Los antecedentes legislativos y el archivo histórico del debate político de las reformas electorales celebradas en México, al menos de las últimas cuatro décadas, nos dicen que los principales impulsores fueron los partidos de oposición. Propuestas surgidas a partir de las demandas que buscaban ampliar los causes democráticos. Los actores involucrados fueron muchos, pero fue así como se fue creando nuestro modelo de sistema electoral.
Las últimas semanas en el Congreso y en los medios de comunicación ha estado en el debate de la propuesta de Reforma Electoral del presidente de la república, misma que fue anunciada desde campaña, con la justificación que la democracia en México es muy cara.
A partir de la presentación de la iniciativa de reforma electoral del Ejecutivo el debate se ha intensificado, incluso hay quiénes de manera drástica señalan que el objetivo principal de la reforma es desaparecer al Instituto Nacional Electoral. Ello ha obligado a la oposición a presentar sus propias contra reformas tomando como bandera la defensa de la democracia.
En este tenor, de manera general analizaremos las iniciativas presentadas en materia electoral por el partido en el gobierno, por la oposición (PAN y PRI) incluso hay una del PT de la cual poco se ha hablado.
En la propuesta de reforma del Presidente, pueden leerse sus objetivos principales encaminados además de la austeridad republicana, a garantizar la pluralidad e imparcialidad, facilitar los mecanismos de participación ciudadana, fortalecer las instituciones electorales, y homologar los procesos electorales locales, entre otras.
Sin embargo, cuando se revisa el articulado se puede notar que no hay concordancia entre los objetivos planteados y lo propuesto. Son varias las modificaciones, pero destacan: la elección de consejeros y magistrados electorales vía elección popular cuyas propuestas las determinará el Poder Legislativo; desaparecer los Institutos Públicos Electorales Locales, y los tribunales de los estados; así como la reducción del financiamiento de los partidos políticos y el número de integrantes de los congresos tanto federal como locales y ayuntamientos. Más que reducir los costos y garantizar la pluralidad es evidente la centralización de poder.
Por su parte, la iniciativa presentada por Acción Nacional contempla la segunda vuelta para la presidencia de la república; pone candados para la sobrerrepresentación; y regula el uso de programas sociales y las conferencias mañaneras en tiempos electorales, incluso, contempla la nulidad de los comicios en los que se inmiscuya la delincuencia organizada. Dicha propuesta atiende a las críticas del gobierno.
La iniciativa anunciada por el PRI, tienen coincidencias con la del PAN incluso con la de Morena. Propone la reducción del financiamiento de los partidos políticos y de la Cámara de Diputados; contempla la segunda vuelta para la elección presidencial y la creación de la figura de vicepresidencia de la república; elimina a los OPLES y le apuesta a la urna electrónica.
Llama la atención la propuesta del PT, ya que, a pesar de formar parte de la coalición mayoritaria en el Congreso, sus propuestas son muy distintas a la de Morena, plantea temas novedosos a las otras como el principio de paridad en los cargos unipersonales, igualdad de género en el reparto de tiempos en radio y televisión. Digamos que es una reforma incluyente.
Todas las iniciativas contienen propuestas debatibles, incluso coincidencias como la implementación de la urna electrónica, más allá de las propuestas populares que aparecen frecuentemente y no logran prosperar, esperemos que a partir de las semejanzas puedan construir una reforma que consolide y de vanguardia.
- *Viviana Islas Mendoza colaboradora de Integridad Ciudadana, Consejera Local del INE Estado de México, Politóloga por la UAM, con estudios en Políticas Públicas, Derecho Parlamentario, Procesos Electorales, Transparencia y Violencia Política contra las Mujeres @VivianaIslasM @Integridad_A
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