/ jueves 7 de octubre de 2021

Espacio INE | La redistritación que viene

  • Andrés Corona Hernández*

Apenas se proyectó la nueva distritación que por Ley tiene que realizarse al término de cada censo de población, cuando ya hay voces de que el Instituto Nacional Electoral (INE) está en contra de algunas entidades por quitarle distritos y pasarlas a otras para favorecer al PRIAN. Nada más falso y alejado de la realidad, esto es un procedimiento técnico que nada tiene que ver con que si las entidades son gobernadas por un partido o u otro.

La explicación es muy sencilla, para quien quiera entenderla sin filias ni fobias partidistas o ideológicas. El Instituto solo puede hacer lo que expresamente la Ley le faculta; así las cosas, el artículo 53 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece lo siguiente: “La demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales será la que resulte de dividir la población total del país entre los distritos señalados. La distribución de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se hará teniendo en cuenta el último censo general de población, sin que en ningún caso la representación de una entidad federativa pueda ser menor de dos diputados o diputadas de mayoría.

Para la elección de los 200 diputados y diputadas según el principio de representación proporcional y el Sistema de Listas Regionales, se constituirán cinco circunscripciones electorales plurinominales en el país conformadas de acuerdo con el principio de paridad, y encabezadas alternadamente entre mujeres y hombres cada periodo electivo. La Ley determinará la forma de establecer la demarcación territorial de estas circunscripciones”.

La próxima elección tendrá una conformación en distritos uninominales distinta a la que tuvo en 2021 y las circunscripciones plurinominales también serán distintas. Se trata de que cada entidad federativa no esté ni sobre ni subrepresentada en relación con la población que tiene. Hay múltiples factores que provocan la movilidad población, entre ellos están la inseguridad, la falta de empleos, el cambio de clima que modifica los hábitos de cultivo etc.

Lo que le corresponde al INE es actualizar la geografía electoral con base en el censo de población de 2020, cifras que proporcionó el INEGI. Se busca también que haya proporcionalidad entre los distritos electorales, es decir, mantener una media con un porcentaje más menos. Si la división de la población total del país de 126'014,024, entre los 300 distritos uninominales el promedio de población es de 420,047, que puede ser más menos un porcentaje y no haya desviaciones numéricas muy marcadas entre distritos.

Con los datos del INEGI del último censo de población las entidades que pierden distritos, porque disminuyó su población son las siguientes:

Ciudad de México 2; Guerrero 1; México 1; Michoacán 1; Tamaulipas 1; Veracruz 1.

Por el contrario, las entidades que ganan distritos debido al incremento de la población son las siguientes:

Baja California 1; Coahuila 1; Nuevo León 2; Puebla 1; Querétaro 1; Yucatán 1.

Visto de esta manera, se puede decir que es, un juego de suma cero, las entidades que pierden distritos otras los ganan. La Ciudad de México es la única que registra disminución constante en las últimas redistritaciones, lo que significa que las personas emigraron y buscaron otros destinos como Querétaro o Puebla. El caso significativo es Nuevo León, que gana dos distritos y dos entidades más del norte ganan uno.

La actualización de la geografía electoral para cada entidad federativa es una simple operación aritmética. Es el total de la población dividido entre el promedio nacional para cada distrito y el resultado es el número de distritos electorales uninominales que le corresponde. Ni más ni menos.

  • *Vocal Ejecutivo de la 01Junta Distrital / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala
  • Andrés Corona Hernández*

Apenas se proyectó la nueva distritación que por Ley tiene que realizarse al término de cada censo de población, cuando ya hay voces de que el Instituto Nacional Electoral (INE) está en contra de algunas entidades por quitarle distritos y pasarlas a otras para favorecer al PRIAN. Nada más falso y alejado de la realidad, esto es un procedimiento técnico que nada tiene que ver con que si las entidades son gobernadas por un partido o u otro.

La explicación es muy sencilla, para quien quiera entenderla sin filias ni fobias partidistas o ideológicas. El Instituto solo puede hacer lo que expresamente la Ley le faculta; así las cosas, el artículo 53 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece lo siguiente: “La demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales será la que resulte de dividir la población total del país entre los distritos señalados. La distribución de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se hará teniendo en cuenta el último censo general de población, sin que en ningún caso la representación de una entidad federativa pueda ser menor de dos diputados o diputadas de mayoría.

Para la elección de los 200 diputados y diputadas según el principio de representación proporcional y el Sistema de Listas Regionales, se constituirán cinco circunscripciones electorales plurinominales en el país conformadas de acuerdo con el principio de paridad, y encabezadas alternadamente entre mujeres y hombres cada periodo electivo. La Ley determinará la forma de establecer la demarcación territorial de estas circunscripciones”.

La próxima elección tendrá una conformación en distritos uninominales distinta a la que tuvo en 2021 y las circunscripciones plurinominales también serán distintas. Se trata de que cada entidad federativa no esté ni sobre ni subrepresentada en relación con la población que tiene. Hay múltiples factores que provocan la movilidad población, entre ellos están la inseguridad, la falta de empleos, el cambio de clima que modifica los hábitos de cultivo etc.

Lo que le corresponde al INE es actualizar la geografía electoral con base en el censo de población de 2020, cifras que proporcionó el INEGI. Se busca también que haya proporcionalidad entre los distritos electorales, es decir, mantener una media con un porcentaje más menos. Si la división de la población total del país de 126'014,024, entre los 300 distritos uninominales el promedio de población es de 420,047, que puede ser más menos un porcentaje y no haya desviaciones numéricas muy marcadas entre distritos.

Con los datos del INEGI del último censo de población las entidades que pierden distritos, porque disminuyó su población son las siguientes:

Ciudad de México 2; Guerrero 1; México 1; Michoacán 1; Tamaulipas 1; Veracruz 1.

Por el contrario, las entidades que ganan distritos debido al incremento de la población son las siguientes:

Baja California 1; Coahuila 1; Nuevo León 2; Puebla 1; Querétaro 1; Yucatán 1.

Visto de esta manera, se puede decir que es, un juego de suma cero, las entidades que pierden distritos otras los ganan. La Ciudad de México es la única que registra disminución constante en las últimas redistritaciones, lo que significa que las personas emigraron y buscaron otros destinos como Querétaro o Puebla. El caso significativo es Nuevo León, que gana dos distritos y dos entidades más del norte ganan uno.

La actualización de la geografía electoral para cada entidad federativa es una simple operación aritmética. Es el total de la población dividido entre el promedio nacional para cada distrito y el resultado es el número de distritos electorales uninominales que le corresponde. Ni más ni menos.

  • *Vocal Ejecutivo de la 01Junta Distrital / Instituto Nacional Electoral en Tlaxcala