El año pasado, desde el inicio de la pandemia por Covid-19, la religión católica registró un notable impacto en las vocaciones sacerdotales. La economía y la situación de salud afectaron el ingreso de los jóvenes para tener una formación como sacerdote.
Lo anterior no significa que hayan perdido la fe o dejado de amar a Cristo, más bien se trató de una situación inesperada, de ahí que los acontecimientos sociales disminuyeron hasta en un 30 % el número de aspirantes al Seminario de Tlaxcala.
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Así lo reveló Alejandro Miguel Tetlalmatzi Saucedo, integrante de la Comisión del equipo de pastoral vocacional diocesano, quien destacó que Tlaxcala es una de la entidad con el mayor número de seminaristas.
Explicó que para ser sacerdote los interesados deben tener una formación en el interior del seminario, la cual tiene un costo, aunque es el más bajo de la entidad, muchas familias, al perder su empleo, solo contaron con los recursos necesarios para las necesidades básicas.
Por ello, destacó la importancia de realizar trabajos de información, motivación y participación en las parroquias, pues Dios es el motor de las vocaciones y dirige los corazones de quienes deciden servir al señor.
- Durante el año, el Seminario de Tlaxcala realiza diversas actividades juveniles con la finalidad de acercarlos a Dios o concretar su vocación de servir.
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