/ lunes 22 de enero de 2024

Mujeres en las empresas: ¿hemos avanzado?

Sin duda alguna en la vida pública, México ha avanzado a pasos agigantados en legislar acciones afirmativas y de protección para la incursión y desarrollo de más mujeres en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como en organismos descentralizados y autónomos.

Así pues, tenemos hoy la presencia histórica de mujeres en titularidades de instituciones fundamentales para la república como las cámaras de diputados y senadores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Banco de México, el Instituto Nacional Electoral, y sin duda este año, en octubre, habrá una mujer con la banda presidencial por vez primera en nuestra patria.

Claro que son buenas noticias, pero lo cierto es que la inmensa mayoría de las mexicanas en actividades remuneradas no están en lo público sino en lo privado y esa legislación de avanzada no alcanza a esas mujeres que siguen siendo discriminadas y segregadas por el solo hecho de ser ellas y no ellos. De hecho, ocho de cada 10 mujeres con empleo subordinado pertenecen al sector privado.

Afortunadamente, la cultura de respeto e impulso al goce pleno de derechos humanos de niñas y mujeres está permeando y cada vez más vemos responsabilidad al respecto en diversos ámbitos.

Así, en octubre de 2023 y por tercer año consecutivo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en alianza con Kiik Consultores y el apoyo de la Fundación Coppel, midió la representación en alta dirección y consejos de administración, así como las políticas de inclusión que implementan las empresas para sumar a más mujeres de 184 empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores y la Bolsa Institucional de Valores en 2022. Los hallazgos son muy interesantes; les comparto.

De la muestra, 42 % tienen un consejo integrado exclusivamente por hombres y, además, el 18 % del universo analizado no tienen una sola mujer en direcciones relevantes. Apenas ha subido un punto desde 2021 el porcentaje de sillas ocupadas por mujeres en consejos de administración, pasando de 12 % a 13 %. A ese ritmo, se requieren 30 años para que se alcance representación paritaria, lo que sí sucede ya gracias a las acciones afirmativas y la protección legal, en el ámbito público.

Comparado con 2021, se han acrecentado las titularidades femeninas en las direcciones jurídicas (25 %) y de finanzas (11 %), pero no se mueve el número en las direcciones generales, quedándose el porcentaje en un pobre 4 %. Dato interesante, solo el 2 % declaró tener mujeres en las tres direcciones: general, finanzas y jurídico).

Los datos arrojan que se ha aumentado cuatro puntos respecto a 2021 en la inclusión de mujeres en la totalidad de la plantilla laboral, que pasó de 39 % a 43 %. Así también, las empresas reportaron que capacitación continua (74 %), protocolos contra la violencia y el acoso laboral (73 %) y la incorporación de diversidad en equipos de trabajo (57 %), son las políticas de inclusión más frecuentes.

México, con su 13 %, es el tercer país con menor presencia femenina en consejos de administración de empresas listadas en bolsas de valores y muy lejos de la media de países integrantes de la OCDE (30 %). Un dato alentador es que falta poco para alcanzar la paridad en Nueva Zelanda (46 %), Francia e Islandia (ambos con 45 %), pues demuestra que cuando hay voluntad, hay resultados.

Se debe seguir insistiendo en romper estereotipos y roles que construyen ese “techo de cristal” que se erige en obstáculos para el avance de las mujeres. Dejar atrás el talento de la mitad de la población es un lastre. Aprovecharlo significaría crecer a más del 5% anual. ¿Qué elegimos?


Sin duda alguna en la vida pública, México ha avanzado a pasos agigantados en legislar acciones afirmativas y de protección para la incursión y desarrollo de más mujeres en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como en organismos descentralizados y autónomos.

Así pues, tenemos hoy la presencia histórica de mujeres en titularidades de instituciones fundamentales para la república como las cámaras de diputados y senadores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Banco de México, el Instituto Nacional Electoral, y sin duda este año, en octubre, habrá una mujer con la banda presidencial por vez primera en nuestra patria.

Claro que son buenas noticias, pero lo cierto es que la inmensa mayoría de las mexicanas en actividades remuneradas no están en lo público sino en lo privado y esa legislación de avanzada no alcanza a esas mujeres que siguen siendo discriminadas y segregadas por el solo hecho de ser ellas y no ellos. De hecho, ocho de cada 10 mujeres con empleo subordinado pertenecen al sector privado.

Afortunadamente, la cultura de respeto e impulso al goce pleno de derechos humanos de niñas y mujeres está permeando y cada vez más vemos responsabilidad al respecto en diversos ámbitos.

Así, en octubre de 2023 y por tercer año consecutivo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en alianza con Kiik Consultores y el apoyo de la Fundación Coppel, midió la representación en alta dirección y consejos de administración, así como las políticas de inclusión que implementan las empresas para sumar a más mujeres de 184 empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores y la Bolsa Institucional de Valores en 2022. Los hallazgos son muy interesantes; les comparto.

De la muestra, 42 % tienen un consejo integrado exclusivamente por hombres y, además, el 18 % del universo analizado no tienen una sola mujer en direcciones relevantes. Apenas ha subido un punto desde 2021 el porcentaje de sillas ocupadas por mujeres en consejos de administración, pasando de 12 % a 13 %. A ese ritmo, se requieren 30 años para que se alcance representación paritaria, lo que sí sucede ya gracias a las acciones afirmativas y la protección legal, en el ámbito público.

Comparado con 2021, se han acrecentado las titularidades femeninas en las direcciones jurídicas (25 %) y de finanzas (11 %), pero no se mueve el número en las direcciones generales, quedándose el porcentaje en un pobre 4 %. Dato interesante, solo el 2 % declaró tener mujeres en las tres direcciones: general, finanzas y jurídico).

Los datos arrojan que se ha aumentado cuatro puntos respecto a 2021 en la inclusión de mujeres en la totalidad de la plantilla laboral, que pasó de 39 % a 43 %. Así también, las empresas reportaron que capacitación continua (74 %), protocolos contra la violencia y el acoso laboral (73 %) y la incorporación de diversidad en equipos de trabajo (57 %), son las políticas de inclusión más frecuentes.

México, con su 13 %, es el tercer país con menor presencia femenina en consejos de administración de empresas listadas en bolsas de valores y muy lejos de la media de países integrantes de la OCDE (30 %). Un dato alentador es que falta poco para alcanzar la paridad en Nueva Zelanda (46 %), Francia e Islandia (ambos con 45 %), pues demuestra que cuando hay voluntad, hay resultados.

Se debe seguir insistiendo en romper estereotipos y roles que construyen ese “techo de cristal” que se erige en obstáculos para el avance de las mujeres. Dejar atrás el talento de la mitad de la población es un lastre. Aprovecharlo significaría crecer a más del 5% anual. ¿Qué elegimos?