/ jueves 14 de marzo de 2024

Registro civil en Tlaxcala, fuente demográfica o recaudación irresponsable

El origen del Registro Civil es eclesiástico y corresponde a los registros parroquiales que implementaron los sacerdotes españoles regulados por el artículo “La paz y el testamento”, luego de su llegada a América, donde registraban bautizos, matrimonios o fallecimientos.

Desde el siglo XVII (Astrid Rojas, 2005), se dice que la parroquia cobra importancia como fuente generadora de documentos a mediados del siglo XVI, con las normas canónicas que emanan del Concilio de Trento, celebrado entre 1543 y 1562, al legislarse diversos capítulos sobre la vida y la actividad parroquial.

Los libros parroquiales sirvieron como fuente demográfica y social novohispana (Claude Morin, 1972), los registros eclesiásticos servían para verificar listas de tributarios para evitar la evasión fiscal. También se empleaban como libros de cuentas, pues los escribanos anotaban los bautizos y los entierros de “limosna”, y las sumas que se debían.

Como advertimos, el propósito del Registro Civil en la época colonial era meramente recaudatorio y tributario, sin embargo con las Leyes de Reforma de Benito Juárez, la creación del Registro Civil cambia el propósito y se convierte en un servicio de identidad y registro poblacional.

El primer Registro Civil en México se estableció el 2 de noviembre de 1829, fue expedido en Oaxaca y normó nacimientos, matrimonios y muertes; el 30 de enero de 1857 el presidente Ignacio Comonfort decretó la Ley Orgánica del Registro Civil.

Muchos años después, en el curso del año 2024 analizamos el rol que juega el Registro Civil y lo han regresado 400 años a su función meramente recaudatoria.

En la era moderna, en la era digital, los avances informáticos contrastan con esta “tramitología” onerosa para la ciudadanía, los especialistas aseguran que tiene un costo aproximado del 5 % del presupuesto mexicano, esto es equiparable al dinero que gasta el gobierno federal para toda la educación pública en el país.

Los gobiernos estatales pueden modernizar la prestación del servicio, evitando todo el “tramiterio” innecesario, costoso y que tanto incomoda al ciudadano.

Es relativamente sencillo y se resume a un problema de voluntad política, tan simple como instruir al Registro Civil del Estado de Tlaxcala que desarrolle un sistema informático robusto, interconectado con todas las instancias estatales que puedan requerir para sus trámites internos un acta de nacimiento.

Con ello, el ciudadano tlaxcalteca solo acudiría una sola ocasión a registrar a un bebé y nunca más, al interior de Tlaxcala volvería a necesitar un acta de nacimiento.

Cómo sería esta nueva etapa, como ejemplo, cuando pretendan registrar a un niño para preescolar, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ya no tendrá que requerir el acta de nacimiento, solo con el nombre la SEP jala del archivo digital del Registro Civil y la integra al expediente del recién inscrito.

Asimismo, si voy a sacar una licencia de manejo o un pasaporte, la secretaría de movilidad o la oficina de pasaportes ya no necesitan pedir actas de nacimiento, solo con el nombre la obtienen del sistema que tiene el registro civil que ya se encontraría interconectado con todas las dependencias del estado.

Así se colocaría la primera piedra para desbaratar esta madeja de trámites innecesarios, costosos y molestos para la ciudadanía, si sacrificando algo de los ingresos municipal a cambio de brindar un servicio de primer mundo.


¿Verdad que es relativamente simple modernizar la administración pública estatal y municipal?


ffloresms@hotmail.com




El primer Registro Civil en México se estableció el 2 de noviembre de 1829, fue expedido en Oaxaca y normó nacimientos, matrimonios y muertes


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El origen del Registro Civil es eclesiástico y corresponde a los registros parroquiales que implementaron los sacerdotes españoles regulados por el artículo “La paz y el testamento”, luego de su llegada a América, donde registraban bautizos, matrimonios o fallecimientos.

Desde el siglo XVII (Astrid Rojas, 2005), se dice que la parroquia cobra importancia como fuente generadora de documentos a mediados del siglo XVI, con las normas canónicas que emanan del Concilio de Trento, celebrado entre 1543 y 1562, al legislarse diversos capítulos sobre la vida y la actividad parroquial.

Los libros parroquiales sirvieron como fuente demográfica y social novohispana (Claude Morin, 1972), los registros eclesiásticos servían para verificar listas de tributarios para evitar la evasión fiscal. También se empleaban como libros de cuentas, pues los escribanos anotaban los bautizos y los entierros de “limosna”, y las sumas que se debían.

Como advertimos, el propósito del Registro Civil en la época colonial era meramente recaudatorio y tributario, sin embargo con las Leyes de Reforma de Benito Juárez, la creación del Registro Civil cambia el propósito y se convierte en un servicio de identidad y registro poblacional.

El primer Registro Civil en México se estableció el 2 de noviembre de 1829, fue expedido en Oaxaca y normó nacimientos, matrimonios y muertes; el 30 de enero de 1857 el presidente Ignacio Comonfort decretó la Ley Orgánica del Registro Civil.

Muchos años después, en el curso del año 2024 analizamos el rol que juega el Registro Civil y lo han regresado 400 años a su función meramente recaudatoria.

En la era moderna, en la era digital, los avances informáticos contrastan con esta “tramitología” onerosa para la ciudadanía, los especialistas aseguran que tiene un costo aproximado del 5 % del presupuesto mexicano, esto es equiparable al dinero que gasta el gobierno federal para toda la educación pública en el país.

Los gobiernos estatales pueden modernizar la prestación del servicio, evitando todo el “tramiterio” innecesario, costoso y que tanto incomoda al ciudadano.

Es relativamente sencillo y se resume a un problema de voluntad política, tan simple como instruir al Registro Civil del Estado de Tlaxcala que desarrolle un sistema informático robusto, interconectado con todas las instancias estatales que puedan requerir para sus trámites internos un acta de nacimiento.

Con ello, el ciudadano tlaxcalteca solo acudiría una sola ocasión a registrar a un bebé y nunca más, al interior de Tlaxcala volvería a necesitar un acta de nacimiento.

Cómo sería esta nueva etapa, como ejemplo, cuando pretendan registrar a un niño para preescolar, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ya no tendrá que requerir el acta de nacimiento, solo con el nombre la SEP jala del archivo digital del Registro Civil y la integra al expediente del recién inscrito.

Asimismo, si voy a sacar una licencia de manejo o un pasaporte, la secretaría de movilidad o la oficina de pasaportes ya no necesitan pedir actas de nacimiento, solo con el nombre la obtienen del sistema que tiene el registro civil que ya se encontraría interconectado con todas las dependencias del estado.

Así se colocaría la primera piedra para desbaratar esta madeja de trámites innecesarios, costosos y molestos para la ciudadanía, si sacrificando algo de los ingresos municipal a cambio de brindar un servicio de primer mundo.


¿Verdad que es relativamente simple modernizar la administración pública estatal y municipal?


ffloresms@hotmail.com




El primer Registro Civil en México se estableció el 2 de noviembre de 1829, fue expedido en Oaxaca y normó nacimientos, matrimonios y muertes


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