/ miércoles 23 de noviembre de 2022

Visión Empresarial | Presupuesto debe ser coherente

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es la propuesta de cómo y en qué se utilizarán los ingresos del gobierno, ingresos que provienen de nuestros impuestos, del cobro de derechos y servicios que prestan las autoridades, pero también recursos que se obtienen por deuda.

Tiene el potencial de ser una palanca para el crecimiento del país o para el empobrecimiento de la población, por eso es tan importante que el PEF para 2023 sea coherente con la realidad que viven las familias y con las necesidades en materia de salud, seguridad, educación e incluso para la vigencia de la democracia en el país.

En el Presupuesto 2023 se destinan alrededor de 356 mil millones de pesos (mdp) a seguridad, lo que implica un aumento de 7 por ciento con respecto al año anterior. Sin embargo, el principal aumento se encuentra en seguridad nacional con un aumento real de 13 por ciento, mientras que el aumento para Asuntos de Orden Público y Seguridad Interior es de solo 4 por ciento, es decir, el aumento en el gasto de seguridad privilegia a las instancias militares.

En cuanto al gasto que se envía a los estados y municipios (gasto federalizado), 31.6 mil mdp son para seguridad, lo que representa un aumento de 11 por ciento con respecto a lo aprobado para 2022. Sin embargo, este monto es 9 por ciento menor con respecto al monto destinado en 2019. Esto se explica por la eliminación de fondos etiquetados para seguridad como el FORTASEG.

Desde Coparmex, consideramos que la reincorporación de este fondo sería crucial para fortalecer la seguridad municipal ya que los recursos estaban destinados a la capacitación y mejora de equipamiento de policías municipales. El gasto en seguridad, por lo tanto, refleja una profunda disparidad y descuido de los recursos para policías locales; el más claro ejemplo es que sólo 0.4 por ciento del presupuesto que se va a estados y municipios, es para seguridad.

En materia educativa, el presupuesto será de 945 mil mdp que representa alrededor del 3 por ciento del PIB. Esto es un incremento real del 5 por ciento con respecto a lo aprobado para 2022. Sin embargo, este incremento se centra en Nómina Educativa y en dos programas: La Escuela es Nuestra y los Apoyos a Centros y Organizaciones de Educación. En ambos programas, los informes de la Auditoría Superior de la Federación muestran diversas irregularidades como la dificultad de identificar el destino de los recursos.

A pesar de que se ha profundizado el rezago educativo, el gasto en educación es más bajo del que teníamos previo a la pandemia. Preocupa que para 2023 no haya recursos específicos destinados a resarcir los rezagos de la pandemia en educación básica. En ese sentido, desde Coparmex hacemos un llamado para que se otorguen recursos a la Secretaría de Educación para que lleve a cabo un diagnóstico sólido sobre los rezagos generados a raíz de la pandemia y para que implemente una política pública concreta para revertirlos.

En materia de salud, el presupuesto destinado a este rubro será de 893 mil mdp que representa alrededor de 2.8 por ciento del PIB. Es un aumento de 4 con respecto al año anterior. A pesar de este aumento, detectamos reducciones en el presupuesto a programas destinados a la población sin seguridad social. Esto es relevante ya que 15 millones de mexicanos quedaron desprotegidos y sin acceso a los servicios de salud tras la desaparición del Seguro Popular y el fracaso del INSABI. (El porcentaje de la población con carencia por accesos de salud aumentó de 16.2% en 2018 a 28.2% en 2020). En particular, el programa IMSS-Bienestar tendrá una reducción real del 17 por ciento, por lo tanto, es un hecho que más mexicanos en 2023 se quedarán sin posibilidad de ser atendidos debidamente.

Por su parte, el presupuesto destinado a medicamentos gratuitos solo aumentará en 0.6 por ciento. Además, los programas de prevención del IMSS tendrán una reducción del 10 por ciento, y los de la Secretaría de Salud tendrán aumentos mínimos. La pandemia exhibió las carencias de nuestro sistema de salud, por lo que exigimos recursos suficientes para un sistema de salud que permita atender las necesidades preventivas y de atención para toda la población.

Hasta ahora vemos un PEF 2023 que genera dudas y no atiende debidamente las prioridades en seguridad, educación y salud que tenemos los mexicanos como sociedad. Desde el sector empresarial hacemos un llamado a la Cámara de Diputados para hacer los ajustes necesarios en función a las necesidades más sentidas como país y no a los intereses particulares de grupo o políticos.

*Presidente de la COPARMEX Tlaxcala.

