/ martes 2 de mayo de 2023

Tintero | Mitómano

Mentir se ha convertido en el deporte favorito de muchos políticos. Parafraseando al cantautor guatemalteco Ricardo Arjona: "el problema no es que mientas, el problema es que te creo".

Su música puede no gustar a muchos, me incluyo, pero la frase es precisa y encaja en lo que es y ha sido, hasta ahora, la política mexicana.

Todos, quienes aspiran a un cargo público, prometen cambiar al mundo, cuando menos a este país y no cumplen. Puras mentiras. Cada seis años, ofrecen una especie de "mexicolandia", un lugar maravilloso al que sí, en efecto, sólo unos cuantos disfrutan.

Mentir es lo de moda, solo que millones de personas no sólo creen en ello, sino que lo disfrutan.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha hecho de la mentira una "psicología popular", ni siquiera es una estrategia gubernamental, es algo que se le da en forma natural.

La mitomanía es un trastorno psicológico de la conducta que lleva a una persona a mentir compulsivamente. Inventa anécdotas fantásticas de manera repetitiva con la finalidad de obtener un beneficio de manera inconsciente que suele ser atención, admiración y hasta evitar un castigo.

Generalmente no retomo frases de otras personas porque siempre he sostenido que cada quien tienen la capacidad de pensar por sí mismo, pero como este tema lo desconozco, reescribo lo de Alexander Pope, poeta británico: “el que dice una mentira no se da cuenta del trabajo que emprende, tiene que inventar otras mil para sostener la primera”.

El tema es complicado. Hay personas que caen en la mitomanía y hacen de la mentira su forma de vida.

El mitómano es, en términos clínicos, una persona que fantasea con la vida.

Lo delicado es que, si ejerce un cargo político, pone en riesgo la integridad de miles o millones de personas porque sus decisiones no están apegadas a la realidad.

El mal fue descrito por primera vez en la literatura médica en 1898 por Anton Delbrück y, a pesar de ser un asunto controvertido, ha sido definida como una invención inconsciente y demostrable de acontecimientos muy poco probables y fácilmente refutables.

De acuerdo con especialistas en la materia, la palabra mitomanía está formada con raíces griegas y significa "tendencia incontrolable de mentir". Sus componentes léxicos son: mythos (historia fantástica que narra las acciones de los dioses y héroes de la antigüedad) y manía (furia, rabia, excitación).

Vamos por partes. López Obrador dice que vive o ha vivido sin cargos públicos con 200 pesos al día. Difícil de creer pues cuando en 2006 perdió, por soberbio, la presidencia de la Republica ante Felipe Calderón Hinojosa, diputados y senadores hacían una "vaquita" para darle 50 mil pesos mensuales. ¿Y los 200 pesos al día?

Ahora que ejerce el principal cargo público de este país, todo se le paga con los impuestos de los mexicanos: comida, ropa, luz, transporte, medicamentos, servicios médicos de primera y no IMSS e ISSSTE, agua, ropa, estancia para dormir, servidumbre y hasta papel higiénico porque, hasta donde se sabe, ningún titular del Ejecutivo sale de Palacio Nacional para ir a comprar despensa y lo que usa íntimamente.

Argumenta que gana de los libros que escribe. Ni sus seguidores los compran y el salario de su señora esposa, como investigadora, no es suficiente para costear los estudios de su hijo en el extranjero y un teléfono de lujo con plan mensual.

Solo se engaña a quien se quiere engañar, para López Obrador todos son corruptos y solo él es pulcro aun cuando sus hermanos presuntamente reciben a su nombre fajos de dinero y él usa calzado de no menos de 30 mil pesos. Solo le gusta que lo adulen.

No vamos lejos, en Tlaxcala una persona sin cargo público alguno no podría vivir con 200 pesos al día

Detallo: De una madre soltera que no tiene automóvil, esta es su bitácora y no son extremos, con dos hijos, debe levantarse a las 06:00 horas a preparar el desayuno y "lunch" escolar el que gastó no menos de 350 pesos a la semana, el transporte escolar cuesta ocho pesos por persona, si son dos más ella 24 pesos, a su regreso a casa paga otros ocho pesos y para trasladarse a su trabajo otros ocho pesos.

Cuando termina sus actividades es la misma historia. Sí, como no, con 200 pesos. Falsedad pura.

Dice el Banco de México que México creció en materia económica 1.5 %. Qué bueno, pero eso en qué beneficia a las familias. Pregunto. ¿La gente debe salir corriendo a las calles desnuda, quizá con una hoja de maple cubriendo sus geniales, gritando que "crecimos más de uno por ciento"?

Luego entonces, aunque sea PRI, PAN y MORENA, sigue siendo la misma historia.

