Un hombre de 33 años de edad, originario de Santa Ana Nopalucan, se convirtió en la prueba fiel de que “cuando te toca, ni aunque te quites… cuando no te toca, ni aunque te pongas”.
Y es que la noche de ayer Alberto N. sufrió un doble accidente al circular sobre el Libramiento Tlaxcala, pero de ambos hechos logró salvar la vida.
El exceso de velocidad provocó que alrededor de las 23:00 horas perdiera el control y se impactara contra el muro de concreto del Periférico y su vehículo Jetta, color verde, con placas de Tlaxcala, quedara totalmente destrozado de la parte frontal y con sus cuatro llantas hacia arriba.
Para su fortuna, salió ileso y logró salir de la unidad, pero al intentar darse a la fuga para evadir alguna responsabilidad, fue atropellado a unos 150 metros del sitio en el que volcó, a la altura de la desviación a San Lucas Cuauhtelulpan.
El atropellamiento le provocó a Alberto N. una fractura expuesta en la pierna derecha, por lo que quedó tendido en medio de un charco de sangre en los carriles que dirigen de Totolac a Chiautempan.
Varios conductores que en ese momento circulaban por la zona lograron esquivar el cuerpo y, de forma humanitaria, decidieron detener su marcha para evitar que otros automovilistas lo arrollaran y le arrebataran la vida.
Alrededor de 30 minutos después arribaron paramédicos de la Cruz Roja para atender al herido, estabilizarlo y trasladarlo de urgencia a un hospital para su atención especializada, en la que será necesario una cirugía de reconstrucción de su pierna.
En tanto, elementos de la Dirección de Seguridad Pública y Vialidad de Tlaxcala, así como de la Policía Federal, abanderaron la zona para evitar otro percance y ordenaron el retiro del vehículo para su traslado a un corralón y puesta a disposición.
Alberto N. estuvo consciente en todo momento y proporcionó su identificación oficial para que sus datos generales fueran conocidos y solicitar el apoyo de su familia.
También puedes leer: