La reubicación de comerciantes ambulantes que todos los días se instalan en las inmediaciones del centro comercial Aurrera, en la capital tlaxcalteca, quedó en el olvido tras el anuncio que autoridades municipales dieron a conocer en 2023.
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A mediados de noviembre pasado, los ambulantes fueron retirados de los espacios que ocupaban en las calles Guillermo Barroso Corichi y Zitlalpopocatl, bajo el argumento de que conflictuaban el tránsito vial y peatonal, además de no contar con el permiso para vender en la zona.
Esta situación evidenció irregularidades, pues los comerciantes informales señalaron que ellos sí pagaban un permiso para la venta de sus productos y para ello les era entregado un recibo con el sello oficial del ayuntamiento, aunque carente de número de serie. En respuesta, el ayuntamiento de Tlaxcala negó que estos cobros fueran hechos por personal de su administración y, por el contrario, refirió que los sellos no correspondían al ayuntamiento y que las personas identificadas no laboraban en la administración municipal, pero habían sido identificados como colaboradores de administraciones pasadas.
A pesar de los señalamientos, a la fecha el municipio no ha detallado si ya emprendió acción legal por estos hechos y si existe un culpable por los cobros que se hicieron a los comerciantes informales.
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ANTECEDENTE
El ayuntamiento de Tlaxcala anunció que después de la temporada decembrina los ambulantes serían reubicados de la zona, con el objetivo era garantizar el libre tránsito de los peatones y evitar complicaciones al transporte privado y público.
Tras diferentes protestas encabezadas por los comerciantes ambulantes y apoyadas por el Movimiento Antorcha Campesina, el acuerdo alcanzado con el municipio era que les permitirían las ventas en la temporada alta, debido a que ya habían adquirido su mercancía, después de este plazo los cambiarían a un nuevo espacio de venta.
No obstante, han pasado tres meses y en la zona ya no se habla de la reubicación.