  • Facebook: @NoeAltamiranoIslas


El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es la propuesta de cómo y en qué se utilizarán los ingresos del gobierno, ingresos que provienen de nuestros impuestos, del cobro de derechos y servicios que prestan las autoridades, pero también recursos que se obtienen por deuda.

Tiene el potencial de ser una palanca para el crecimiento del país o para el empobrecimiento de la población, por eso es tan importante que el PEF para 2023 sea coherente con la realidad que viven las familias y con las necesidades en materia de salud, seguridad, educación e incluso para la vigencia de la democracia en el país.

En el Presupuesto 2023 se destinan alrededor de 356 mil millones de pesos (mdp) a seguridad, lo que implica un aumento de 7 por ciento con respecto al año anterior. Sin embargo, el principal aumento se encuentra en seguridad nacional con un aumento real de 13 por ciento, mientras que el aumento para Asuntos de Orden Público y Seguridad Interior es de solo 4 por ciento, es decir, el aumento en el gasto de seguridad privilegia a las instancias militares.

En cuanto al gasto que se envía a los estados y municipios (gasto federalizado), 31.6 mil mdp son para seguridad, lo que representa un aumento de 11 por ciento con respecto a lo aprobado para 2022. Sin embargo, este monto es 9 por ciento menor con respecto al monto destinado en 2019. Esto se explica por la eliminación de fondos etiquetados para seguridad como el FORTASEG.

Desde Coparmex, consideramos que la reincorporación de este fondo sería crucial para fortalecer la seguridad municipal ya que los recursos estaban destinados a la capacitación y mejora de equipamiento de policías municipales. El gasto en seguridad, por lo tanto, refleja una profunda disparidad y descuido de los recursos para policías locales; el más claro ejemplo es que sólo 0.4 por ciento del presupuesto que se va a estados y municipios, es para seguridad.

En materia educativa, el presupuesto será de 945 mil mdp que representa alrededor del 3 por ciento del PIB. Esto es un incremento real del 5 por ciento con respecto a lo aprobado para 2022. Sin embargo, este incremento se centra en Nómina Educativa y en dos programas: La Escuela es Nuestra y los Apoyos a Centros y Organizaciones de Educación. En ambos programas, los informes de la Auditoría Superior de la Federación muestran diversas irregularidades como la dificultad de identificar el destino de los recursos.

A pesar de que se ha profundizado el rezago educativo, el gasto en educación es más bajo del que teníamos previo a la pandemia. Preocupa que para 2023 no haya recursos específicos destinados a resarcir los rezagos de la pandemia en educación básica. En ese sentido, desde Coparmex hacemos un llamado para que se otorguen recursos a la Secretaría de Educación para que lleve a cabo un diagnóstico sólido sobre los rezagos generados a raíz de la pandemia y para que implemente una política pública concreta para revertirlos.

En materia de salud, el presupuesto destinado a este rubro será de 893 mil mdp que representa alrededor de 2.8 por ciento del PIB. Es un aumento de 4 con respecto al año anterior. A pesar de este aumento, detectamos reducciones en el presupuesto a programas destinados a la población sin seguridad social. Esto es relevante ya que 15 millones de mexicanos quedaron desprotegidos y sin acceso a los servicios de salud tras la desaparición del Seguro Popular y el fracaso del INSABI. (El porcentaje de la población con carencia por accesos de salud aumentó de 16.2% en 2018 a 28.2% en 2020). En particular, el programa IMSS-Bienestar tendrá una reducción real del 17 por ciento, por lo tanto, es un hecho que más mexicanos en 2023 se quedarán sin posibilidad de ser atendidos debidamente.

Por su parte, el presupuesto destinado a medicamentos gratuitos solo aumentará en 0.6 por ciento. Además, los programas de prevención del IMSS tendrán una reducción del 10 por ciento, y los de la Secretaría de Salud tendrán aumentos mínimos. La pandemia exhibió las carencias de nuestro sistema de salud, por lo que exigimos recursos suficientes para un sistema de salud que permita atender las necesidades preventivas y de atención para toda la población.

Hasta ahora vemos un PEF 2023 que genera dudas y no atiende debidamente las prioridades en seguridad, educación y salud que tenemos los mexicanos como sociedad. Desde el sector empresarial hacemos un llamado a la Cámara de Diputados para hacer los ajustes necesarios en función a las necesidades más sentidas como país y no a los intereses particulares de grupo o políticos.

*Presidente de la COPARMEX Tlaxcala.

  • Facebook: @NoeAltamiranoIslas