Con vivencias completamente diferentes, Carolina y Araceli usaron un medicamento que cuesta alrededor de 500 pesos y cuya venta no requiere receta médica.
Araceli lo hizo porque cuando quedó embarazada recién se había incorporado a la universidad y en sus planes no estaba el ser madre.
Sin todavía confirmar su embarazo buscó la manera de abortar sin que sus papás se enteraran, fue así que se supo de la medicina que usó en varias ocasiones y en diversas dosis. Logró abortar y a las pocas semanas siguió con su vida de manera normal.
La situación de Carolina fue diferente, pues en un lapso de tres años tuvo dos interrupciones de embarazo.
En la primera ocasión que se embarazó fue recién que había terminado la educación secundaria y su corta edad, el no tener una solvencia económica, una estabilidad emocional y tener otros planes de vida, la motivaron para abortar.
Ayudada por una amiga y de su entonces pareja sentimental compró el medicamento y se lo autoministró, pero hubo complicaciones y fue internada de urgencia en un hospital en donde le practicaron un legrado para salvar su vida.
Tres años después, por segunda ocasión interrumpió su embarazo, pero esta vez lo hizo acompañada de integrantes de la DDESER en la Ciudad de México, en donde el aborto por decisión propia sí está permitido.
LAS JÓVENES QUE PERDIERON LA VIDA
La DDESER Tlaxcala dio seguimiento a los casos de las dos jóvenes que murieron en 2018 después de someterse a una interrupción ilegal del embarazo.
El primero de ellos ocurrió a inicios de 2018 cuando María acudió a una clínica de Chiautempan para someterse a un aborto ilegal, pero las cosas se complicaron horas después y murió en el Hospital General de Tlaxcala -donde llegó para ser atendida- a consecuencia de una hemorragia obstétrica.
Meses después, entre octubre y noviembre de 2018, la asociación civil documentó el caso de Viridiana, una joven que perdió la vida en el Hospital de la Mujer, sitio al que llegó con una grave infección no controlada y provocada por la interrupción ilegal de su embarazo practicada en un hospital de Apizaco.
- 1,704 abortos fueron practicados durante el 2018 en la entidad
- 486 interrupciones de embarazo se han practicado en lo que va del 2019
Además de las clínicas y la herbolaria, para la interrupción de su embarazo las mujeres han recurrido al uso de un medicamento que combate las úlceras gástricas, y que suministrado en altas dosis puede ocasionar una hemorragia.
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