/ viernes 19 de febrero de 2021

Anatomía de lo Social | Anarquía

El anarquismo en la política va de la mano con el subjetivismo en la filosofía.

Bertrand Russell

Desafortunadamente, para las personas comunes ocurren, en lo cotidiano, algunas acciones donde se afectan no solo los niveles particulares, sino además en los niveles generales, evidenciándose la falta de capacidad de quienes tienen la responsabilidad de realizar, bien sea una obra pública o una campaña de salud; por otro lado, también las omisiones demuestran la falta de visión o el desconocimiento de un modelo de planeación, donde el resultado define a quienes, en su caso, carecen de experiencia, o bien no cuentan con los perfiles adecuados para desempeñarse en las funciones o responsabilidades de un cargo. Por eso, es necesario hacer notar esas deficiencias, para que alguien asuma la responsabilidad de lo que ocurre, en consecuencia, se tomen decisiones para solucionar los problemas hasta hoy ignorados.

Un buen ejemplo es el caos provocado por las obras de “mejoramiento” en las calles aledañas a la central camionera; obras realizadas con tal lentitud que pareciera están esperando el fin del periodo de gobierno para entregarlas; desde luego, para quienes tienen el infortunio de ocupar esas vialidades, se encuentran con tantas incomodidades que resulta un calvario hacer ese recorrido; por otro lado, si se tiene que viajar usando el trasporte de la central, no hay ninguna indicación para saber por dónde se puede ingresar, ni tampoco existen elementos de vialidad para que ayuden al buen tránsito de usuarios y vehículos; sin ninguna autoridad competente, ni trabajador de la empresa contratista para ayudar, todo es una verdadera anarquía para malestar de todos.

De igual manera, esta situación también es notable en algunas instituciones, cuando las aglomeraciones son tan cotidianas que poco les importa a las autoridades si se han cuidado los protocolos de seguridad para las personas que acuden a realizar cualquier tipo de trámite o pago; quizá dentro de ellas se mantengan algunas medidas de control, sin embargo, en los exteriores nadie pone orden para organizar y controlar la afluencia de las personas.

Aunque existen otros muchos casos, el de mayor importancia en estos momentos es el total descontrol para poder llevar a buen puerto la encomienda de vacunar al total de la población contra la maligna Covid; primero, ni siquiera se sabe cómo o cuántas han sido las dosis para aplicarse en el estado; aunque se hable de estadísticas, estas dejan de ser valiosas en cuanto se esconden los números reales; por eso también es importante hacer notar las deficiencias en los procesos de aplicación para que la gente acuda a los centros a recibirla.

Más allá de los espacios, la desorganización y el descontrol han provocado un caos entre quienes pretenden vacunarse y el desconocimiento sobre el lugar donde les corresponde; peor aun cuando hay personas ya vacunadas sin tener la edad inicialmente elegida para recibir el antivirus; dicho de otra manera, hay personas que, se supone, se registraron en la plataforma y hasta ahorita no han recibido la notificación correspondiente; en contrasentido, se sabe de algunos casos que no han realizado ningún trámite, para empezar, y ya les han notificado supuestas fechas lugares y horarios para que se presenten en donde se les indica; a pesar de no tener la edad, ni ser derechohabiente, y ya se encuentran en la lista de espera para sus vacunas; obvio, no se responsabiliza a quienes se encuentran en este supuesto sino a la forma de su elección.

Ante las circunstancias; donde la relevancia deja de serlo, para convertirse en formas contradictorias para aparentar mantener un orden social; las instituciones se debilitan, pierden credibilidad, las relaciones interpersonales, se quedan de lado, para construir un modelo individualista en la realización de actividades, menospreciando, cuando relativamente ocurre, las normas instituidas por las mismas estructuras sociales; por eso, si las cosas mantienen su estatus quo; se crearan algunos problemas y, lo peor, el pueblo, quedará sumido en la supremacía de los más fuertes sobre los débiles, quedando en la indefensión, convirtiéndose todo en una absoluta anarquía.

