/ lunes 4 de mayo de 2020

Conmemoramos el Día del Trabajo

Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez. El pasado viernes conmemoramos el Día del Trabajo, en medio de la más terrible pandemia del presente siglo. Es cierto, en esta ocasión, los trabajadores de México no se congregaron en plazas públicas.


En condiciones atípicas, la fuerza laboral del país se dejó sentir en los hospitales, donde los trabajadores de la salud atienden a la población contagiada de Covid-19; en las calles, donde el personal de seguridad pública y las fuerzas armadas protegen a la población y coadyuvan en la aplicación de medidas de distanciamiento social; y en las aulas virtuales, donde los trabajadores de la educación despliegan estrategias y actividades para garantizar que nuestros niños y jóvenes continúen su formación académica en esta cuarentena.


También se dejó sentir en los hogares, donde mujeres y hombres siguen desempeñando actividades productivas, donde muchos mexicanos aguardan su reincorporación a sus centros de trabajo al amparo de la ley, que protege su empleo en esta circunstancia adversa que afecta a millones de personas en México y el mundo.


Hay motivos para reconocer a las personas que, a lo largo y ancho de este gran país, utilizan sus talentos y capacidades para salir adelante. Su tenacidad, su deseo de trascender, es lo que nos engrandece como nación, y nos dignifica como pueblo.


En 17 meses, el proyecto de la Cuarta Transformación ha acompañado la lucha de los trabajadores mexicanos. La nueva política de salarios mínimos del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo posible que este año el salario mínimo pasara de 102 a 123 pesos diarios, y que en la zona libre de la frontera norte llegara a los 185 pesos.


En lo que va de este sexenio, el salario mínimo ha recuperado 35 por ciento de su valor, y ello no ha tenido efectos negativos en la inflación. Y si revisamos las cifras del Seguro Social, podemos apreciar que, en los últimos dos años, el salario promedio aumentó 8 por ciento. Además, como se prometió en campaña, ahora se apoya a las nuevas generaciones con ganas de superarse, a través del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que ha permitido que más de 1.2 millones de jóvenes reciban capacitación laboral, mediante una beca mensual de 3 mil 748 pesos más seguro médico.


De esta manera, los próximos ciudadanos adquirirán experiencia, y estarán mejor preparados para aprovechar las oportunidades laborales que se les presenten.


Pero también desde el Senado de la República, hemos hecho una labor encaminada a proteger los derechos de los trabajadores, como la propuesta para establecer en la Constitución estímulos a empresas que contraten personas con discapacidad, o la iniciativa para lograr equidad salarial hombre-mujer, o los trabajos sobre la regulación del outsourcing para evitar que las “empresas fachada” sigan actuando bajo un proceso de “simulación laboral” que implique la subcontratación de personas en agravio de sus derechos y garantías.


Por supuesto, no podemos omitir la Reforma Laboral, una de las más relevantes de los últimos tiempos en materia de sindicación y negociación colectiva, que ya ofrece a los sindicatos condiciones de autonomía e independencia que los fortalecen frente a los patrones y al propio gobierno.


Estimados tlaxcaltecas: El 1º de Mayo, fecha que rememora en el mundo el inicio de los movimientos modernos de reivindicación laboral, no pasó inadvertido.


La cultura del esfuerzo, distintivo del pueblo de México, nos permite sortear, en unidad, este difícil momento. Y gracias a la solidaridad de la gran mayoría de los mexicanos, nuestra nación se mantiene en pie.


A pesar de la pandemia, tenemos presentes sus demandas por mejores condiciones laborales y de respeto a sus derechos.


Por eso, hacemos nuevamente un llamado respetuoso al Gobierno del Estado y a los ayuntamientos para que diseñen e implementen en Tlaxcala medidas adicionales para la protección del empleo y el ingreso, no solo de los trabajadores de empresas, sino también de los pequeños negocios y comercios, de los artesanos y campesinos, de los choferes y promotores turísticos, de trabajadores independientes, de todos aquellos que viven de un oficio y no han podido incorporarse a la formalidad, porque ellos y otros más siguen vulnerables y no obtienen respuesta a su demanda de apoyo.


Si hay voluntad, encontrarán en la austeridad una alternativa para contar con recursos que ayuden a las familias de esos trabajadores a sobrellevar el impacto de esta emergencia sanitaria.


Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.


