El brasier es una prenda que ha acompañado a decenas de generaciones femeninas y, aunque su estructura cambia con el tiempo, el objetivo es el mismo: brindar soporte al pecho.
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No obstante, la convención social del brasier ha llevado ese objetivo a nuevos terrenos: ocultar los pezones y unificar la figura. En ese sentido, un enorme debate cobra fuerza en los últimos años, se trata de si se debería o no eliminar la prenda del armario.
La opinión feminista
El Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM considera que, tradicionalmente, a las mujeres se les ha representado con mayor rigor físico. De hecho, el uso del brasier ha sido empleado para diseñar y moldear el cuerpo de las mujeres.
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De acuerdo con la investigadora Nelly Lucero Lara Chávez, el uso de brasier comenzó en el imperio romano para diferenciar al cuerpo femenino y así exaltar los senos a través de los primeros señuelos de brasier: el corsé. De hecho, este traje se asociaba a una exigencia de femineidad de aquella época.
Sin embargo, durante el periodo de la ilustración se desarrolló la primera ola del feminismo y, con ella, la rebelión contra el uso del corsé. Durante la segunda y tercera ola, las feministas afianzaron su discurso sin obtener resultados palpables.
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No es hasta 2011 que, durante la cuarta ola, se diversifica de manera más potente el discurso y ahora la generación millennial ha disminuido considerablemente su uso.
El uso del sostén, sobre todo para el feminismo, representa una exigencia patriarcal y en el devenir del tiempo se ha convertido en una indumentaria prescindible. En cambio, no usarlo configura un movimiento feminista hacia la libertad para decidir sobre sus propios cuerpos, dice el cuerpo académico de estudios de género.
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Lo que dicen los médicos
Para medir el tamaño de los pechos se utiliza la Escala de Tanner, la cual se divide en cuatro medidas, según Lizbeth Chinoya, ginecóloga de la UNAM.
El número uno se trata del pezón, el cual distingue a las niñas; el dos es cuando ya tiene un poco de grasa; el número tres se refiere a la copa B o C; y el cuatro es cuando la mujer está lactando y tiene una mayor cantidad de tejido.
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La experta explicó que no hay músculo en la mama, es decir, se trata únicamente de grasa acumulada en los pectorales. Pero esa grasa muchas veces llega a desarrollarse de más y puede ser incómoda para la mujer si no tienen un soporte que les ayude. Por eso, a muchas de ellas se les recomiendan sostenes especiales.
En conclusión, ¿es necesario utilizar el brasier? De acuerdo con la especialista, una mujer puede o no usar esta prenda y da lo mismo. Se trata de una connotación social y una oportunidad para identificar las necesidades personales.
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