/ martes 6 de julio de 2021

¿Es momento de regresar a clases?

Desde que la Secretaría de Salud anunció que sería vacunado al sector educativo en nuestro país, diversas voces, tanto de expertos, padres de familia, alumnos y docentes, se han preguntado si es momento de retornar a los salones de clases, pese a que la pandemia sigue azotando al planeta.

Sin lugar a dudas, la educación a distancia fue un reto, tanto de carácter pedagógico como tecnológico. Este hecho evidenció en gran medida, la enorme desigualdad social de nuestro país, así como el enorme reto que representa la brecha digital en México.

Es claro, hubo un esfuerzo invaluable, tanto de los docentes como de los padres de familias y las y los alumnos que han permanecido en aulas virtuales durante casi un año y seis meses, por ello, y después del proceso de vacunación al que fue sometido el personal educativo, es que nos preguntamos si es ya el mejor momento para retornar a clases.

La aparición de nuevas cepas y el cuadro de vacunación aún incompleto para quienes tienen menos de cuarenta años, puede resultar un riesgo latente que desemboque en nuevas olas de contagio que orillen, una vez más, a retornar a nuestras casas.

Es cierto, la educación a distancia en la modalidad que la conocemos a causa de la pandemia es ya insuficiente, y en algunos casos, hasta un esfuerzo innecesario. ¿Cómo garantizar la educación en un país donde existe más pobreza y desempleo? ¿Cómo los padres y madres de familia podrían seguir sosteniendo esta compleja manera de transmitir conocimientos? ¿Cómo hacer para que las y los docentes no pierdan la atención e interés de las y los alumnos en sus clases? Son sin duda las mayores inquietudes ante tal desafío.

Considero necesario que el cuadro de vacunación en su totalidad sea aplicado a las y los estudiantes, pues hacerlo derivará en un mejor control de la enfermedad y evitará en gran medida una tercera ola de contagios emanado desde las instituciones educativas.

Desde el Senado, refrendo mi compromiso para seguir impulsando desde la Comisión de Educación, mecanismos que favorezcan el aprendizaje de las y los alumnos, así como el mejoramiento de las condiciones para ejercer la noble labor de la docencia.

Agradezco el favor de su lectura.

Desde que la Secretaría de Salud anunció que sería vacunado al sector educativo en nuestro país, diversas voces, tanto de expertos, padres de familia, alumnos y docentes, se han preguntado si es momento de retornar a los salones de clases, pese a que la pandemia sigue azotando al planeta.

Sin lugar a dudas, la educación a distancia fue un reto, tanto de carácter pedagógico como tecnológico. Este hecho evidenció en gran medida, la enorme desigualdad social de nuestro país, así como el enorme reto que representa la brecha digital en México.

Es claro, hubo un esfuerzo invaluable, tanto de los docentes como de los padres de familias y las y los alumnos que han permanecido en aulas virtuales durante casi un año y seis meses, por ello, y después del proceso de vacunación al que fue sometido el personal educativo, es que nos preguntamos si es ya el mejor momento para retornar a clases.

La aparición de nuevas cepas y el cuadro de vacunación aún incompleto para quienes tienen menos de cuarenta años, puede resultar un riesgo latente que desemboque en nuevas olas de contagio que orillen, una vez más, a retornar a nuestras casas.

Es cierto, la educación a distancia en la modalidad que la conocemos a causa de la pandemia es ya insuficiente, y en algunos casos, hasta un esfuerzo innecesario. ¿Cómo garantizar la educación en un país donde existe más pobreza y desempleo? ¿Cómo los padres y madres de familia podrían seguir sosteniendo esta compleja manera de transmitir conocimientos? ¿Cómo hacer para que las y los docentes no pierdan la atención e interés de las y los alumnos en sus clases? Son sin duda las mayores inquietudes ante tal desafío.

Considero necesario que el cuadro de vacunación en su totalidad sea aplicado a las y los estudiantes, pues hacerlo derivará en un mejor control de la enfermedad y evitará en gran medida una tercera ola de contagios emanado desde las instituciones educativas.

Desde el Senado, refrendo mi compromiso para seguir impulsando desde la Comisión de Educación, mecanismos que favorezcan el aprendizaje de las y los alumnos, así como el mejoramiento de las condiciones para ejercer la noble labor de la docencia.

Agradezco el favor de su lectura.