/ lunes 18 de enero de 2021

Nada Personal | Hay tiro

La especulación por fin terminó y por primera vez en la historia de Tlaxcala dos mujeres, respaldadas por sendas coaliciones de cinco partidos cada una, medirán fuerzas para contender por el cargo de mayor jerarquía en la entidad.

Lorena Cuéllar Cisneros, del lado de la alianza “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala”, y Anabell Ávalos Zempoalteca por la coalición “Unidos por Tlaxcala”.

Las mediciones demoscópicas indican que si este lunes 18 de enero fueran las elecciones, la ganadora con un amplio margen sería Lorena Cuéllar.

Peeeeero las elecciones no son hoy, sino hasta el próximo 6 de junio y en 140 días muchas cosas pueden pasar, sobre todo en el contexto de pandemia.

Lo que hay que destacar es la decisión de las dirigencias estatales y nacionales de los principales partidos políticos aliancistas para elegir a los mejores perfiles, basados en trayectoria en el servicio público.

¿O en serio alguien en su sano juicio creyó que Dulce Silva, Ana Lilia Rivera o Minerva Hernández estaban en el camino serio de la competencia? Sinceramente yo no.

De las tres aludidas, solo la senadora Minerva Hernández representa un buen perfil por sus antecedentes políticos, pero al igual que Silva y Rivera, resintió la designación y por eso hasta hoy no ha emitido una postura oficial respecto a la determinación de la Mesa de la Coalición que se decantó por Anabell Ávalos.

No por nada, una vez elegida como candidata, la exalcaldesa capitalina difundió en sus redes sociales que reconoce el profesionalismo de @minervahdezmx y la invitó a unir voluntades y esfuerzos de trabajo por el bienestar de las familias tlaxcaltecas, a manera de operación cicatriz. ¿Y el mentado pacto de civilidad?

Lo cierto es que tanto del lado del equipo de Lorena Cuéllar como de Anabell Ávalos hay heridas abiertas que deberán ser sanadas cuanto antes, de lo contrario podrían representar el fiel de la balanza para la derrota.

En el caso de Cuéllar, comenzó muy arriba en las preferencias y hasta hoy sigue arriba, pero con el desgaste del proceso interno la única ruta que se le ve ahora es hacia abajo.

En el caso de Ávalos, el cumplimiento de acuerdos será el derrotero para que su coalición no se desbalague y logre ese anhelado camino ascendente.

En los siguientes cuatro meses los equipos de campaña, las estructuras sociales y los estrategas serán determinantes para lograr conquistar el valioso voto.

Los ejércitos están listos y se vislumbra una buena batalla electoral, característica del estado más pequeño del país, en la que dos mujeres que conocen muy bien sus fortalezas y debilidades, contenderán por la primera magistratura. Hay tiro en Tlaxcala.

Adivina adivinador…

¿Qué priista ya logró unir a todos los aspirantes a la alcaldía capitalina… ¡pero en su contra! ahora que se supo es la consentida del mandamás para esa candidatura?

Un dato: en diciembre de 2019 fue abucheada por la pésima organización del concierto de Carlos Rivera en el Estadio Tlahuicole.

La especulación por fin terminó y por primera vez en la historia de Tlaxcala dos mujeres, respaldadas por sendas coaliciones de cinco partidos cada una, medirán fuerzas para contender por el cargo de mayor jerarquía en la entidad.

Lorena Cuéllar Cisneros, del lado de la alianza “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala”, y Anabell Ávalos Zempoalteca por la coalición “Unidos por Tlaxcala”.

Las mediciones demoscópicas indican que si este lunes 18 de enero fueran las elecciones, la ganadora con un amplio margen sería Lorena Cuéllar.

Peeeeero las elecciones no son hoy, sino hasta el próximo 6 de junio y en 140 días muchas cosas pueden pasar, sobre todo en el contexto de pandemia.

Lo que hay que destacar es la decisión de las dirigencias estatales y nacionales de los principales partidos políticos aliancistas para elegir a los mejores perfiles, basados en trayectoria en el servicio público.

¿O en serio alguien en su sano juicio creyó que Dulce Silva, Ana Lilia Rivera o Minerva Hernández estaban en el camino serio de la competencia? Sinceramente yo no.

De las tres aludidas, solo la senadora Minerva Hernández representa un buen perfil por sus antecedentes políticos, pero al igual que Silva y Rivera, resintió la designación y por eso hasta hoy no ha emitido una postura oficial respecto a la determinación de la Mesa de la Coalición que se decantó por Anabell Ávalos.

No por nada, una vez elegida como candidata, la exalcaldesa capitalina difundió en sus redes sociales que reconoce el profesionalismo de @minervahdezmx y la invitó a unir voluntades y esfuerzos de trabajo por el bienestar de las familias tlaxcaltecas, a manera de operación cicatriz. ¿Y el mentado pacto de civilidad?

Lo cierto es que tanto del lado del equipo de Lorena Cuéllar como de Anabell Ávalos hay heridas abiertas que deberán ser sanadas cuanto antes, de lo contrario podrían representar el fiel de la balanza para la derrota.

En el caso de Cuéllar, comenzó muy arriba en las preferencias y hasta hoy sigue arriba, pero con el desgaste del proceso interno la única ruta que se le ve ahora es hacia abajo.

En el caso de Ávalos, el cumplimiento de acuerdos será el derrotero para que su coalición no se desbalague y logre ese anhelado camino ascendente.

En los siguientes cuatro meses los equipos de campaña, las estructuras sociales y los estrategas serán determinantes para lograr conquistar el valioso voto.

Los ejércitos están listos y se vislumbra una buena batalla electoral, característica del estado más pequeño del país, en la que dos mujeres que conocen muy bien sus fortalezas y debilidades, contenderán por la primera magistratura. Hay tiro en Tlaxcala.

Adivina adivinador…

¿Qué priista ya logró unir a todos los aspirantes a la alcaldía capitalina… ¡pero en su contra! ahora que se supo es la consentida del mandamás para esa candidatura?

Un dato: en diciembre de 2019 fue abucheada por la pésima organización del concierto de Carlos Rivera en el Estadio Tlahuicole.