/ viernes 15 de mayo de 2020

Anatomía de lo Social | Pandemia vs educación

Mi reconocimiento a todos aquellos que se dedican a la noble tarea de enseñar, los maestros

Inesperada o no, la presencia de la Covid-19 ha provocado un terrible caos en casi todos los aspectos de las personas, principalmente, como se sabe, en la salud, causando, como una consecuencia, daños irreparables por la pérdida de la vidas humanas, sin evitar las graves afectaciones en la economía y sus derivaciones; entre otras tantas cosas, la falta de dinero circulante, desempleo, inseguridad, cierre de establecimientos comerciales, así como el crecimiento de la pobreza. Sin soslayar, específicamente, el conflicto generado en el sistema educativo nacional.

Bajo esta consideración y ante la posible expansión del virus, las autoridades educativas tomaron la decisión de suspender todas las actividades en las escuelas del país, desde hace dos meses aproximadamente, propiciándose con ello, la improvisación parcial en el cumplimiento de los programas y planes de estudios, con la intención de no causar mayores problemas en el cierre de los ciclos escolares, dando instrucciones a los responsables de los diferentes niveles, para adecuarse a las condiciones impuestas por la pandemia.

Por supuesto, no se puede negar, el interés demostrado para darle cumplimiento a lo dispuesto, sin embargo, también hubo, ante lo sorpresivo, improvisaciones con el propósito de cubrir los requisitos indispensables en el aprovechamiento de los estudiantes, antes de considerar si lo implementado daría los resultados esperados.

En este sentido, dadas las condiciones de modernidad tecnológica, se pensó en utilizar todos los instrumentos posibles con la intención de adecuarse al programa de "estudiar en casa" suponiendo que su operatividad lograría cumplir con los objetivos establecidos en los planes de estudios; es decir, así se entiende, lo importante para la Sep, es cumplir con los planes y programas sin afectar al calendario escolar; entendiéndose que los estudiantes de los niveles básicos y medios tendrían sus documentos para acreditarlos en los grados terminados.

Con todo esto, se puede inferir, el deterioro en el papel que desempeñan la escuela y los maestros, soslayando sus tareas de formación de los estudiantes, así como sus niveles de aprendizaje, se rompen las relaciones interpersonales junto con la comunicación, dejando atrás las preguntas junto con sus respuestas, mecanizando el pensamiento y la memorización, imposibilitando con ello, la retroalimentación de los contenidos científicos en las diferentes materias que se imparten; por otro lado, la socialización, queda fuera del contexto.

En la presunta aplicación de la tecnología, en la denominada educación a distancia, se pueden concebir tres formas diferentes, la primera, ubicada en los formatos digitales y redes sociales, le sigue la televisión y, por último, la que se usa en eventos radiofónicos, considerándose, de acuerdo al nivel, el uso correspondiente; de cualquier manera, aunque las buenas intenciones existen; el logro o el éxito en su aplicación quedará sometido en relación a sus resultados, así también en aquellos responsables de usar los medios en el pretendido final feliz de un ciclo escolar.

Por otro lado, sin tener un estudio riguroso que permita definir con claridad y precisión el óptimo funcionamiento de estos recursos didácticos, queda entonces la posibilidad de cuestionarlos; en el uso de los medios digitales, la saturación de las plataformas, rebasan las demandas de los usuarios; sin negar, el desconocimiento de muchos académicos para desarrollarlos con efectividad; en consecuencia, los resultados quedarán sometidos a una posible evaluación de los aprendizajes; desde luego, tampoco se puede omitir que, de acuerdo a las disciplinas de estudio, no siempre se podrá decir que el uso de los medios digitales pueden aplicarse para todas.

Finalmente, aunque se niegue, el formato de la educación a distancia hace notable la desigualdad social, pues la gran mayoría de los estudiantes no cuentan con los recursos económicos ni tecnológicos para estar en condiciones similares con sus pares; luego entonces, así se estima, este ciclo escolar, que inevitablemente se acaba, tendrá muchas deficiencias en sus objetivos, aunque los estudiantes, al finalizar, reciban sus constancias o certificados de terminación del ciclo.

