Después de ser despedido hace 14 años de una empresa a la que dedicó 30 años de su vida, Apolinar Hernández creyó que las puertas se le cerraban, pero en el campo encontró la alternativa que lo sacó adelante.
A sus 62 años, dijo que se mantiene productivo al sembrar y cultivar lechuga, brócoli, fresa, cúrcuma, tomillo, nopal y frijol en el barrio de Metecatlán, que es donde tiene su casa.
Añadió que sus principales consumidores son sus vecinos, quienes buscan productos frescos y naturales, de ahí que ha encontrado la forma para vivir y costear los servicios en su vivienda.
Mencionó que hace más de diez años, mientras caminaba con dirección a su casa, vio que un vecino cultivaba nopal, algo que llamó su atención y decidió acercarse a preguntar.
Posteriormente, buscó asesoría de la Secretaría de Fomento Agropecuario, donde aprendió a elaborar composta, lombricomposta, así como a sembrar las plantas, germinar y cultivar.
Indicó que cada día sus vecinos lo visitan para comprar las hortalizas que produce, de ahí que acude a su terreno, de 75 metros de largo por ocho de ancho, para cultivar y tener un ingreso.
Precisó que su actividad no requiere mucha inversión de tiempo ni dinero, por lo que puede dedicarse a otras actividades de manera simultánea.
A nuestra edad podemos salir adelante y aprovechar el tiempo, si se puede alcanzar las metas, los que tienen un espacio en su casa pueden producir y de ahí poder comer y tener un ingreso
Apolinar Hernández
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