En Tlaxcala, el sacerdocio vive una crisis vocacional que se ha arraigado con el paso de los años, afirmó el vocero de la Diócesis en la entidad, Ranulfo Rojas Bretón.
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A propósito del Día del Sacerdote, que conmemora la iglesia universal este Jueves Santo, el párroco con 35 años de ordenamiento sostuvo que lo que lo mantiene vigente en la profesión es ver con alegría su labor; sin embargo, esto no ha sido suficiente para muchos de sus homólogos.
El párroco del municipio de Chiautempan señaló que la crisis no es nueva, pues cada vez existe un mayor desinterés por la ordenación de sacerdotes, por lo que actualmente hay un aproximado de 125 clérigos y en los últimos cuatro años 35 han dejado su servicio, 19 de ellos por causa de muerte y 16 más por crisis existenciales.
¿Por qué es Día del Sacerdote? El Jueves Santo se recuerda La Última Cena de Jesús, en la que el nazareno compartió con sus discípulos el cuerpo y su sangre, lo que se instituyó en misas como una forma de recordarlo. El acto fue tomado por la iglesia católica como la institución del sacerdocio y la eucaristía, por eso es contemplada para la renovación de votos y promesas de quienes se dedican a la profesión, fecha en la que se reserva la eucaristía y se lleva a un tabernáculo o sagrario en donde se vela toda la noche.
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Antes el sacerdocio era visto como una forma de vida que iba contra la cultura, por ser orientada al servicio y no a la preservación de la especie humana, hoy en día es una decisión impulsada por la vocación.
ESTRUCTURA FORMATIVA REQUIERE DE COMPROMISO
Para el presbítero Ranulfo Rojas Bretón el sacerdocio debe ser tomado como un compromiso serio, pues la formación es bastante amplia, lo que muchas veces pone en duda la vocación de los interesados.
El proceso de formación incluye cuatro áreas específicas relacionadas con la dimensión humana, espiritual, intelectual y pastoral.
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Los estudios eclesiásticos comienzan con un curso introductorio o propedéutico, prosiguen tres años de formación filosófica y cuatro de teología, así como uno o dos años de servicio, lo que para muchos se vuelve un reto complicado de alcanzar.
Rojas Bretón sostiene que cumplir con esta profesión no solo es de formación académica, sino que integra una imagen social y de servicio a la comunidad, que hace difícil el proceso normativo.
Sumado a ello, está la privación para hacer una vida familiar, optar por una vida de célibe, lo que provoca que muchos de los aspirantes se queden en el camino y muy pocos cumplan con ordenarse.
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MOMENTO CRÍTICO EN EL SACERDOCIO
El vocero de la Diócesis de Tlaxcala admitió que la pederastia se ha convertido en un problema importante de la iglesia; no obstante, aclaró que con los años ha disminuido, pues al menos en el último lustro en la entidad no se han hecho denuncias por este delito y solo existen dos señalamientos.
Pero esta situación ha causado que algunos jóvenes que se internan en el seminario para dedicarse al sacerdocio desistan de su intención, truncando sus estudios para buscar servir desde otro esquema.
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Hoy vivimos un momento en el que todo mundo opina, todo mundo habla y obviamente la gente que respeta a las instituciones pues las ve y genera un momento crítico en el discernimiento, porque socialmente no es muy atractivo lo que se ve, apuntó el párroco.
Sumado a la debilidad vocacional, durante la pandemia murieron 19 sacerdotes en Tlaxcala y por crisis existenciales, de edad, y formación 16 sacerdotes han decidido abandonar sus votos.
De acuerdo con datos oficiales,125 sacerdotes se dedican a oficiar, cifra que no se ve incrementada, pues en los últimos años sólo se han dado de una o tres ordenaciones por anualidad.
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Además, actualmente en el seminario menor que integra las áreas de preparatoria, filosofía, teología y años de servicio, sólo cuenta con 70 estudiantes.
Es un momento de crisis y donde tenemos que seguir trabajando fuertemente en la vocación profesional, tenemos que hacer cultivo vocacional para trabajarlo con los niños y los adolescentes. Hoy estamos redescubriendo caminos y veo un despertar para llamar a la vocación y un reflorecimiento, concluyó.
EL APUNTE
Las comunidades siguen demandando los servicios de párrocos, principalmente, después de la pandemia al sentir la necesidad de cercanía de la religión.
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