Estimados tlaxcaltecas, los saluda su amigo Joel Molina Ramírez. El pasado viernes conmemoramos el Día del Trabajo, en medio de la más terrible pandemia del presente siglo. Es cierto, en esta ocasión, los trabajadores de México no se congregaron en plazas públicas.


En condiciones atípicas, la fuerza laboral del país se dejó sentir en los hospitales, donde los trabajadores de la salud atienden a la población contagiada de Covid-19; en las calles, donde el personal de seguridad pública y las fuerzas armadas protegen a la población y coadyuvan en la aplicación de medidas de distanciamiento social; y en las aulas virtuales, donde los trabajadores de la educación despliegan estrategias y actividades para garantizar que nuestros niños y jóvenes continúen su formación académica en esta cuarentena.


También se dejó sentir en los hogares, donde mujeres y hombres siguen desempeñando actividades productivas, donde muchos mexicanos aguardan su reincorporación a sus centros de trabajo al amparo de la ley, que protege su empleo en esta circunstancia adversa que afecta a millones de personas en México y el mundo.


Hay motivos para reconocer a las personas que, a lo largo y ancho de este gran país, utilizan sus talentos y capacidades para salir adelante. Su tenacidad, su deseo de trascender, es lo que nos engrandece como nación, y nos dignifica como pueblo.


En 17 meses, el proyecto de la Cuarta Transformación ha acompañado la lucha de los trabajadores mexicanos. La nueva política de salarios mínimos del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo posible que este año el salario mínimo pasara de 102 a 123 pesos diarios, y que en la zona libre de la frontera norte llegara a los 185 pesos.


En lo que va de este sexenio, el salario mínimo ha recuperado 35 por ciento de su valor, y ello no ha tenido efectos negativos en la inflación. Y si revisamos las cifras del Seguro Social, podemos apreciar que, en los últimos dos años, el salario promedio aumentó 8 por ciento. Además, como se prometió en campaña, ahora se apoya a las nuevas generaciones con ganas de superarse, a través del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que ha permitido que más de 1.2 millones de jóvenes reciban capacitación laboral, mediante una beca mensual de 3 mil 748 pesos más seguro médico.


De esta manera, los próximos ciudadanos adquirirán experiencia, y estarán mejor preparados para aprovechar las oportunidades laborales que se les presenten.


Pero también desde el Senado de la República, hemos hecho una labor encaminada a proteger los derechos de los trabajadores, como la propuesta para establecer en la Constitución estímulos a empresas que contraten personas con discapacidad, o la iniciativa para lograr equidad salarial hombre-mujer, o los trabajos sobre la regulación del outsourcing para evitar que las “empresas fachada” sigan actuando bajo un proceso de “simulación laboral” que implique la subcontratación de personas en agravio de sus derechos y garantías.


Por supuesto, no podemos omitir la Reforma Laboral, una de las más relevantes de los últimos tiempos en materia de sindicación y negociación colectiva, que ya ofrece a los sindicatos condiciones de autonomía e independencia que los fortalecen frente a los patrones y al propio gobierno.


Estimados tlaxcaltecas: El 1º de Mayo, fecha que rememora en el mundo el inicio de los movimientos modernos de reivindicación laboral, no pasó inadvertido.


La cultura del esfuerzo, distintivo del pueblo de México, nos permite sortear, en unidad, este difícil momento. Y gracias a la solidaridad de la gran mayoría de los mexicanos, nuestra nación se mantiene en pie.


A pesar de la pandemia, tenemos presentes sus demandas por mejores condiciones laborales y de respeto a sus derechos.


Por eso, hacemos nuevamente un llamado respetuoso al Gobierno del Estado y a los ayuntamientos para que diseñen e implementen en Tlaxcala medidas adicionales para la protección del empleo y el ingreso, no solo de los trabajadores de empresas, sino también de los pequeños negocios y comercios, de los artesanos y campesinos, de los choferes y promotores turísticos, de trabajadores independientes, de todos aquellos que viven de un oficio y no han podido incorporarse a la formalidad, porque ellos y otros más siguen vulnerables y no obtienen respuesta a su demanda de apoyo.


Si hay voluntad, encontrarán en la austeridad una alternativa para contar con recursos que ayuden a las familias de esos trabajadores a sobrellevar el impacto de esta emergencia sanitaria.


Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima entrega.