/ viernes 29 de octubre de 2021

Anatomía de lo Social | Mis tres amigos, el café y otras cosas

Lo único que no cambia es que todo cambia

Séneca

  • Preparados para recibir el puente largo de este periodo, donde algunos celebran el Halloween y otros las conmemoraciones a los Fieles Difuntos, o bien aprovechan para irse de paseo con la familia, así como también desatenderse de la rutina cotidiana, entre otras tantas cosas; como nosotros, que decidimos aprovecharla para reunirnos, y disfrutar la compañía de quienes hemos sido a lo largo de los años, verdaderos amigos, donde hemos compartido problemas y satisfacciones, siempre, a pesar de la diferencia de caracteres, nos hemos sobrellevado por más de cuatro décadas.

Como disponíamos de mucho tiempo para platicar, esta vez decidimos no involucrar nada que tuviera que ver con la política y los gobernantes, aunque sabía, de antemano, que tarde o temprano saldrían a relucir estos elementos, presentes en casi todas las actividades de la vida humana en sociedad. Instalados cómodamente en los lugares de costumbre, bueno, vacíos durante muchos meses por causa de la terrible pandemia.

Como siempre, hizo uso de la voz el amigo de la bonanza diciendo, a modo de pregunta, ¿Que les pareció el partido del miércoles de nuestra selección mexicana?, a mí, en lo personal me pareció muy interesante, pero, sobre todo, por ser parte de la preparación del equipo en vísperas del mundial de Qatar; obvio eso me emociona mucho, porque tal vez decida ir a ese evento mundialista.

Dichoso tú -intervino el amigo de las contrariedades y contradicciones- porque tienes el dinero para ello, aunque nada sepas de futbol, además de que, seguramente, será con los recursos públicos, como hacen otros personajes influyentes; por otro lado, se me hace que fuiste el único que vio ese partido tan soso y aburrido, que lo mencionaron brevemente en los noticiarios deportivos; mejor hubieras visto el segundo juego de la serie mundial, visto por millones de personas…

Deténganse un momento -dijo el amigo de la mesura- si bien es cierto que las preferencias deportivas se inclinaron más hacia el beisbol, hubo algunos que también miraron el juego de futbol aunque solo cuando los comerciales interrumpían por el inicio o final de una entrada; pero qué les parece -prosiguió- si mejor cada uno de nosotros habla de las cosas que se observan en la capital, desde luego con las posibilidades de que también ocurran en otros lugares; por ejemplo, hace rato que venía para acá, al pasar por frente al palacio, estuve a punto de caer por lo desnivelado del piso que colocaron en esa supuesta modernización del centro histórico; la verdad es una obra mal hecha…

Tienes razón -lo interrumpió quien le había precedido en la palabra-, y sin salirme del zócalo, les puedo decir que otra parte de las obras son de pésimo gusto; el haber mandado a ponerle a las fuentes en su interior una especie de azulejos que parecen mosaicos de baños públicos, da vergüenza, ¿cómo destruyeron la imagen colonial que tenían nuestras fuentes?; inclusive ya escuché comentarios negativos de turistas nacionales, al referirse que las fuentes perdieron su originalidad…

Sin mucho interés, el amigo de la buena economía se aprestó a decir su comentario: Bueno, para no desentonar y en mi defensa, estas obras no fueron en esta administración, así es que de alguna manera se deben escuchar para corregir, por ejemplo, más allá de la mala colocación de los adoquines, se tiene esa reducción en las vialidades del primer cuadro, se rebasaron los límites anteriores y le restaron espacio, es decir, si tú vienes en tu automóvil de la calle Guerrero, cruzas por Plaza de la Constitución al punto de terminar, te encuentras con una violenta reducción de la calle, lo que en algún momento provocará un accidente…

Eso no es todo -le interrumpieron nuevamente- el otro día mientras me aseaba el calzado, conté cuantas bicicletas circularon por, ni siquiera sé cómo llamarle, ciclo pista quizá, pero bueno, lo interesante fue que en un lapso de casi dos horas transitaron por esa brecha la importante cantidad de tres bicicletas, y eso que una era de un policía; lo que quiere decir que esa obra inútil e inservible deberá ser habilitada nuevamente para la circulación de vehículos de motor; bueno eso digo, aunque saben ustedes que ni coche tengo…

¿Cuántas cosas todavía podemos cuestionar, sin salirnos del primer cuadro de la ciudad?, -comentó el amigo de la mesura- todavía falta comentar la ausencia de los dragones que le daban vista a las luminarias del centro, hoy sustituidas parcialmente por unas que parecen paneles solares, obvio, le han puesto otra mancha a nuestro antiguo parque, lleno de historia, ahora afectada por una modernidad mal encausada…

Pidamos otra taza de café, les sugería a mis amigos, pues parece que hay mucha tela de donde cortar y sus comentarios, ojalá los escuchen quien deba de hacerlo…

Tienes razón -respondieron- tardaríamos mucho tiempo en señalar cada uno de los desperfectos hechos por la falta de visión de quienes, en su momento, fueron responsables de tantas cochinadas; y eso, nos falta comentar los problemas de circulación, el cierre de calles, la falta de agentes de vialidad en esquinas de mucha necesidad, la plaza del hot-dog, antes conocida como Xicohténcatl; la nueva central camionera, invadida en el frente por comerciantes ambulantes, tomemos el café para posteriormente seguir con nuestros comentarios…

Aceptada la moción, hicimos el espacio para después continuar con lo interrumpido…

Lo único que no cambia es que todo cambia

Séneca

  • Preparados para recibir el puente largo de este periodo, donde algunos celebran el Halloween y otros las conmemoraciones a los Fieles Difuntos, o bien aprovechan para irse de paseo con la familia, así como también desatenderse de la rutina cotidiana, entre otras tantas cosas; como nosotros, que decidimos aprovecharla para reunirnos, y disfrutar la compañía de quienes hemos sido a lo largo de los años, verdaderos amigos, donde hemos compartido problemas y satisfacciones, siempre, a pesar de la diferencia de caracteres, nos hemos sobrellevado por más de cuatro décadas.

