/ viernes 24 de junio de 2022

Anatomía de lo Social | Economía

Hay dos clases de economistas; los que quieren hacer más ricos a los ricos y los que queremos hacer menos pobres a los pobres.

José Luís Sampedro

Solamente para fundamentar un criterio respecto de cómo pueden entenderse algunos de los procesos donde la sociedad encuentra la forma de sostener su crecimiento, es preciso recurrir a la economía, sin caer necesariamente en alguna corriente teórica, aunque sí tomando en consideración algunos elementos que la constituyen y, por obviedad, forman parte de la economía de un país. En este sentido, se destacan las industrias de alta tecnología, producción de petróleo, explotación de minerales y manufactura.

Con esta base de sostenimiento, se puede suponer, entonces, que los elementos constitutivos, ahora convertidos en factores, aportan sus ingresos para lograr el desarrollo económico, en este caso de México; este desarrollo implica, así debiera ser, el incremento en el bienestar de la población, así como el mejoramiento en los indicadores de salud, educación, esperanza de vida, entre otras cosas, además, se deben tener cubiertas las necesidades básicas y el acceso a las nuevas tecnologías.

En este mismo orden de ideas, el concepto de desarrollo económico se refiere a la capacidad que tiene un país de generar riqueza, que se debe reflejar en la calidad de vida de los habitantes, su capacidad productiva, en la distribución de los productos y el consumo e intercambio de bienes y servicios.

En este ideal de lo que puede lograrse, la economía debe ser el soporte del desarrollo y crecimiento de un país, sin embargo, a pesar de tener los recursos suficientes para lograrlo, se encuentran intereses ajenos que lo obstaculizan, particularmente de quienes se han apropiado de las fuentes de producción, convirtiéndose en monopolizadores, así como en la generación de riquezas individuales. Lo peor, a pesar de las cantidades multimillonarias que se adjudican, evaden el pago de los impuestos correspondientes, provocando que los indicadores para el desarrollo se vean afectados.

Con base en la premisa anterior y en la ambigüedad de lo que debe ser y lo que es, existen serias dificultades para lograr lo que se pretende, desde el ámbito de la economía y el desarrollo. encontrándose, en algunos casos, fundamentados en estudios aplicados por algunas universidades del país, registros por créditos incobrables e inversiones simuladas por algunos bancos y mineras, que habrían evadido hasta 62 mil 957.7 millones de pesos de sus obligaciones fiscales entre 2015 y 2019, resultados de los estudios realizados y solicitados por el Sistema de Administración Tributaria.

El sector minero, con la participación de capitales extranjeros, en particular, se encuentra en minuciosa investigación, detectándose también que este tipo de empresas dejaron de reportar sus ingresos reales, evadiendo el pago de sus impuestos, como grande contribuyente, por una cantidad de 19 mil 134.7 millones de pesos entre 2016 y 2019.

Más allá de las formas defraudadoras, constituidas como un delito, así como de las multimillonarias cantidades no reportadas, todo se traduce, justamente, a las limitantes para lograr un Desarrollo Económico natural, es decir, por las cantidades no recaudadas se tienen graves problemas que han provocado el estancamiento, tanto de la economía como del desarrollo, por eso, es imperioso que las autoridades correspondientes actúen con imparcialidad y sancionen, de acuerdo a las leyes, a estos empresarios cuyas riquezas han sido producto de un saqueo al país.

Seguramente que, en este supuesto, deben hallarse otras empresas de diferentes sectores que han evadido sus obligaciones tributarias, por lo tanto, también deben ser sujetas de investigación y de aplicación de las sanciones pertinentes, para beneficio del desarrollo económico y social de México.

Mención aparte merecen las instituciones bancarias, aunque algunas consideradas como evasoras, también deben ser consideradas como agiotistas, pues constituyen, en un doble sentido, uno de los obstáculos principales para impedir que se cumplan los principios de bienestar social, al tener cautivos y sujetos a millones de deudores, cobrándoles altos intereses en caso de otorgarles cualquier tipo de crédito.

Con el beneficio de la duda, por el interés mostrado para involucrarse en rescatar los dineros del pueblo, debe ser imperioso llegar hasta las últimas consecuencias para el beneficio de todos, particularmente en lo que respecta a la salud y la educación. Donde no deben escatimarse los recursos para aumentar, por ejemplo, el número de especialistas en el sector, así como el aumento de presupuesto para la investigación, cuyos aportes servirán para robustecer el desarrollo económico del país.

Para terminar, ojalá fuera posible, las leyes tributarias, deban modificarse, con el propósito de liberar de las presiones a quienes apenas si reciben un ingreso medianamente decoroso para sobrevivir, y son hostigados por el SAT para hacer declaraciones sin sentido, quedando expuestos a una multa si no se cumple. Se agregan los estudiantes a esta lista, pues para hacer un trámite les exigen la firma electrónica, también los modestos trabajadores deben presentar en el área de los recursos humanos la cédula de situación fiscal, su incumplimiento puede provocar la retención del pago. En fin, ojalá y todas las medidas usadas para la recuperación de las millonarias cantidades de dinero, sirvan para retomar la senda del desarrollo y, al mismo tiempo, mejorar al país en su economía.

