Así como las hojas de los árboles cambian de color durante el año, las frutas también maduran en distintas épocas. Con la llegada de las primeras lluvias de la temporada y el incesante calor de primavera, se despiden los vibrantes tonos de la granada, la uva y los tejocotes. Mientras que los reflejos de otras frutas comienzan a aparecer en esta en estos días, cada una con sus propias ventajas nutricionales. Aquí te contamos por qué es importante consumirlas.
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Primero que nada, debemos saber que en el frío del invierno nuestro cuerpo reclama más nutrientes y vitamina C para conservar su calor y fortalecer el sistema inmune, pero en el calor de la primavera y verano nuestro cuerpo gasta menos calorías, pero requiere más agua. En ese sentido, todas las frutas de la temporada están repletas de ella.
La primavera es una de las estaciones del año más ricas en alimentos frescos, y entre marzo y junio podemos encontrar: fresa, limón, mango, melón, papaya, plátano, tamarindo, naranja, toronja, guanábana, manzana, piña, pera y sandía, principalmente.
BENEFICIOS
Las fresas son conocidas por su alto contenido de antioxidantes, como la vitamina C, que ayudan a combatir los radicales libres y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Además, estas pequeñas frutas rojas son ricas en fibra, lo que contribuye a una buena digestión y a la salud cardiovascular.
El mango, conocido popularmente como el rey de las frutas, es una excelente fuente de vitaminas A y C. La vitamina A es crucial para la salud ocular y el sistema inmunológico, mientras que la vitamina C promueve una piel sana y protege contra infecciones. Además, los mangos contienen compuestos bioactivos que tienen propiedades antiinflamatorias.
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El melón, por su parte, es una fruta refrescante y baja en calorías, ideal para la hidratación debido a su alto contenido de agua. También es rico en vitamina C y potasio, que ayudan a mantener el equilibrio de los electrolitos y a mejorar la función muscular. Su contenido en fibra es beneficioso para la salud digestiva.
La papaya es famosa por facilitar la digestión de las proteínas. Además, es una excelente fuente de vitamina C, vitamina A y folato. Su consumo regular puede fortalecer el sistema inmunológico y favorecer la salud de la piel.
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Las naranjas son sinónimo de vitamina C, lo que las convierte en un poderoso aliado para evitar enfermedades. Además, su contenido en fibra y potasio es beneficioso para la salud cardíaca y la regulación de la presión arterial.
La piña contiene bromelina, una enzima que ayuda en la digestión y tiene propiedades antiinflamatorias. Además, es rica en vitamina C y manganeso, esenciales para el sistema inmunológico y la salud ósea, respectivamente. Su alto contenido de agua también ayuda a la hidratación y a la eliminación de toxinas.
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Las peras son una excelente fuente de fibra dietética, lo que promueve una buena salud digestiva y regula los niveles de azúcar en la sangre. También contienen antioxidantes como la vitamina C y cobre, que protegen las células del daño oxidativo y fortalecen el sistema inmunológico.
La sandía es conocida por su alto contenido de agua, lo que la hace perfecta para la hidratación. También es rica en licopeno, un antioxidante que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, contiene vitaminas A y C, que benefician la salud ocular y el sistema inmunológico.
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¿POR QUÉ CONSUMIR DE TEMPORADA?
Es importante favorecer el consumo de las frutas locales y de temporada por su sabor, pero también para reducir nuestro impacto en el medio ambiente.
Las frutas antes mencionadas tienen mayor probabilidad de que hayan madurado al sol y estén recolectadas en su punto óptimo de maduración, por lo tanto, que sean más sabrosas que aquellas que maduran durante el transporte o que están producidas en invernaderos.
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Tomemos en cuenta que los alimentos provenientes de estos sitios suelen ser transportadas en avión, en barco o en camión, tres medios muy contaminantes para el planeta debido a las emisiones de carbono que generan. Además, para evitar que las frutas maduren demasiado rápido durante el transporte se recubren con productos químicos que permiten su conservación. A esto hay que sumarle el uso de plaguicidas en la agricultura industrial, productos que destruyen la biodiversidad, contaminan el agua y suelen usar materiales plásticos para protegerlos durante el transporte.
CONSEJOS DE COMPRA
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Lo ideal para evitar la contaminación del planeta es comprar las frutas en el mercado local o en pequeños negocios que ofrecen sus propias cosechas. No solo favorecerás el comercio local, también te ahorrarás algunos pesos en la bolsa.
Ya que, si te conviene comprar en su supermercado, fíjate en el origen y la estacionalidad en los empaques. Cuantas más frutas compres producidas de manera ecológica, local y de temporada, más limitarás la huella de carbono.
Finalmente, comer productos de temporada ayuda también a reducir el uso de insumos y mantiene la estabilidad en nuestros campos. Además, las frutas locales se pueden comprar sin ningún envase, directamente del agricultor o pasando por muy pocos intermediarios. Menos envases significa menos residuos.