¡No eres el único! En los días más calurosos del año la energía disminuye naturalmente en la mayoría de la población y el sueño se presenta desde las primeras horas del día, sin embargo, combatir el cansancio es algo que no todos consiguen con éxito.
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Lo primero que debes saber al respecto es que existen diferentes razones por las que las personas sufren los estragos de la primavera con sobredosis de vitamina D, pero tres de ellas encabezan la lista. A continuación, te compartimos cuáles son y cómo las puedes superar.
EL CUERPO TRABAJA MÁS
Para intentar controlar la temperatura en el organismo, nuestro cuerpo trabaja a marchas forzadas durante los días calurosos. Aunado a esto, el ritmo cardíaco y la tasa metabólica también pueden aumentar con el aumento de temperatura exterior. En conjunto, todo este esfuerzo fisiológico extra puede hacer que te sientas cansado o con sueño durante el día.
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Para sobreponerse a esos síntomas intenta comer más equilibrado que nunca, aumentar la ingesta de frutas y hacer de los vegetales el platillo principal. La manzana y la acelga son ejemplos de alimentos ideales para aumentar la energía en el cuerpo.
Durante esta temporada es mejor evitar los carbohidratos y alimentos secos como el pan o la carne en grandes cantidades.
DESHIDRATACIÓN
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El cuerpo humano está conformado mayormente por agua, por lo que no es novedad que necesita estar siempre hidratado para funcionar adecuadamente. En los días más soleados se pierde líquido en el cuerpo, incluso si se está en reposo.
Lo anterior se debe a que tu cuerpo trabaja duro para mantenerse fresco y en parte porque puedes estar perdiendo fluidos a través de la sudoración. La fatiga es uno de los principales síntomas de la deshidratación, que puede aumentar el riesgo de agotamiento por calor.
Las opiniones médicas son dispares en lo que corresponde al consumo de agua, pero en general, se puede considerar que beber de dos a tres litros de agua al día durante los días calurosos es más que suficiente para mantenerse hidratado.
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CAMBIOS QUÍMICOS DEL CUERPO
Al pasar mucho tiempo bajo el sol, los rayos ultravioletas penetran en la piel y genera cambios químicos que se traducen en fatiga y desánimo durante el día. Cuando estos factores se combinan, lo más común es que el sueño se apodere del cuerpo e imposibilite la realización de actividades diarias.
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Para evitar esta situación, evita pasar demasiado tiempo bajo el rayo del sol especialmente entre las 11:00 y las 18:00 horas. Ya que, si es necesario, puedes intentar usar sombrero, gorra o paraguas con el fin de que los rayos no lleguen directamente a la cabeza.
En cuanto a la vestimenta, lo mejor es elegir tonos oscuros o brillantes, así como telas densamente tejidas como la mezclilla, que absorbe menor cantidad de rayos. Además, es recomendable la ropa holgada y considerar que mientras más piel esté cubierta del sol, mejor será tu protección.
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