Como disponíamos de mucho tiempo para platicar, esta vez decidimos no involucrar nada que tuviera que ver con la política y los gobernantes, aunque sabía, de antemano, que tarde o temprano saldrían a relucir estos elementos, presentes en casi todas las actividades de la vida humana en sociedad. Instalados cómodamente en los lugares de costumbre, bueno, vacíos durante muchos meses por causa de la terrible pandemia.

Como siempre, hizo uso de la voz el amigo de la bonanza diciendo, a modo de pregunta, ¿Que les pareció el partido del miércoles de nuestra selección mexicana?, a mí, en lo personal me pareció muy interesante, pero, sobre todo, por ser parte de la preparación del equipo en vísperas del mundial de Qatar; obvio eso me emociona mucho, porque tal vez decida ir a ese evento mundialista.

Dichoso tú -intervino el amigo de las contrariedades y contradicciones- porque tienes el dinero para ello, aunque nada sepas de futbol, además de que, seguramente, será con los recursos públicos, como hacen otros personajes influyentes; por otro lado, se me hace que fuiste el único que vio ese partido tan soso y aburrido, que lo mencionaron brevemente en los noticiarios deportivos; mejor hubieras visto el segundo juego de la serie mundial, visto por millones de personas…

Deténganse un momento -dijo el amigo de la mesura- si bien es cierto que las preferencias deportivas se inclinaron más hacia el beisbol, hubo algunos que también miraron el juego de futbol aunque solo cuando los comerciales interrumpían por el inicio o final de una entrada; pero qué les parece -prosiguió- si mejor cada uno de nosotros habla de las cosas que se observan en la capital, desde luego con las posibilidades de que también ocurran en otros lugares; por ejemplo, hace rato que venía para acá, al pasar por frente al palacio, estuve a punto de caer por lo desnivelado del piso que colocaron en esa supuesta modernización del centro histórico; la verdad es una obra mal hecha…

Tienes razón -lo interrumpió quien le había precedido en la palabra-, y sin salirme del zócalo, les puedo decir que otra parte de las obras son de pésimo gusto; el haber mandado a ponerle a las fuentes en su interior una especie de azulejos que parecen mosaicos de baños públicos, da vergüenza, ¿cómo destruyeron la imagen colonial que tenían nuestras fuentes?; inclusive ya escuché comentarios negativos de turistas nacionales, al referirse que las fuentes perdieron su originalidad…

Sin mucho interés, el amigo de la buena economía se aprestó a decir su comentario: Bueno, para no desentonar y en mi defensa, estas obras no fueron en esta administración, así es que de alguna manera se deben escuchar para corregir, por ejemplo, más allá de la mala colocación de los adoquines, se tiene esa reducción en las vialidades del primer cuadro, se rebasaron los límites anteriores y le restaron espacio, es decir, si tú vienes en tu automóvil de la calle Guerrero, cruzas por Plaza de la Constitución al punto de terminar, te encuentras con una violenta reducción de la calle, lo que en algún momento provocará un accidente…

Eso no es todo -le interrumpieron nuevamente- el otro día mientras me aseaba el calzado, conté cuantas bicicletas circularon por, ni siquiera sé cómo llamarle, ciclo pista quizá, pero bueno, lo interesante fue que en un lapso de casi dos horas transitaron por esa brecha la importante cantidad de tres bicicletas, y eso que una era de un policía; lo que quiere decir que esa obra inútil e inservible deberá ser habilitada nuevamente para la circulación de vehículos de motor; bueno eso digo, aunque saben ustedes que ni coche tengo…

¿Cuántas cosas todavía podemos cuestionar, sin salirnos del primer cuadro de la ciudad?, -comentó el amigo de la mesura- todavía falta comentar la ausencia de los dragones que le daban vista a las luminarias del centro, hoy sustituidas parcialmente por unas que parecen paneles solares, obvio, le han puesto otra mancha a nuestro antiguo parque, lleno de historia, ahora afectada por una modernidad mal encausada…

Pidamos otra taza de café, les sugería a mis amigos, pues parece que hay mucha tela de donde cortar y sus comentarios, ojalá los escuchen quien deba de hacerlo…

Tienes razón -respondieron- tardaríamos mucho tiempo en señalar cada uno de los desperfectos hechos por la falta de visión de quienes, en su momento, fueron responsables de tantas cochinadas; y eso, nos falta comentar los problemas de circulación, el cierre de calles, la falta de agentes de vialidad en esquinas de mucha necesidad, la plaza del hot-dog, antes conocida como Xicohténcatl; la nueva central camionera, invadida en el frente por comerciantes ambulantes, tomemos el café para posteriormente seguir con nuestros comentarios…

Aceptada la moción, hicimos el espacio para después continuar con lo interrumpido…