/ martes 11 de octubre de 2022

El momento de las niñas: nuestro futuro

Las niñas son líderes. Las niñas son agentes de cambio. Las niñas defienden el bien e impulsan el crecimiento en todo el mundo. Son una fuente esencial del cambio transformador para lograr la igualdad de género”. ONU

Este 11 de octubre conmemoramos el décimo primer aniversario del Día Internacional de la Niña, día declarado así por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el fin de crear conciencia sobre la situación de las niñas en el mundo, reconocer sus derechos y los desafíos únicos a los que se enfrentan, como promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos, especialmente en los países en desarrollo, es decir, aquellos países que su economía se encuentra en transición, que entre otros aspectos, han avanzado en múltiples formas de vida tradicionales al estilo de vida moderno.

En estos últimos once años, la sociedad civil y gobierno han trabajado para mejorar cuestiones relativas a las niñas, para visibilizar su realidad familiar y social, buscando crear más oportunidades para que puedan ser escuchadas en la escena política y social. Sin embargo, las mujeres y las niñas siguen sufriendo desventajas en muchas esferas, como la salud, la educación, la participación política y las oportunidades económicas, enfrentándose día a día a graves riesgos para su bienestar y sus derechos.

Se han logrado avances durante los últimos once años. Más niñas están escolarizadas y se obliga a menos niñas al matrimonio precoz; hay más mujeres con cargos públicos y en posiciones de liderazgo, y las leyes se reformaron para fomentar la igualdad de género.

A pesar de estos logros, todavía existen muchas barreras, las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan siendo generalizadas, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas a todos los niveles de liderazgo político, lo que se traduce como un tipo de discriminación; y si hablamos de violencia, conforme a los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2021 el registro más alto de la prevalencia de violencia contra las mujeres de 15 años y más lo fue en el Estado de México con el 78.7 %, y la entidad federativa con menor prevalencia fue Chiapas con el 48.7 %, mientras que en Tlaxcala se registró una prevalencia del 68.6% de mujeres víctimas de violencia.

Hoy más que nunca, alcanzar la igualdad de género es una cuestión de derechos humanos, hoy las niñas están preparadas para avanzar, por lo que las personas adultas debemos impulsarlas y demostrarles confianza y credibilidad en su capacidad de organización, su liderazgo y su potencial.

Como sociedad, desde nuestro lugar, podemos colaborar en el reconocimiento de las niñas, empecemos con acciones sencillas y significado, como compartir historias donde las niñas estén cambiando cosas, ambientes o acciones donde demuestren su liderazgo para inspirar a otras personas. Motivemos encuentros de niñas con aquellas mujeres que han logrado posiciones de poder y que suelen ser modelos de conducta para que vean que sus sueños pueden ser posibles. Coadyuvemos a identificar y visibilizar aquellas circunstancias que hacen que las niñas no puedan seguir avanzando e involucremos al gobierno, en sus diferentes ámbitos de competencia, para realizar acciones más específicas, a fin de atender las desigualdades y violencias que sufren las niñas en el hogar, en el espacio público, en la escuela, en el trabajo, en el ciberespacio, en la comunidad, en la política y en las instituciones.

Poner fin a la violencia contra las niñas y las adolescentes es prioritario, no sólo porque atenta contra su sano desarrollo y representa una grave violación a sus derechos humanos, sino porque además limita la construcción de una sociedad pacífica, incluyente y justa; requiere una política integral de Estado que lleve a cabo acciones para priorizar los derechos de las niñas y las adolescentes en el centro de la agenda pública, en los tres poderes y niveles de gobierno, y asegurar que todas las formas de violencia contra las niñas y adolescentes estén penalizadas y sean objeto de investigaciones, enjuiciamiento y sanciones adecuadas.

  • Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos


Las niñas son líderes. Las niñas son agentes de cambio. Las niñas defienden el bien e impulsan el crecimiento en todo el mundo. Son una fuente esencial del cambio transformador para lograr la igualdad de género”. ONU

Este 11 de octubre conmemoramos el décimo primer aniversario del Día Internacional de la Niña, día declarado así por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el fin de crear conciencia sobre la situación de las niñas en el mundo, reconocer sus derechos y los desafíos únicos a los que se enfrentan, como promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos, especialmente en los países en desarrollo, es decir, aquellos países que su economía se encuentra en transición, que entre otros aspectos, han avanzado en múltiples formas de vida tradicionales al estilo de vida moderno.

En estos últimos once años, la sociedad civil y gobierno han trabajado para mejorar cuestiones relativas a las niñas, para visibilizar su realidad familiar y social, buscando crear más oportunidades para que puedan ser escuchadas en la escena política y social. Sin embargo, las mujeres y las niñas siguen sufriendo desventajas en muchas esferas, como la salud, la educación, la participación política y las oportunidades económicas, enfrentándose día a día a graves riesgos para su bienestar y sus derechos.

Se han logrado avances durante los últimos once años. Más niñas están escolarizadas y se obliga a menos niñas al matrimonio precoz; hay más mujeres con cargos públicos y en posiciones de liderazgo, y las leyes se reformaron para fomentar la igualdad de género.

A pesar de estos logros, todavía existen muchas barreras, las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan siendo generalizadas, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas a todos los niveles de liderazgo político, lo que se traduce como un tipo de discriminación; y si hablamos de violencia, conforme a los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2021 el registro más alto de la prevalencia de violencia contra las mujeres de 15 años y más lo fue en el Estado de México con el 78.7 %, y la entidad federativa con menor prevalencia fue Chiapas con el 48.7 %, mientras que en Tlaxcala se registró una prevalencia del 68.6% de mujeres víctimas de violencia.

Hoy más que nunca, alcanzar la igualdad de género es una cuestión de derechos humanos, hoy las niñas están preparadas para avanzar, por lo que las personas adultas debemos impulsarlas y demostrarles confianza y credibilidad en su capacidad de organización, su liderazgo y su potencial.

Como sociedad, desde nuestro lugar, podemos colaborar en el reconocimiento de las niñas, empecemos con acciones sencillas y significado, como compartir historias donde las niñas estén cambiando cosas, ambientes o acciones donde demuestren su liderazgo para inspirar a otras personas. Motivemos encuentros de niñas con aquellas mujeres que han logrado posiciones de poder y que suelen ser modelos de conducta para que vean que sus sueños pueden ser posibles. Coadyuvemos a identificar y visibilizar aquellas circunstancias que hacen que las niñas no puedan seguir avanzando e involucremos al gobierno, en sus diferentes ámbitos de competencia, para realizar acciones más específicas, a fin de atender las desigualdades y violencias que sufren las niñas en el hogar, en el espacio público, en la escuela, en el trabajo, en el ciberespacio, en la comunidad, en la política y en las instituciones.

Poner fin a la violencia contra las niñas y las adolescentes es prioritario, no sólo porque atenta contra su sano desarrollo y representa una grave violación a sus derechos humanos, sino porque además limita la construcción de una sociedad pacífica, incluyente y justa; requiere una política integral de Estado que lleve a cabo acciones para priorizar los derechos de las niñas y las adolescentes en el centro de la agenda pública, en los tres poderes y niveles de gobierno, y asegurar que todas las formas de violencia contra las niñas y adolescentes estén penalizadas y sean objeto de investigaciones, enjuiciamiento y sanciones adecuadas.

  • Presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos