No existe un perfil que caracterice a los niños, niñas y adolescentes violentos, pues tenerlo sería estigmatizarlos y va contra sus derechos humanos, mencionó Verónica Cobo Téllez, integrante del equipo de la Licenciatura en Educación Inicial y Gestión de Instituciones en la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
La especialista también trabaja en la defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes, así como en sistemas de protección, de ahí que puntualizó que las personas no actúan igual que otras, pues se desenvuelven en situaciones diferentes, tienen vidas distintas y sus impulsos biológicos, químicos y físicos son distintos, entonces no deben ser etiquetados.
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Por lo tanto, precisó que no podría indicar actitudes que definan los psicópatas, de hecho, la ciencia sigue batallando con ese tema y continúan los estudios sobre los comportamientos de los asesinos seriales, pero no existe un patrón que los defina.
Aseguró que el contexto familiar influye en las actitudes de los infantes, pues si cuentan con padres hostiles, controladores, voluntariosos y que deciden por los menores podría derivar en un escolar violento.
Explicó que existen muchas corrientes sobre la interpretación de la violencia en niñas, niños y adolescentes, pero la mayoría de esos análisis determinan que esas situaciones de agresión están gestadas en función del contexto sociocultural que viven los menores.
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Entonces, acotó que la culpa es de los progenitores y no de los educandos, quienes no tienen un gen o chip para que se vuelvan violentos, aunque sí podrían tener una tendencia para serlo, pero realmente son los adultos quienes ocasionan esa situación.
Por ello, recomendó a los padres de familia asumir su responsabilidad y brindar una educación integral, cuidado cariñoso, sensible y atender sus derechos humanos, autonomía progresiva e interés superior del menor, con esto habrá menos problemas en el transcurso de vida de los niños, niñas y adolescentes. Además, en su vida adulta podrán tener una mejor integración, cumplir metas y ejercer libertades.
El cuidado cariñoso, sensible evita problemas en el desarrollo de los menores, afirma Verónica Cobo Téllez, especialista de la Autónoma de Tlaxcala.
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