/ martes 6 de julio de 2021

Tintero | No pelear con la UATx, la mejor decisión de Cuéllar

Los hermanos Héctor y Serafín Ortiz Ortiz han formado un grupo de poder en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) donde muy pocos pueden acceder. Ellos deciden y hacen lo que quieren.

Ningún gobernador ha podido tomar el control, a lo que quieren, de esa institución que llaman "la máxima casa de estudios".

En campaña han hecho alarde de ello, pero no han podido aunque uno de ellos fue prudente en tomar decisiones "tomar por asalto", a la institución.

En lo más reciente de la política tlaxcalteca, José Antonio Álvarez Lima no quiso confrontarse. Mantenía, a través de Juan Méndez Vázquez, a la sazón rector, una relación de respeto y hasta era invitado a algunos eventos que organizaba la institución.

Héctor Ortiz, diputado federal, también fue respetuoso. De hecho cuando dijo indirectamente que sería el próximo gobernador inmediato, convocó a una rueda de prensa para decir que eso no era cierto. Así operaban los priistas. Eran códigos de honor para respetarse mientras ejercían el poder

Pero el entonces perredista Alfonso Sánchez Anaya empezó con la rudeza innecesaria. Ofreció "sacar" a los Ortiz de la UATx y no lo logró.

Luego, el priista Mariano González Zarur quiso ejercer todo su poder para, lo que un día dijo, limpiar a la UATx de grupos autoritarios y tampoco pudo.

Eso sí, les cerró la llave económica; luchó la posesión de la Plaza Bicentenario, la "magna" obra de su antecesor Héctor Ortiz y cuyo costo ascendió a más de 700 millones de pesos y echó "abajo" el nombramiento de notarios pero que un juez federal le revocó.

Era tanto su enojo que despidió de la Secretaría de Gobierno a Anabell Ávalos Zempoalteca, excandidata de la coalición "Todos Unidos por Tlaxcala" cuando tomó una llamada del otrora rector Serafín Ortiz, quien ofreció paz. No quiso el Ejecutivo estatal.

Pero Marco Antonio Mena Rodríguez cambió la historia, a partir de que los Ortiz tendieron "puentes" de diálogo.

Ofrecieron respetarlo a cambio de que liberara el dinero que les había detenido. Los interlocutores fueron Manuel Camacho Higareda, entonces secretario de Educación y Luis Armando Placencia, el rector, nombramiento que decidió Héctor Ortiz porque a través de él, podía acercarse a Mena

Mena también ofreció respetar a la UAtx y las cosas, a partir de ello, han sido tersas.

En campaña Lorena Cuéllar Cisneros, la gobernadora electa de Tlaxcala, dijo que iba a "sacar" a los Ortiz de la universidad.

Pero hábil, cambió su discurso y ahora ha ofrecido una relación institucional con quien represente a esa casa de estudios. La UATx, a través del rector, hizo lo propio. Fue una correcta decisión.

Los pleitos políticos, como en familia, deben ser en casa cuando se lava la ropa sucia. Pero Cuéllar asumió que su gobierno será prudente. De hecho, ha buscado a líderes políticos que apoyaron a Ávalos Zempoalteca y a personajes que ganaron a través de la alianza que ella encabezó.

Ella será, guste o no, la segunda mujer que gobernará la entidad, la primera fue Beatriz Paredes Rangel.

Cuéllar sabe que la UATx es una institución de respeto a nivel nacional. Que, a través de ella, puede concretar proyectos. La educación superior es la vía para alcanzar el éxito y el progreso, de ahí que es necesario mantener relaciones para lograrlo. Al tiempo

EPÍLOGO

1- El trabajo de la Coordinación Estatal de Protección Civil debería ser sometido a revisión. Las primeras lluvias demostraron que nunca se está preparado para enfrentar los embates de la Naturaleza. De entrada, sería bueno checar si los Atlas de Riesgo están bien diseñados para aplicarlos y actuar en casos de desastres naturales.