El poder no transforma a las personas, sólo las muestra tal como son. Al tiempo

Mentir se ha convertido en el deporte favorito de muchos políticos. Parafraseando al cantautor guatemalteco Ricardo Arjona: "el problema no es que mientas, el problema es que te creo".

Su música puede no gustar a muchos, me incluyo, pero la frase es precisa y encaja en lo que es y ha sido, hasta ahora, la política mexicana.

Todos, quienes aspiran a un cargo público, prometen cambiar al mundo, cuando menos a este país y no cumplen. Puras mentiras. Cada seis años, ofrecen una especie de "mexicolandia", un lugar maravilloso al que sí, en efecto, sólo unos cuantos disfrutan.

Mentir es lo de moda, solo que millones de personas no sólo creen en ello, sino que lo disfrutan.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha hecho de la mentira una "psicología popular", ni siquiera es una estrategia gubernamental, es algo que se le da en forma natural.

La mitomanía es un trastorno psicológico de la conducta que lleva a una persona a mentir compulsivamente. Inventa anécdotas fantásticas de manera repetitiva con la finalidad de obtener un beneficio de manera inconsciente que suele ser atención, admiración y hasta evitar un castigo.

Generalmente no retomo frases de otras personas porque siempre he sostenido que cada quien tienen la capacidad de pensar por sí mismo, pero como este tema lo desconozco, reescribo lo de Alexander Pope, poeta británico: “el que dice una mentira no se da cuenta del trabajo que emprende, tiene que inventar otras mil para sostener la primera”.

El tema es complicado. Hay personas que caen en la mitomanía y hacen de la mentira su forma de vida.

El mitómano es, en términos clínicos, una persona que fantasea con la vida.

Lo delicado es que, si ejerce un cargo político, pone en riesgo la integridad de miles o millones de personas porque sus decisiones no están apegadas a la realidad.

El mal fue descrito por primera vez en la literatura médica en 1898 por Anton Delbrück y, a pesar de ser un asunto controvertido, ha sido definida como una invención inconsciente y demostrable de acontecimientos muy poco probables y fácilmente refutables.

De acuerdo con especialistas en la materia, la palabra mitomanía está formada con raíces griegas y significa "tendencia incontrolable de mentir". Sus componentes léxicos son: mythos (historia fantástica que narra las acciones de los dioses y héroes de la antigüedad) y manía (furia, rabia, excitación).

Vamos por partes. López Obrador dice que vive o ha vivido sin cargos públicos con 200 pesos al día. Difícil de creer pues cuando en 2006 perdió, por soberbio, la presidencia de la Republica ante Felipe Calderón Hinojosa, diputados y senadores hacían una "vaquita" para darle 50 mil pesos mensuales. ¿Y los 200 pesos al día?

Ahora que ejerce el principal cargo público de este país, todo se le paga con los impuestos de los mexicanos: comida, ropa, luz, transporte, medicamentos, servicios médicos de primera y no IMSS e ISSSTE, agua, ropa, estancia para dormir, servidumbre y hasta papel higiénico porque, hasta donde se sabe, ningún titular del Ejecutivo sale de Palacio Nacional para ir a comprar despensa y lo que usa íntimamente.

Argumenta que gana de los libros que escribe. Ni sus seguidores los compran y el salario de su señora esposa, como investigadora, no es suficiente para costear los estudios de su hijo en el extranjero y un teléfono de lujo con plan mensual.

Solo se engaña a quien se quiere engañar, para López Obrador todos son corruptos y solo él es pulcro aun cuando sus hermanos presuntamente reciben a su nombre fajos de dinero y él usa calzado de no menos de 30 mil pesos. Solo le gusta que lo adulen.

No vamos lejos, en Tlaxcala una persona sin cargo público alguno no podría vivir con 200 pesos al día

Detallo: De una madre soltera que no tiene automóvil, esta es su bitácora y no son extremos, con dos hijos, debe levantarse a las 06:00 horas a preparar el desayuno y "lunch" escolar el que gastó no menos de 350 pesos a la semana, el transporte escolar cuesta ocho pesos por persona, si son dos más ella 24 pesos, a su regreso a casa paga otros ocho pesos y para trasladarse a su trabajo otros ocho pesos.

Cuando termina sus actividades es la misma historia. Sí, como no, con 200 pesos. Falsedad pura.

Dice el Banco de México que México creció en materia económica 1.5 %. Qué bueno, pero eso en qué beneficia a las familias. Pregunto. ¿La gente debe salir corriendo a las calles desnuda, quizá con una hoja de maple cubriendo sus geniales, gritando que "crecimos más de uno por ciento"?

Luego entonces, aunque sea PRI, PAN y MORENA, sigue siendo la misma historia.

El poder no transforma a las personas, sólo las muestra tal como son. Al tiempo