Comprar un vehículo que resultó con reporte de robo vigente tiene hoy a Rigoberto N., de 45 años de edad, debatiéndose entre la vida y la muerte en el Hospital General de Tlaxcala.
Al ser internado hace un mes en el Centro de Reinserción Social (Cereso), ubicado en la capital, fue víctima de extorsión por parte de integrantes de una presunta banda que opera al interior del penal y que es liderada por un sujeto al que apodan “El Mariguas”.
Al no poder pagar ocho mil pesos que le exigían a cambio de no hacerle daño, la mañana del pasado sábado fue brutalmente golpeado, al grado de ser hospitalizado y desde ese día se encuentra intubado en el área de cuidados intensivos y se le declaró en coma.
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Ante esta situación, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana iniciaron una investigación para proceder en contra de los responsables.
De acuerdo con la señora madre de Rigoberto N., su hijo es originario de Nativitas, pero desde hace varios años tiene su domicilio junto con su esposa e hijos en el municipio de La Magdalena Tlaltelulco, donde es propietario de una vulcanizadora.
No obstante, fue detenido el pasado julio por elementos de la Policía de Investigación al descubrir que la una unidad en que circulaba tenía reporte vigente de robo.
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El lote de autos en el que Rigoberto N. compró la unidad vehicular está ubicado sobre la carretera Vía Corta Chiautempan-Puebla, propiedad de Luis Jorge N., quien a pesar de que ha sido buscado para ser entrevistado por este Diario, se ha negado.
Los padres Rigoberto N. afirmaron que se enteraron del caso porque, al ser detenido su hijo, fue brutalmente golpeado por elementos de la Policía de Investigación de la PGJE, al grado de que fue internado en el Hospital General de Tlaxcala.
Una vez que fue dado de alta a principios de este mes de agosto, fue trasladado al Cereso de Tlaxcala para que enfrente su proceso penal; incluso, sus familiares pagaron a un abogado la cantidad de 30 mil pesos, con la garantía de que enfrentaría su proceso en libertad, pero no fue así.
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Fue así que el pasado 25 de agosto, durante la visita de los días jueves, la madre de Rigoberto lo visitó en la estancia de imputados para llevarle comida y al despedirse le dejó mil pesos por si se le ofrecía algo.
La sorpresa fue que al día siguiente Rigoberto N. se puso en contacto con su familia para pedirles ocho mil pesos, pues algunos internos en presunta complicidad con custodios le exigieron esa cantidad como “derecho de piso” y presunta protección.
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Y al no lograr juntar ese dinero para pagarlo, la mañana del sábado 27 de agosto fue brutalmente golpeado e inmediatamente internado en el Hospital General de Tlaxcala, ante las graves lesiones que presuntamente le provocaron integrantes de la banda de “El Mariguas”.
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