Los hermanos Héctor y Serafín Ortiz Ortiz han formado un grupo de poder en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) donde muy pocos pueden acceder. Ellos deciden y hacen lo que quieren.

Ningún gobernador ha podido tomar el control, a lo que quieren, de esa institución que llaman "la máxima casa de estudios".

En campaña han hecho alarde de ello, pero no han podido aunque uno de ellos fue prudente en tomar decisiones "tomar por asalto", a la institución.

En lo más reciente de la política tlaxcalteca, José Antonio Álvarez Lima no quiso confrontarse. Mantenía, a través de Juan Méndez Vázquez, a la sazón rector, una relación de respeto y hasta era invitado a algunos eventos que organizaba la institución.

Héctor Ortiz, diputado federal, también fue respetuoso. De hecho cuando dijo indirectamente que sería el próximo gobernador inmediato, convocó a una rueda de prensa para decir que eso no era cierto. Así operaban los priistas. Eran códigos de honor para respetarse mientras ejercían el poder

Pero el entonces perredista Alfonso Sánchez Anaya empezó con la rudeza innecesaria. Ofreció "sacar" a los Ortiz de la UATx y no lo logró.

Luego, el priista Mariano González Zarur quiso ejercer todo su poder para, lo que un día dijo, limpiar a la UATx de grupos autoritarios y tampoco pudo.

Eso sí, les cerró la llave económica; luchó la posesión de la Plaza Bicentenario, la "magna" obra de su antecesor Héctor Ortiz y cuyo costo ascendió a más de 700 millones de pesos y echó "abajo" el nombramiento de notarios pero que un juez federal le revocó.

Era tanto su enojo que despidió de la Secretaría de Gobierno a Anabell Ávalos Zempoalteca, excandidata de la coalición "Todos Unidos por Tlaxcala" cuando tomó una llamada del otrora rector Serafín Ortiz, quien ofreció paz. No quiso el Ejecutivo estatal.

Pero Marco Antonio Mena Rodríguez cambió la historia, a partir de que los Ortiz tendieron "puentes" de diálogo.

Ofrecieron respetarlo a cambio de que liberara el dinero que les había detenido. Los interlocutores fueron Manuel Camacho Higareda, entonces secretario de Educación y Luis Armando Placencia, el rector, nombramiento que decidió Héctor Ortiz porque a través de él, podía acercarse a Mena

Mena también ofreció respetar a la UAtx y las cosas, a partir de ello, han sido tersas.

En campaña Lorena Cuéllar Cisneros, la gobernadora electa de Tlaxcala, dijo que iba a "sacar" a los Ortiz de la universidad.

Pero hábil, cambió su discurso y ahora ha ofrecido una relación institucional con quien represente a esa casa de estudios. La UATx, a través del rector, hizo lo propio. Fue una correcta decisión.

Los pleitos políticos, como en familia, deben ser en casa cuando se lava la ropa sucia. Pero Cuéllar asumió que su gobierno será prudente. De hecho, ha buscado a líderes políticos que apoyaron a Ávalos Zempoalteca y a personajes que ganaron a través de la alianza que ella encabezó.

Ella será, guste o no, la segunda mujer que gobernará la entidad, la primera fue Beatriz Paredes Rangel.

Cuéllar sabe que la UATx es una institución de respeto a nivel nacional. Que, a través de ella, puede concretar proyectos. La educación superior es la vía para alcanzar el éxito y el progreso, de ahí que es necesario mantener relaciones para lograrlo. Al tiempo

EPÍLOGO

1- El trabajo de la Coordinación Estatal de Protección Civil debería ser sometido a revisión. Las primeras lluvias demostraron que nunca se está preparado para enfrentar los embates de la Naturaleza. De entrada, sería bueno checar si los Atlas de Riesgo están bien diseñados para aplicarlos y actuar en casos de desastres naturales.