Mi reconocimiento a todos aquellos que se dedican a la noble tarea de enseñar, los maestros

Inesperada o no, la presencia de la Covid-19 ha provocado un terrible caos en casi todos los aspectos de las personas, principalmente, como se sabe, en la salud, causando, como una consecuencia, daños irreparables por la pérdida de la vidas humanas, sin evitar las graves afectaciones en la economía y sus derivaciones; entre otras tantas cosas, la falta de dinero circulante, desempleo, inseguridad, cierre de establecimientos comerciales, así como el crecimiento de la pobreza. Sin soslayar, específicamente, el conflicto generado en el sistema educativo nacional.

Bajo esta consideración y ante la posible expansión del virus, las autoridades educativas tomaron la decisión de suspender todas las actividades en las escuelas del país, desde hace dos meses aproximadamente, propiciándose con ello, la improvisación parcial en el cumplimiento de los programas y planes de estudios, con la intención de no causar mayores problemas en el cierre de los ciclos escolares, dando instrucciones a los responsables de los diferentes niveles, para adecuarse a las condiciones impuestas por la pandemia.

Por supuesto, no se puede negar, el interés demostrado para darle cumplimiento a lo dispuesto, sin embargo, también hubo, ante lo sorpresivo, improvisaciones con el propósito de cubrir los requisitos indispensables en el aprovechamiento de los estudiantes, antes de considerar si lo implementado daría los resultados esperados.

En este sentido, dadas las condiciones de modernidad tecnológica, se pensó en utilizar todos los instrumentos posibles con la intención de adecuarse al programa de "estudiar en casa" suponiendo que su operatividad lograría cumplir con los objetivos establecidos en los planes de estudios; es decir, así se entiende, lo importante para la Sep, es cumplir con los planes y programas sin afectar al calendario escolar; entendiéndose que los estudiantes de los niveles básicos y medios tendrían sus documentos para acreditarlos en los grados terminados.

Con todo esto, se puede inferir, el deterioro en el papel que desempeñan la escuela y los maestros, soslayando sus tareas de formación de los estudiantes, así como sus niveles de aprendizaje, se rompen las relaciones interpersonales junto con la comunicación, dejando atrás las preguntas junto con sus respuestas, mecanizando el pensamiento y la memorización, imposibilitando con ello, la retroalimentación de los contenidos científicos en las diferentes materias que se imparten; por otro lado, la socialización, queda fuera del contexto.

En la presunta aplicación de la tecnología, en la denominada educación a distancia, se pueden concebir tres formas diferentes, la primera, ubicada en los formatos digitales y redes sociales, le sigue la televisión y, por último, la que se usa en eventos radiofónicos, considerándose, de acuerdo al nivel, el uso correspondiente; de cualquier manera, aunque las buenas intenciones existen; el logro o el éxito en su aplicación quedará sometido en relación a sus resultados, así también en aquellos responsables de usar los medios en el pretendido final feliz de un ciclo escolar.

Por otro lado, sin tener un estudio riguroso que permita definir con claridad y precisión el óptimo funcionamiento de estos recursos didácticos, queda entonces la posibilidad de cuestionarlos; en el uso de los medios digitales, la saturación de las plataformas, rebasan las demandas de los usuarios; sin negar, el desconocimiento de muchos académicos para desarrollarlos con efectividad; en consecuencia, los resultados quedarán sometidos a una posible evaluación de los aprendizajes; desde luego, tampoco se puede omitir que, de acuerdo a las disciplinas de estudio, no siempre se podrá decir que el uso de los medios digitales pueden aplicarse para todas.

Finalmente, aunque se niegue, el formato de la educación a distancia hace notable la desigualdad social, pues la gran mayoría de los estudiantes no cuentan con los recursos económicos ni tecnológicos para estar en condiciones similares con sus pares; luego entonces, así se estima, este ciclo escolar, que inevitablemente se acaba, tendrá muchas deficiencias en sus objetivos, aunque los estudiantes, al finalizar, reciban sus constancias o certificados de terminación del ciclo.