El anarquismo en la política va de la mano con el subjetivismo en la filosofía.

Bertrand Russell

Desafortunadamente, para las personas comunes ocurren, en lo cotidiano, algunas acciones donde se afectan no solo los niveles particulares, sino además en los niveles generales, evidenciándose la falta de capacidad de quienes tienen la responsabilidad de realizar, bien sea una obra pública o una campaña de salud; por otro lado, también las omisiones demuestran la falta de visión o el desconocimiento de un modelo de planeación, donde el resultado define a quienes, en su caso, carecen de experiencia, o bien no cuentan con los perfiles adecuados para desempeñarse en las funciones o responsabilidades de un cargo. Por eso, es necesario hacer notar esas deficiencias, para que alguien asuma la responsabilidad de lo que ocurre, en consecuencia, se tomen decisiones para solucionar los problemas hasta hoy ignorados.

Un buen ejemplo es el caos provocado por las obras de “mejoramiento” en las calles aledañas a la central camionera; obras realizadas con tal lentitud que pareciera están esperando el fin del periodo de gobierno para entregarlas; desde luego, para quienes tienen el infortunio de ocupar esas vialidades, se encuentran con tantas incomodidades que resulta un calvario hacer ese recorrido; por otro lado, si se tiene que viajar usando el trasporte de la central, no hay ninguna indicación para saber por dónde se puede ingresar, ni tampoco existen elementos de vialidad para que ayuden al buen tránsito de usuarios y vehículos; sin ninguna autoridad competente, ni trabajador de la empresa contratista para ayudar, todo es una verdadera anarquía para malestar de todos.

De igual manera, esta situación también es notable en algunas instituciones, cuando las aglomeraciones son tan cotidianas que poco les importa a las autoridades si se han cuidado los protocolos de seguridad para las personas que acuden a realizar cualquier tipo de trámite o pago; quizá dentro de ellas se mantengan algunas medidas de control, sin embargo, en los exteriores nadie pone orden para organizar y controlar la afluencia de las personas.

Aunque existen otros muchos casos, el de mayor importancia en estos momentos es el total descontrol para poder llevar a buen puerto la encomienda de vacunar al total de la población contra la maligna Covid; primero, ni siquiera se sabe cómo o cuántas han sido las dosis para aplicarse en el estado; aunque se hable de estadísticas, estas dejan de ser valiosas en cuanto se esconden los números reales; por eso también es importante hacer notar las deficiencias en los procesos de aplicación para que la gente acuda a los centros a recibirla.

Más allá de los espacios, la desorganización y el descontrol han provocado un caos entre quienes pretenden vacunarse y el desconocimiento sobre el lugar donde les corresponde; peor aun cuando hay personas ya vacunadas sin tener la edad inicialmente elegida para recibir el antivirus; dicho de otra manera, hay personas que, se supone, se registraron en la plataforma y hasta ahorita no han recibido la notificación correspondiente; en contrasentido, se sabe de algunos casos que no han realizado ningún trámite, para empezar, y ya les han notificado supuestas fechas lugares y horarios para que se presenten en donde se les indica; a pesar de no tener la edad, ni ser derechohabiente, y ya se encuentran en la lista de espera para sus vacunas; obvio, no se responsabiliza a quienes se encuentran en este supuesto sino a la forma de su elección.

Ante las circunstancias; donde la relevancia deja de serlo, para convertirse en formas contradictorias para aparentar mantener un orden social; las instituciones se debilitan, pierden credibilidad, las relaciones interpersonales, se quedan de lado, para construir un modelo individualista en la realización de actividades, menospreciando, cuando relativamente ocurre, las normas instituidas por las mismas estructuras sociales; por eso, si las cosas mantienen su estatus quo; se crearan algunos problemas y, lo peor, el pueblo, quedará sumido en la supremacía de los más fuertes sobre los débiles, quedando en la indefensión, convirtiéndose todo en una absoluta anarquía.