Debido a la alta salinidad que posee la tierra del municipio de Santa Ana Nopalucan, el científico del Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada (CIBA) del Instituto Politécnico Nacional, Miguel Ángel Villalobos López, logró obtener una serie de bacterias del género rhizobium que, al actuar en este tipo de suelos, así como en áridos, mejoran la producción de biomasa de los cultivos de maíz y frijol.
Al respecto, el también catedrático del CIBA, organismo ubicado en Santa Inés Tecuexcomac de Ixtacuixtla, señaló que en el pasado ciclo agrícola ya se logró obtener la primera cosecha a la cual se le colocó este producto y los resultados fueron en la calidad y tamaño de los granos.
Asimismo, detalló que la función que realiza este tipo de bacterias, al asociarse con las raíces de las plantas, es fijar el nitrógeno del ambiente para que este sea aprovechado y tome parte de las proteínas vegetales para crear masa vegetal, pues sin el biofertilizante esta acción no sería posible.
Por otro lado, Villalobos López indicó que, en el caso del frijol, estas bacterias realizan la misma función de fijar el nitrógeno de manera natural, pues este es el elemento más abundante y del que más necesitan las plantas para poder crecer, por lo que el biofertilizante cumple la función de un agroquímico, el cual está compuesto principalmente de nitrógeno, pero sin los daños colaterales que esta causa al medio ambiente.
Finalmente, refirió que para obtener la patente de este producto depende de varios factores, espera que el próximo año puedan comenzar a comercializarlo.
PRUEBAS
Las pruebas en distintos suelos continúan, por lo que el investigador invitó a campesinos a que se acerquen al CIBA para probar los beneficios de este producto y, además, contribuyan con la investigación.