/ martes 20 de julio de 2021

Mujeres que saben latín | La primera mujer

En la historia de la humanidad, las mujeres han aportado a la cultura y la ciencia, aunque en algunas ocasiones no reciban el reconocimiento que merecen.

De hecho, hay casos extremos en los que fueron violentadas por hacerlo.

En los albores del conocimiento, en el año 370 (algunas fuentes señalan que fue en el 355) nació Hypatia en la ciudad de Alejandría (Egipto).

Fue hija del astrónomo y matemático Teón, por lo tanto, ella creció en un ambiente culto, recibió una educación completa, desde filosofía, historia hasta oratoria, astronomía y música.

El deseo de su padre fue hacer de ella “un ser humano perfecto”.

No solo cultivaron su mente, también su cuerpo, todos los días realizaba una rutina de ejercicio, Hypatia era una mujer muy bella, pero renunció a casarse para dedicarse únicamente a cultivar el conocimiento.

Su formación se llevó a cabo en el Museo, un instituto cultural fundado por su padre, del cual Hypatia se convirtió en directora.

En este lugar vivían profesores de todas las áreas de conocimiento. A Hypatia se le conoció como “la filósofa”, según Damascio era una mujer justa y sabia.

En el año 400, en el Museo, obtuvo la cátedra de filosofía platónica.

Los primeros cristianos relacionaron a Hypatia con el paganismo, esta religión estaba adquiriendo fuerza en Alejandría.

La filósofa fue amenazada, se le exigía renunciar a sus conocimientos y convertirse a la nueva religión, se le consideró una “bruja peligrosa”, pese a que ella mostró respeto por todas las religiones.

En la historia de la humanidad, las mujeres han aportado a la cultura y la ciencia, aunque en algunas ocasiones no reciban el reconocimiento que merecen.

De hecho, hay casos extremos en los que fueron violentadas por hacerlo.

En los albores del conocimiento, en el año 370 (algunas fuentes señalan que fue en el 355) nació Hypatia en la ciudad de Alejandría (Egipto).

Fue hija del astrónomo y matemático Teón, por lo tanto, ella creció en un ambiente culto, recibió una educación completa, desde filosofía, historia hasta oratoria, astronomía y música.

El deseo de su padre fue hacer de ella “un ser humano perfecto”.

No solo cultivaron su mente, también su cuerpo, todos los días realizaba una rutina de ejercicio, Hypatia era una mujer muy bella, pero renunció a casarse para dedicarse únicamente a cultivar el conocimiento.

Su formación se llevó a cabo en el Museo, un instituto cultural fundado por su padre, del cual Hypatia se convirtió en directora.

En este lugar vivían profesores de todas las áreas de conocimiento. A Hypatia se le conoció como “la filósofa”, según Damascio era una mujer justa y sabia.

En el año 400, en el Museo, obtuvo la cátedra de filosofía platónica.

Los primeros cristianos relacionaron a Hypatia con el paganismo, esta religión estaba adquiriendo fuerza en Alejandría.

La filósofa fue amenazada, se le exigía renunciar a sus conocimientos y convertirse a la nueva religión, se le consideró una “bruja peligrosa”, pese a que ella mostró respeto por todas las religiones.