Este jueves ocho de junio en diversos templos se celebra Corpus Christi, es decir, la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, fiesta de la Iglesia católica en honor a la eucaristía.
La fecha se define al calcular 60 días después del Domingo de Resurrección, por lo que no es una fecha fija, pero suele ser cada año el jueves posterior al noveno domingo de la primer luna llena de primavera.
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Además, en México esta fecha también es conocida como el Día de las Mulas, pues este día se acostumbra a regalar mulas de hojas de maíz en agradecimiento a épocas de abundancia, que previo a la evangelización la población prehispánica ofrecía estos obsequios a sus dioses.
La celebración eclesiástica tiene la finalidad de proclamar y aumentar la fe de los creyentes en la presencia real de Jesucristo en el sacramento, a través del culto de adoración.
De acuerdo con datos de la Diócesis de Tlaxcala esta celebración tiene su origen en un milagro eucarístico del siglo XIII, mientras se desarrollaba el culto público, la procesión del Cuerpo y Sangre de Cristo que se realiza después de la misa principal del día es la más importante de todas las procesiones.
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A mediados del siglo XIII, Pedro de Praga, dudaba de la presencia real de Cristo en la eucaristía, por lo que en peregrinación a la ciudad de Roma pidió una gracia especial, a su retorno se percató de que había un rastro de sangre sobre el corporal (paño litúrgico de color blanco que se coloca sobre el altar), en forma de hostia consagrada.
Ante estos hechos, el Papa Urbano IV estableció la celebración del Corpus Christi para la Iglesia universal todos los jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.