Stenomacra marginella es, probablemente, el insecto más visto en los parques de Tlaxcala y el más conocido por nombre común. Muchos les llaman Willi, chinche roja, brujita o cogelón, debido a su alta actividad reproductiva.
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Seguramente en la infancia llamó tu atención por su peculiar manera de aparearse, pero dentro de su fascinante taxonomía eso no es lo único interesante. Este pequeño insecto negro con manchas rojas o anaranjadas efectivamente es una chinche, ¡pero no de las que se alimentan de sangre! Esto es lo que debes saber sobre ellos.
NO REPRESENTAN PELIGRO PARA SERES HUMANOS
Las chinches de cama (Cimicidae) son uno de los grandes temores humanos debido a su rápida propagación e incómodas picaduras, pero Stenomacra marginella es una especie de la familia Largidae, la única del género presente en México.
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En ese sentido, no representan ningún peligro para los seres humanos ni otros seres vivos. A diferencia de las primeras, los “cogelones” prefieren otro tipo de alimento que encuentran entre los árboles.
Por otro lado, la especie que reina en los parques suele reunirse en grupos muy abundantes, pero no se considera una plaga debido a que se presenta solamente una generación por año.
Durante su etapa juvenil, estos insectos colorean su tórax con tonos cálidos muy brillantes, esto le hace pensar a muchas personas que son venenosos, sin embargo, es un color de advertencia para sus depredadores ante su sabor desagradable, pero no son tóxicos.
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POSEEN VALOR ECOSISTÉMICO
Ya que es alimento alternativo para depredadores y parásitos, además de servir potencialmente como un depredador de plagas, Stenomacra marginella es considerado un estabilizador del agroecosistema.
Su dieta está basada en la savia de las plantas, sus propios huevos, excremento de pájaros, así como numerosas especies que conforman el arbolado urbano. Los animales que se alimentan de todo tipo de materia orgánica se llaman detritívoros y son aplaudidos por su utilidad para limpiar el jardín.
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TIENEN UNA FASCINANTE ACTIVIDAD DE ESTUDIO
Los adultos están presentes desde finales del invierno hasta mediados del verano, son activos durante el día y se mueven con facilidad de un árbol a otro.
Para su reproducción el macho presenta un órgano copulador llamado edeago retráctil y un par de ganchos de queratina, mientras que las hembras presentan un par de placas que cubren los genitales y en el interior una estructura esférica de queratina que le permite almacenar el esperma llamado espermateca. Al iniciar la cópula, los machos abren las placas de las hembras por medio de sus ganchos e introducen el edeago, el macho gira 180 grados de la hembra para quedar en una posición cola-cola.
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La oviposición o puesta de huevos inicia en el mes de mayo y se prolonga hasta fines de julio. Las masas de huevos son puestas en diferentes partes del hospedante, que normalmente es la corteza de árboles, e incluso en estructuras no vegetales como bardas o piedras.
Las crías nacen a partir de junio, casi siempre protegidas por los adultos hasta su crecimiento absoluto en invierno. Una vez que alcanza el estado adulto tanto los machos como las hembras pueden aparearse múltiples veces durante el día, ¡de ahí el promiscuo nombre con el que les fue bautizado!
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Conforme lo hacen, forman grupos cada vez más numerosos, que pueden constar de varios cientos de individuos.
¿CORREN PELIGRO?
La mayoría de los hemípteros son silvestres, por lo que este grupo está indudablemente afectado por la disminución de áreas naturales. Estos espacios constituyen hábitats valiosos para ellos, así como otros organismos que viven de manera equilibrada en el suelo de conservación.