La percepción sobre la figura del psicólogo ha cambiado entre los padres de familia, ya no conciben a este profesionista para atender a “locos” y ahora ven favorable integrarlo en la plantilla laboral de las escuelas, es necesario para brindar tratamiento a infantes de educación básica, comentaron en un sondeo realizado por El Sol de Tlaxcala.
Según los testimonios, este especialista tiene la capacidad de atender conductas agresivas, hiperactivas, introvertidas y hasta favorecer la relación entre compañeros, de ahí que recomendaron hacer uso de este recurso que tienen algunas escuelas públicas.
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La Unesco puntualiza que lograr un entorno psicosocial positivo en la escuela contribuye en la creación de un ambiente que propicia la enseñanza-aprendizaje eficaz, los aspectos que están involucrados en este proceso son la calidad de las relaciones personales en la institución, el bienestar de docentes y alumnos, la educación social y emocional, entre otros. Además, la presencia de psicólogos en las escuelas representan una alternativa de la Secretaría de Educación Pública para combatir la violencia entre el sector educativo.
Al respecto, Andrea Muñoz, madre de familia de un menor, indicó que al detectar que su hijo tiene un problema, debe brindarle ayuda y no negarle la oportunidad de superar ese inconveniente, entonces si la escuela brinda atención psicológica, ella dará la autorización sin dudarlo.
Además, Carmen Maldonado, mamá de un niño que cursa el tercer año de primaria, compartió que su hijo tuvo actitudes agresivas con algunos de sus compañeros y la escuela lo canalizó para recibir terapias, después de un tiempo de sesiones, aseguró que el profesionista ayudó al menor a controlar sus acciones, de ahí que recomendó ampliamente hacer uso de este recurso gratuito que ofrecen las instituciones públicas.
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En contraste, Angelica Maldonado, madre de un infante de ocho años de edad, indicó que el estudiante es violentado por sus compañeros, quienes le quitan sus útiles escolares y le hacen comentarios despectivos, pese a que ha recibido terapia psicológica en la escuela, no ha logrado ganar confianza.