/ lunes 25 de marzo de 2024

La atención responsable de un atípico evento de salud pública

El pasado 05 de marzo, el Sector Salud del Estado de Tlaxcala emitió una alerta epidemiológica para unidades médicas de primer y segundo nivel de atención, ante un incremento inusual de casos del síndrome de Guillain-Barré. Debido a este padecimiento, el sistema inmune ataca al sistema nervioso, provocando que los nervios se inflamen y que las extremidades se debiliten. Su avance progresivo genera una parálisis que comienza en los pies y sube a otras partes del cuerpo, como las piernas, los muslos, el torso y los brazos.

En casos graves, la parálisis afecta los músculos respiratorios y del corazón, comprometiendo funciones vitales del cuerpo. Y aunque se considera una afección rara que puede perjudicar a personas de cualquier edad, las autoridades del sector salud en la entidad identificaron que, entre las semanas epidemiológicas 01 y 09 de este 2024, es decir, al corte del 02 de marzo, se notificaron 18 casos que cumplían con la definición de caso, de los cuales ocho fueron confirmados.

Por esa razón, decidieron lanzar esta alerta para informar al personal de las unidades de salud de principal contacto con la población acerca de la ocurrencia de este atípico evento de salud pública en diferentes regiones del estado, con la finalidad de establecer recomendaciones para reducir sus implicaciones. El síndrome de Guillain-Barré se asocia con afecciones gastrointestinales y respiratorias, y aunque su origen no es muy claro, se relaciona con la infección de la bacteria Campylobacter jejuni, que puede introducirse al organismo mediante el consumo de alimentos o agua contaminados.

Por tratarse de una enfermedad autoinmune, no es contagiosa, pero requiere tratamiento oportuno. Y la manera más efectiva para prevenirla es la práctica adecuada de medidas de higiene en la preparación y consumo de alimentos, debido a que no hay profilaxis ni vacuna para prevenirla. Ante este escenario, el sector salud inició de inmediato con la capacitación del personal de las unidades médicas en torno al síndrome asociado a dicha bacteria, para procurar su diagnóstico y tratamiento oportunos.

En los casos que han cumplido la definición del padecimiento, se ha indagado el antecedente de infección gastrointestinal, respiratoria, o vacunación de Covid-19 e influenza, junto con el posible consumo de carne, especialmente pollo, y del posible sitio de compra o consumo, y se ha realizado la medición de cloro residual en las localidades de procedencia de los casos, mediante la integración de brigadas que se desplegaron en los municipios y la realización de operativos de vigilancia y supervisión sanitaria en mercados, tianguis y establecimientos en los que se venden o preparan alimentos.

También, se ha implementado una campaña para reforzar la difusión de medidas básicas de higiene, así como de manejo adecuado y desinfección de alimentos, en especial de productos cárnicos, entre la población en general.

Esta situación le ha dado a Tlaxcala, a la fecha, un foco de atención nacional, por el número de casos confirmados y las primeras defunciones asociadas al síndrome. Sin embargo, el manejo responsable del escenario epidemiológico, por parte de las autoridades estatales del sector salud, es lo que les ha permitido mantenerla bajo control.

De hecho, la decisión de abrir la información para conocimiento de la ciudadanía resultó importante para que ésta conociera que la mejor manera de prevenir esta enfermedad es la práctica adecuada de medidas de higiene. Y en un ejercicio de objetividad, se debe aclarar que la atención de casos del síndrome de Guillain-Barré no es nueva en México ni exclusiva de Tlaxcala, como lo indica el boletín del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.

A nivel nacional, y al corte de la semana epidemiológica 10, el Estado de México encabezaba la lista de entidades en el país con más casos de Parálisis Flácida Aguda asociada al síndrome, seguido de Jalisco y Sonora, mientras que Sinaloa, Tlaxcala y Veracruz, tenían el mismo número de casos. Únicamente, Querétaro y Zacatecas no tenían reportes de la enfermedad.

Por lo tanto, el criterio de responsabilidad en las acciones de disposición de tratamientos, y de medidas de protección a la salud de la población, es lo que permite a Tlaxcala ser hoy referente en la atención de una situación epidemiológica atípica.