Hay dos clases de economistas; los que quieren hacer más ricos a los ricos y los que queremos hacer menos pobres a los pobres.

José Luís Sampedro

Solamente para fundamentar un criterio respecto de cómo pueden entenderse algunos de los procesos donde la sociedad encuentra la forma de sostener su crecimiento, es preciso recurrir a la economía, sin caer necesariamente en alguna corriente teórica, aunque sí tomando en consideración algunos elementos que la constituyen y, por obviedad, forman parte de la economía de un país. En este sentido, se destacan las industrias de alta tecnología, producción de petróleo, explotación de minerales y manufactura.

Con esta base de sostenimiento, se puede suponer, entonces, que los elementos constitutivos, ahora convertidos en factores, aportan sus ingresos para lograr el desarrollo económico, en este caso de México; este desarrollo implica, así debiera ser, el incremento en el bienestar de la población, así como el mejoramiento en los indicadores de salud, educación, esperanza de vida, entre otras cosas, además, se deben tener cubiertas las necesidades básicas y el acceso a las nuevas tecnologías.

En este mismo orden de ideas, el concepto de desarrollo económico se refiere a la capacidad que tiene un país de generar riqueza, que se debe reflejar en la calidad de vida de los habitantes, su capacidad productiva, en la distribución de los productos y el consumo e intercambio de bienes y servicios.

En este ideal de lo que puede lograrse, la economía debe ser el soporte del desarrollo y crecimiento de un país, sin embargo, a pesar de tener los recursos suficientes para lograrlo, se encuentran intereses ajenos que lo obstaculizan, particularmente de quienes se han apropiado de las fuentes de producción, convirtiéndose en monopolizadores, así como en la generación de riquezas individuales. Lo peor, a pesar de las cantidades multimillonarias que se adjudican, evaden el pago de los impuestos correspondientes, provocando que los indicadores para el desarrollo se vean afectados.

Con base en la premisa anterior y en la ambigüedad de lo que debe ser y lo que es, existen serias dificultades para lograr lo que se pretende, desde el ámbito de la economía y el desarrollo. encontrándose, en algunos casos, fundamentados en estudios aplicados por algunas universidades del país, registros por créditos incobrables e inversiones simuladas por algunos bancos y mineras, que habrían evadido hasta 62 mil 957.7 millones de pesos de sus obligaciones fiscales entre 2015 y 2019, resultados de los estudios realizados y solicitados por el Sistema de Administración Tributaria.

El sector minero, con la participación de capitales extranjeros, en particular, se encuentra en minuciosa investigación, detectándose también que este tipo de empresas dejaron de reportar sus ingresos reales, evadiendo el pago de sus impuestos, como grande contribuyente, por una cantidad de 19 mil 134.7 millones de pesos entre 2016 y 2019.

Más allá de las formas defraudadoras, constituidas como un delito, así como de las multimillonarias cantidades no reportadas, todo se traduce, justamente, a las limitantes para lograr un Desarrollo Económico natural, es decir, por las cantidades no recaudadas se tienen graves problemas que han provocado el estancamiento, tanto de la economía como del desarrollo, por eso, es imperioso que las autoridades correspondientes actúen con imparcialidad y sancionen, de acuerdo a las leyes, a estos empresarios cuyas riquezas han sido producto de un saqueo al país.

Seguramente que, en este supuesto, deben hallarse otras empresas de diferentes sectores que han evadido sus obligaciones tributarias, por lo tanto, también deben ser sujetas de investigación y de aplicación de las sanciones pertinentes, para beneficio del desarrollo económico y social de México.

Mención aparte merecen las instituciones bancarias, aunque algunas consideradas como evasoras, también deben ser consideradas como agiotistas, pues constituyen, en un doble sentido, uno de los obstáculos principales para impedir que se cumplan los principios de bienestar social, al tener cautivos y sujetos a millones de deudores, cobrándoles altos intereses en caso de otorgarles cualquier tipo de crédito.

Con el beneficio de la duda, por el interés mostrado para involucrarse en rescatar los dineros del pueblo, debe ser imperioso llegar hasta las últimas consecuencias para el beneficio de todos, particularmente en lo que respecta a la salud y la educación. Donde no deben escatimarse los recursos para aumentar, por ejemplo, el número de especialistas en el sector, así como el aumento de presupuesto para la investigación, cuyos aportes servirán para robustecer el desarrollo económico del país.

Para terminar, ojalá fuera posible, las leyes tributarias, deban modificarse, con el propósito de liberar de las presiones a quienes apenas si reciben un ingreso medianamente decoroso para sobrevivir, y son hostigados por el SAT para hacer declaraciones sin sentido, quedando expuestos a una multa si no se cumple. Se agregan los estudiantes a esta lista, pues para hacer un trámite les exigen la firma electrónica, también los modestos trabajadores deben presentar en el área de los recursos humanos la cédula de situación fiscal, su incumplimiento puede provocar la retención del pago. En fin, ojalá y todas las medidas usadas para la recuperación de las millonarias cantidades de dinero, sirvan para retomar la senda del desarrollo y, al mismo tiempo, mejorar al país en su economía.