutinio público quedará acotado en los dineros y en las formas de gastarlo.

Sin todavía tomar consideraciones de lo presupuestado, solo se hace referencia que, por ejemplo, el tope máximo de campaña para las candidatas y candidatos contendientes a la presidencia de la república tendrá un incremento del 54 % en comparación con el presupuesto del 2018, es decir, de acuerdo con la ley el gasto de campaña para la elección presidencial será el equivalente al 20 % del financiamiento público de campaña, establecido para todos los partidos en el año de elección presidencial. Para las precampañas el INE aprobó un tope máximo de 85 millones de pesos.

En las elecciones del 2024, además de la presidencia, se elegirán un total de 629 cargos a nivel federal, 128 senadurías y quinientas diputaciones federales.

En la primera etapa de proselitismo -precampañas- una vez más, como en cada proceso, se estarán observando la realización de reuniones públicas, asambleas, marchas, así como todas las actividades inherentes y cuyo propósito es de lograr un mayor número de simpatizantes, desde luego, que esta vez, así lo establecieron en el INE, se implementaron lineamientos generales para regular y fiscalizar los procesos, actos, actividades y propaganda que habrán de realizarse en los Procesos Políticos.

Dentro de las “novedades” ha quedado establecido también, que los y las aspirantes a un cargo de elección popular deben apegarse a una serie de lineamientos, por ejemplo, la propaganda deberá indicar, de manera expresa y visible el partido al que pertenece, la calidad de la persona inscrita, de acuerdo a los medios que se utilicen.

Se prohíbe la entrega de cualquier material en el que se oferte o entregue algún beneficio directo, indirecto, mediato e inmediato, en especie o efectivo, que condiciones la participación en el proceso político, finalmente se indica que la propaganda no deberá obstaculizar la visibilidad de las personas o cualquier otro tipo de señalamiento, que impidan a las personas el tránsito y la orientación dentro de los centros de población, de no acatar estos lineamientos el INE ordenará el retiro inmediato.

En términos de dinero, la cantidad a utilizarse en las próximas elecciones, se estima en más de 10 444 millones, que serán distribuidos a los partidos políticos de acuerdo a las normas establecidas por la ley.

En una interpretación particular, muy rudimentaria y simple, de todo lo que ha quedado establecido, bajo las leyes electorales, así como su aplicación por el Instituto Nacional Electoral, expresadas en los párrafos anteriores. Ahora, quedará en el criterio de quienes tendrán la oportunidad de decidir en la elección del nuevo gobierno, considerar si las “nuevas” leyes adaptadas y modificadas cumplen con los requisitos suficientes que se harán evidentes si se logra la participación esperada de los ciudadanos.


Sin duda, ante la proximidad del año electoral, también se van preparando las conciencias colectivas, pues actualmente las personas tienen una visión que se fundamenta en los beneficios recibidos, otras, que reprochan el pasado, a pesar de la insistencia de quienes aspiran y prometen, otras que recurren a la memoria y rescatan los engaños, otras que le dan valor a gobiernos que cumplieron sus expectativas, en fin en esa pluralidad de pensamientos, la gente tiene un pleno conocimiento, desde ahora, quien será la persona que gobierne desde la presidencia, y en los otros cargos de elección popular, por eso, en independencia a las leyes, a las formas proselitistas de convencimiento, ya se espera, la oportunidad para refrendar su postura como electores.


Como la dicha de un pueblo depende de

ser bien gobernado, la elección de sus

gobernantes pide una reflexión profunda.

Joseph Joubert



Determinados los periodos para la realización de las precampañas y campañas, siendo, para el primero del 20 de noviembre hasta el 28 de enero del año siguiente y, para el segundo, del uno de marzo al 29 de mayo, también se debe decir que estos procesos han recibido la aprobación del Instituto Nacional Electoral, considerando, en términos de temporalidad; en adicional se estima el respeto y la protección de los derechos de los partidos políticos nacionales y las coaliciones, obligando, implícitamente, a cumplir con las obligaciones respectivas, apegados a las leyes correspondientes.

