/ lunes 15 de febrero de 2021

Nada Personal | Carnaval

La vida es un carnaval y aunque en Tlaxcala se suspendieron las danzas este 2021 por la pandemia, en Chiautempan sí hubo el tradicional “ahorcado” dedicado al gobierno de Héctor Domínguez.

Nadie mejor que la voz del pueblo para repasar en unas cuantas líneas las presuntas fechorías cometidas por el alcalde en cuatro años y mes y medio de gobierno.

Resulta indignante lo expuesto sobre la presente administración porque existe evidencia de que el alcalde, síndica, regidores, directores de área y sus familias se beneficiaron “con dinero del pueblo”.

La lista de anomalías es muy larga que no cabrían en este espacio, pero basta con recordar algunas como la adquisición de nuevas propiedades de Domínguez, la compra de tráileres y camiones para su empresa constructora, de terrenos para edificar casas-habitación y rastros, sus nuevos expendios de venta de carne y huevo, el restaurante selecto de su hermano Carlos, los banquetes para su hermana Esmeralda, ingresos propios para su otra hermana Erika y ‘cobro de piso’ al transporte para su primo “Chon”.

La falta de transparencia en el Patronato Antonio Díaz Varela, escasas obras en comunidades, los “policías violadores” que siguen prófugos, los viajes de placer al extranjero, nulo apoyo al comercio, sobreprecios y mala calidad en obras como la de avenida La Paz, negocio redondo con su hermano Carlos al comprarle un terreno para el edificio de Seguridad Pública, conflictos por el nuevo panteón en Muñoztla, licencias a ‘giros negros’, deterioro de la imagen urbana, baches y un largo etcétera se lee en el “ahorcado”.

Dicen que “la verdad no peca, pero incómoda” y por ello con más pena que gloria se enfila el gobierno de Chiautempan a cerrar su administración 2017-2021.

CONVENENCIERO

Y ya que hablamos de Héctor Domínguez y familia, resulta que su cuñado Carlos Escobar, exdirector de Ingresos, se registró como aspirante de Morena a la alcaldía de Chiautempan al asegurar que lleva en las venas los principios de no mentir, no robar y no traicionar.

El originario de Las Vigas, Veracruz, intenta -cual chapulín- colarse en Morena para tratar de cuidarle la espalda a su cuñado, a quien le debe haber sido regidor por el PAC.

Aunque trate de borrar su pasado, nadie olvida que Carlos Escobar fue coordinador del PRI e hizo campaña con Blanca Águila en la elección de 2018; en 2019 se fue al PT a afiliar para buscar la candidatura a diputado, pero al cederse esa postulación al Partido Verde, ahora se fue a Morena con la intención de sobrevivir políticamente.

Como director de Ingresos utilizó su cargo para intereses personales, políticos y empresariales, como poner el logotipo de su restaurante en eventos de feria y carnaval, pero ahora dice estar en contra de la corrupción que enarbola la Cuarta Transformación. ¡Ay ajá!

¿En verdad no se darán cuenta del repudio que le tiene la gente al clan Domínguez? Es pregunta, aunque parezca afirmación.

La vida es un carnaval y aunque en Tlaxcala se suspendieron las danzas este 2021 por la pandemia, en Chiautempan sí hubo el tradicional “ahorcado” dedicado al gobierno de Héctor Domínguez.

Nadie mejor que la voz del pueblo para repasar en unas cuantas líneas las presuntas fechorías cometidas por el alcalde en cuatro años y mes y medio de gobierno.

Resulta indignante lo expuesto sobre la presente administración porque existe evidencia de que el alcalde, síndica, regidores, directores de área y sus familias se beneficiaron “con dinero del pueblo”.

La lista de anomalías es muy larga que no cabrían en este espacio, pero basta con recordar algunas como la adquisición de nuevas propiedades de Domínguez, la compra de tráileres y camiones para su empresa constructora, de terrenos para edificar casas-habitación y rastros, sus nuevos expendios de venta de carne y huevo, el restaurante selecto de su hermano Carlos, los banquetes para su hermana Esmeralda, ingresos propios para su otra hermana Erika y ‘cobro de piso’ al transporte para su primo “Chon”.

La falta de transparencia en el Patronato Antonio Díaz Varela, escasas obras en comunidades, los “policías violadores” que siguen prófugos, los viajes de placer al extranjero, nulo apoyo al comercio, sobreprecios y mala calidad en obras como la de avenida La Paz, negocio redondo con su hermano Carlos al comprarle un terreno para el edificio de Seguridad Pública, conflictos por el nuevo panteón en Muñoztla, licencias a ‘giros negros’, deterioro de la imagen urbana, baches y un largo etcétera se lee en el “ahorcado”.

Dicen que “la verdad no peca, pero incómoda” y por ello con más pena que gloria se enfila el gobierno de Chiautempan a cerrar su administración 2017-2021.

CONVENENCIERO

Y ya que hablamos de Héctor Domínguez y familia, resulta que su cuñado Carlos Escobar, exdirector de Ingresos, se registró como aspirante de Morena a la alcaldía de Chiautempan al asegurar que lleva en las venas los principios de no mentir, no robar y no traicionar.

El originario de Las Vigas, Veracruz, intenta -cual chapulín- colarse en Morena para tratar de cuidarle la espalda a su cuñado, a quien le debe haber sido regidor por el PAC.

Aunque trate de borrar su pasado, nadie olvida que Carlos Escobar fue coordinador del PRI e hizo campaña con Blanca Águila en la elección de 2018; en 2019 se fue al PT a afiliar para buscar la candidatura a diputado, pero al cederse esa postulación al Partido Verde, ahora se fue a Morena con la intención de sobrevivir políticamente.

Como director de Ingresos utilizó su cargo para intereses personales, políticos y empresariales, como poner el logotipo de su restaurante en eventos de feria y carnaval, pero ahora dice estar en contra de la corrupción que enarbola la Cuarta Transformación. ¡Ay ajá!

¿En verdad no se darán cuenta del repudio que le tiene la gente al clan Domínguez? Es pregunta, aunque parezca afirmación.