/ jueves 15 de septiembre de 2022

Valores democráticos

Dice la sociología que los seres humanos somos sociales por naturaleza; desde nuestros más antiguos antepasados hemos vivido en sociedad casi sin darnos cuenta y poco a poco se le ha ido restando importancia a la convivencia entre nosotros.

La evolución biológica y social del ser humano ha pasado por millones de años y su carácter social le ha permitido afrontar procesos de adaptación a la naturaleza de una manera organizada y con formas cada vez más complejas de organización social. Por ello, es fundamental la naturaleza social de los seres humanos; sin embargo, para que la convivencia sea ordenada y encuentre un beneficio común existen los valores.

Una vez que el ser humano evolucionó y empezó a organizarse socialmente, comenzó la organización política. A la cultura griega se le debe el concepto de democracia en su definición más sencilla “gobierno del pueblo por el pueblo”; es decir, la posibilidad que tenían las personas para tomar decisiones que interesaban a todos los integrantes de esa sociedad.

Actualmente, el concepto moderno de democracia es más complejo, implica no solo un sistema político, sino una forma de vida para el ser humano que incluye valores que promueven nuestra convivencia como sociedad y sin los cuales la democracia no sería viable.

Luis Salazar y José Woldenberg, en el cuaderno de divulgación “Principios y valores de la democracia”, señalan que conocer los valores democráticos permitirá a la ciudadanía comprender mejor el significado de los procesos electorales y, más aun, evaluarlos con objetividad.

Los autores mencionan que estos valores son el resultado de la evolución de las sociedades modernas y se conciben como los “presupuestos éticos y políticos que permiten considerar como superior a otras a esa fórmula de gobierno y organización política”. Estos valores, que debieran estar presentes en nuestro actuar cotidiano, en ocasiones se olvidan o se desconoce su significado y las consecuencias que tienen en nuestra sociedad; por ello, es muy importante conocerlos.

Algunos de los valores que se consideran en la democracia de nuestro país son la libertad, la igualdad, la justicia, el respeto, la participación, el pluralismo, la tolerancia, la honestidad, la solidaridad y la responsabilidad.

Todos ellos son la base de la convivencia social y política; entender que no todos pensamos igual y que existe diversidad de ideas y opiniones, nos permite ser tolerantes y respetuosos con los demás; saber que tenemos libertad para participar en las decisiones públicas nos acerca más a ejercer nuestros derechos políticos y electorales. Si cada quien hiciera lo que le corresponde con estos valores como base, nuestra sociedad evolucionaría.

Debemos ser congruentes entre lo que decimos y hacemos y conducirnos en todo momento con respeto, tolerancia, honestidad, solidaridad y responsabilidad; recordemos que, como adultos, estamos formando la ciudadanía del mañana y con ello el futuro no solo de nuestra sociedad, sino de la humanidad.

Recordemos que, como adultos, estamos formando la ciudadanía del mañana y con ello el futuro no solo de nuestra sociedad, sino de la humanidad.


Dice la sociología que los seres humanos somos sociales por naturaleza; desde nuestros más antiguos antepasados hemos vivido en sociedad casi sin darnos cuenta y poco a poco se le ha ido restando importancia a la convivencia entre nosotros.

La evolución biológica y social del ser humano ha pasado por millones de años y su carácter social le ha permitido afrontar procesos de adaptación a la naturaleza de una manera organizada y con formas cada vez más complejas de organización social. Por ello, es fundamental la naturaleza social de los seres humanos; sin embargo, para que la convivencia sea ordenada y encuentre un beneficio común existen los valores.

Una vez que el ser humano evolucionó y empezó a organizarse socialmente, comenzó la organización política. A la cultura griega se le debe el concepto de democracia en su definición más sencilla “gobierno del pueblo por el pueblo”; es decir, la posibilidad que tenían las personas para tomar decisiones que interesaban a todos los integrantes de esa sociedad.

Actualmente, el concepto moderno de democracia es más complejo, implica no solo un sistema político, sino una forma de vida para el ser humano que incluye valores que promueven nuestra convivencia como sociedad y sin los cuales la democracia no sería viable.

Luis Salazar y José Woldenberg, en el cuaderno de divulgación “Principios y valores de la democracia”, señalan que conocer los valores democráticos permitirá a la ciudadanía comprender mejor el significado de los procesos electorales y, más aun, evaluarlos con objetividad.

Los autores mencionan que estos valores son el resultado de la evolución de las sociedades modernas y se conciben como los “presupuestos éticos y políticos que permiten considerar como superior a otras a esa fórmula de gobierno y organización política”. Estos valores, que debieran estar presentes en nuestro actuar cotidiano, en ocasiones se olvidan o se desconoce su significado y las consecuencias que tienen en nuestra sociedad; por ello, es muy importante conocerlos.

Algunos de los valores que se consideran en la democracia de nuestro país son la libertad, la igualdad, la justicia, el respeto, la participación, el pluralismo, la tolerancia, la honestidad, la solidaridad y la responsabilidad.

Todos ellos son la base de la convivencia social y política; entender que no todos pensamos igual y que existe diversidad de ideas y opiniones, nos permite ser tolerantes y respetuosos con los demás; saber que tenemos libertad para participar en las decisiones públicas nos acerca más a ejercer nuestros derechos políticos y electorales. Si cada quien hiciera lo que le corresponde con estos valores como base, nuestra sociedad evolucionaría.

Debemos ser congruentes entre lo que decimos y hacemos y conducirnos en todo momento con respeto, tolerancia, honestidad, solidaridad y responsabilidad; recordemos que, como adultos, estamos formando la ciudadanía del mañana y con ello el futuro no solo de nuestra sociedad, sino de la humanidad.

Recordemos que, como adultos, estamos formando la ciudadanía del mañana y con ello el futuro no solo de nuestra sociedad, sino de la humanidad.