La hidromiel, conocida como la bebida de los dioses, es elaborada partir de la fermentación de la miel, la cual, por su antigüedad, es la madre de las bebidas alcohólicas, precursora del vino y la cerveza.
Se estima que tiene más de cinco años desde que se creó por primera vez, cuyo brebaje era consumido por los celtas, romanos y vikingos.
Hoy en día, el también llamado ‘Vino de miel’, está retomando su rumbo en la industria moderna de bebidas artesanales.
De acuerdo con el portal Gourmet de México, tan solo en Estados Unidos ya existen más de 250 productoras de hidromiel o mead, tendencia que se espera sea tomada por México.
De notas dulces y cítricas, con un toque de acidez, la hidromiel posee propiedades nutritivas, propias de la miel, con un valor agregado debido a las características enzimáticas de la fermentación.
Su elaboración solo requiere de tres ingredientes: agua, levadura y miel, y si se desea, frutas, cereales o especias que aportan sabor. Además, existen diferentes tipos:
- Seco: hecha con un bajo contenido de azúcar
- Dulce: con alto porcentaje de azúcar
- Espumoso: lo brinda una efervescencia propia
- Gasificado: se proporciona una gasificación artificial
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