Evidentemente, para quienes se convierten en observadores y críticos de estos procesos, particularizan sus opiniones, en muchos casos, respecto del dinero que se “gastará” en estos periodos y las formas de ocuparlo, así como en las formas propagandísticas que usaran como medios de influencia y convencimiento a los futuros votantes; dicho de otra manera, el escrutinio público quedará acotado en los dineros y en las formas de gastarlo.

Sin todavía tomar consideraciones de lo presupuestado, solo se hace referencia que, por ejemplo, el tope máximo de campaña para las candidatas y candidatos contendientes a la presidencia de la república tendrá un incremento del 54 % en comparación con el presupuesto del 2018, es decir, de acuerdo con la ley el gasto de campaña para la elección presidencial será el equivalente al 20 % del financiamiento público de campaña, establecido para todos los partidos en el año de elección presidencial. Para las precampañas el INE aprobó un tope máximo de 85 millones de pesos.

En las elecciones del 2024, además de la presidencia, se elegirán un total de 629 cargos a nivel federal, 128 senadurías y quinientas diputaciones federales.

En la primera etapa de proselitismo -precampañas- una vez más, como en cada proceso, se estarán observando la realización de reuniones públicas, asambleas, marchas, así como todas las actividades inherentes y cuyo propósito es de lograr un mayor número de simpatizantes, desde luego, que esta vez, así lo establecieron en el INE, se implementaron lineamientos generales para regular y fiscalizar los procesos, actos, actividades y propaganda que habrán de realizarse en los Procesos Políticos.

Dentro de las “novedades” ha quedado establecido también, que los y las aspirantes a un cargo de elección popular deben apegarse a una serie de lineamientos, por ejemplo, la propaganda deberá indicar, de manera expresa y visible el partido al que pertenece, la calidad de la persona inscrita, de acuerdo a los medios que se utilicen.

Se prohíbe la entrega de cualquier material en el que se oferte o entregue algún beneficio directo, indirecto, mediato e inmediato, en especie o efectivo, que condiciones la participación en el proceso político, finalmente se indica que la propaganda no deberá obstaculizar la visibilidad de las personas o cualquier otro tipo de señalamiento, que impidan a las personas el tránsito y la orientación dentro de los centros de población, de no acatar estos lineamientos el INE ordenará el retiro inmediato.

En términos de dinero, la cantidad a utilizarse en las próximas elecciones, se estima en más de 10 444 millones, que serán distribuidos a los partidos políticos de acuerdo a las normas establecidas por la ley.

En una interpretación particular, muy rudimentaria y simple, de todo lo que ha quedado establecido, bajo las leyes electorales, así como su aplicación por el Instituto Nacional Electoral, expresadas en los párrafos anteriores. Ahora, quedará en el criterio de quienes tendrán la oportunidad de decidir en la elección del nuevo gobierno, considerar si las “nuevas” leyes adaptadas y modificadas cumplen con los requisitos suficientes que se harán evidentes si se logra la participación esperada de los ciudadanos.


Sin duda, ante la proximidad del año electoral, también se van preparando las conciencias colectivas, pues actualmente las personas tienen una visión que se fundamenta en los beneficios recibidos, otras, que reprochan el pasado, a pesar de la insistencia de quienes aspiran y prometen, otras que recurren a la memoria y rescatan los engaños, otras que le dan valor a gobiernos que cumplieron sus expectativas, en fin en esa pluralidad de pensamientos, la gente tiene un pleno conocimiento, desde ahora, quien será la persona que gobierne desde la presidencia, y en los otros cargos de elección popular, por eso, en independencia a las leyes, a las formas proselitistas de convencimiento, ya se espera, la oportunidad para refrendar su postura como electores.