El pasado 05 de marzo, el Sector Salud del Estado de Tlaxcala emitió una alerta epidemiológica para unidades médicas de primer y segundo nivel de atención, ante un incremento inusual de casos del síndrome de Guillain-Barré. Debido a este padecimiento, el sistema inmune ataca al sistema nervioso, provocando que los nervios se inflamen y que las extremidades se debiliten. Su avance progresivo genera una parálisis que comienza en los pies y sube a otras partes del cuerpo, como las piernas, los muslos, el torso y los brazos.

En casos graves, la parálisis afecta los músculos respiratorios y del corazón, comprometiendo funciones vitales del cuerpo. Y aunque se considera una afección rara que puede perjudicar a personas de cualquier edad, las autoridades del sector salud en la entidad identificaron que, entre las semanas epidemiológicas 01 y 09 de este 2024, es decir, al corte del 02 de marzo, se notificaron 18 casos que cumplían con la definición de caso, de los cuales ocho fueron confirmados.

Por esa razón, decidieron lanzar esta alerta para informar al personal de las unidades de salud de principal contacto con la población acerca de la ocurrencia de este atípico evento de salud pública en diferentes regiones del estado, con la finalidad de establecer recomendaciones para reducir sus implicaciones. El síndrome de Guillain-Barré se asocia con afecciones gastrointestinales y respiratorias, y aunque su origen no es muy claro, se relaciona con la infección de la bacteria Campylobacter jejuni, que puede introducirse al organismo mediante el consumo de alimentos o agua contaminados.

Por tratarse de una enfermedad autoinmune, no es contagiosa, pero requiere tratamiento oportuno. Y la manera más efectiva para prevenirla es la práctica adecuada de medidas de higiene en la preparación y consumo de alimentos, debido a que no hay profilaxis ni vacuna para prevenirla. Ante este escenario, el sector salud inició de inmediato con la capacitación del personal de las unidades médicas en torno al síndrome asociado a dicha bacteria, para procurar su diagnóstico y tratamiento oportunos.

En los casos que han cumplido la definición del padecimiento, se ha indagado el antecedente de infección gastrointestinal, respiratoria, o vacunación de Covid-19 e influenza, junto con el posible consumo de carne, especialmente pollo, y del posible sitio de compra o consumo, y se ha realizado la medición de cloro residual en las localidades de procedencia de los casos, mediante la integración de brigadas que se desplegaron en los municipios y la realización de operativos de vigilancia y supervisión sanitaria en mercados, tianguis y establecimientos en los que se venden o preparan alimentos.

También, se ha implementado una campaña para reforzar la difusión de medidas básicas de higiene, así como de manejo adecuado y desinfección de alimentos, en especial de productos cárnicos, entre la población en general.

Esta situación le ha dado a Tlaxcala, a la fecha, un foco de atención nacional, por el número de casos confirmados y las primeras defunciones asociadas al síndrome. Sin embargo, el manejo responsable del escenario epidemiológico, por parte de las autoridades estatales del sector salud, es lo que les ha permitido mantenerla bajo control.

De hecho, la decisión de abrir la información para conocimiento de la ciudadanía resultó importante para que ésta conociera que la mejor manera de prevenir esta enfermedad es la práctica adecuada de medidas de higiene. Y en un ejercicio de objetividad, se debe aclarar que la atención de casos del síndrome de Guillain-Barré no es nueva en México ni exclusiva de Tlaxcala, como lo indica el boletín del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.

A nivel nacional, y al corte de la semana epidemiológica 10, el Estado de México encabezaba la lista de entidades en el país con más casos de Parálisis Flácida Aguda asociada al síndrome, seguido de Jalisco y Sonora, mientras que Sinaloa, Tlaxcala y Veracruz, tenían el mismo número de casos. Únicamente, Querétaro y Zacatecas no tenían reportes de la enfermedad.

Por lo tanto, el criterio de responsabilidad en las acciones de disposición de tratamientos, y de medidas de protección a la salud de la población, es lo que permite a Tlaxcala ser hoy referente en la atención de una situación epidemiológica atípica.