/ jueves 29 de septiembre de 2022

¿Ya no más partidos políticos?

Cada vez que se habla de una reforma político electoral en nuestro país, uno de los temas que sale a relucir es el número de partidos políticos; el debate dentro y fuera de la academia y sociedad civil se ha centrado en señalar que México tiene muchos partidos políticos y que eso tiene como consecuencia el aumento en el gasto del recurso público.

Los países con un sistema democrático representativo como el nuestro cuentan con un sistema de partidos políticos, que representan la competencia entre los institutos políticos por el poder público; esto es importante e interesante, porque nos permitirá conocer y comprender el papel fundamental de los partidos políticos para la consolidación de la democracia y por qué es necesario fomentar dicho sistema.

Existen posiciones a favor y en contra de que haya muchos partidos políticos; lo cierto es que nuestra ley electoral permite que la ciudadanía, en pleno goce de sus derechos políticos electorales, pueda agruparse para formar un partido político o pertenecer a alguno; y esto es un derecho que tenemos y como tal podemos ejercerlo o no; por tanto, la posibilidad de que haya nuevos partidos políticos está abierta, siempre y cuando se cumplan con los requisitos, plazos y procedimientos que establecen las propias leyes, para obtener y mantener el registro con todas las prerrogativas inherentes a los mismos.

Entre estas prerrogativas se encuentra el financiamiento público y privado para que puedan realizar sus actividades ordinarias y, en su caso, de obtención del voto o, lo que es lo mismo, para gastos de campaña; es en este punto donde el debate comienza, las cuestiones de los recursos públicos; sin embargo, es preciso hacer algunas reflexiones al respecto.

La ley electoral establece una fórmula matemática para determinar la cantidad total que se deberá distribuir a cada partido político; para ello, toma en cuenta el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) y el padrón electoral. Así, para establecer el monto total de dinero, se toma en cuenta el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral y este parámetro económico; estos dos elementos serán variables y, por tanto, el monto de financiamiento público será diferente cada año.

Tomemos como ejemplo el financiamiento público para la elección local de 2021, que fue de 82.8 millones de pesos; ese monto único, se distribuiría entre el total de los partidos políticos; y el número de partidos es secundario, porque esa cantidad no aumentará, aunque hubiere más partidos políticos. Lo que sí variará es la cantidad que se le asigna a cada partido y eso está definido también en la ley, y dependerá del número de votos que los partidos políticos hayan obtenido en la elección inmediata anterior, pero el monto total seguirá siendo el mismo. En síntesis, el hecho de que haya más partidos políticos no hace que el recurso otorgado aumente, como a veces se hace creer, pues el financiamiento total sigue siendo el mismo.

Es importante considerar algún otro elemento, y no solo el económico, para argumentar la desaparición o creación de los partidos políticos; será necesario tomar en cuenta el sistema electoral de cada país, el nivel de aceptación de los mismos o las consecuencias de los contrapesos o de lo que conocemos como “la oposición”; también es preciso mirar a otros países y si es o no determinante el número de partidos político en estos para lograr consolidar la democracia.

Según los datos de las páginas web oficiales, de las autoridades electorales de diversos países podemos observar la diversidad de opciones políticas; por ejemplo, Colombia tiene trece partidos políticos, Brasil treinta y dos, Canadá veinte, en las elecciones de 2017 de Alemania participaron cuarenta y dos partidos y China tiene un partido y la cooperación de ocho más, Estados Unidos tiene dos y México actualmente tiene siete partidos político nacionales.

¿Son muchos? Desde mi punto de vista, eso dependerá de la forma de gobierno, la calidad de la ciudadanía, los valores democráticos, aspectos geográficos y demográficos, entre otros. Me parece que lo importante no es la cantidad, sino que haya definición de ideologías y sean fieles a sus principios para que la ciudadanía, en ese abanico de opciones, pocas o muchas, cuente con la posibilidad de elegir el instituto político con el que se identifique, que sus candidaturas concuerden con sus principios y sea capaz de, en la pluralidad, identificarse como distinto, para así contribuir al equilibrio político para beneficio del país.


Cada vez que se habla de una reforma político electoral en nuestro país, uno de los temas que sale a relucir es el número de partidos políticos; el debate dentro y fuera de la academia y sociedad civil se ha centrado en señalar que México tiene muchos partidos políticos y que eso tiene como consecuencia el aumento en el gasto del recurso público.

Los países con un sistema democrático representativo como el nuestro cuentan con un sistema de partidos políticos, que representan la competencia entre los institutos políticos por el poder público; esto es importante e interesante, porque nos permitirá conocer y comprender el papel fundamental de los partidos políticos para la consolidación de la democracia y por qué es necesario fomentar dicho sistema.

Existen posiciones a favor y en contra de que haya muchos partidos políticos; lo cierto es que nuestra ley electoral permite que la ciudadanía, en pleno goce de sus derechos políticos electorales, pueda agruparse para formar un partido político o pertenecer a alguno; y esto es un derecho que tenemos y como tal podemos ejercerlo o no; por tanto, la posibilidad de que haya nuevos partidos políticos está abierta, siempre y cuando se cumplan con los requisitos, plazos y procedimientos que establecen las propias leyes, para obtener y mantener el registro con todas las prerrogativas inherentes a los mismos.

Entre estas prerrogativas se encuentra el financiamiento público y privado para que puedan realizar sus actividades ordinarias y, en su caso, de obtención del voto o, lo que es lo mismo, para gastos de campaña; es en este punto donde el debate comienza, las cuestiones de los recursos públicos; sin embargo, es preciso hacer algunas reflexiones al respecto.

La ley electoral establece una fórmula matemática para determinar la cantidad total que se deberá distribuir a cada partido político; para ello, toma en cuenta el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) y el padrón electoral. Así, para establecer el monto total de dinero, se toma en cuenta el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral y este parámetro económico; estos dos elementos serán variables y, por tanto, el monto de financiamiento público será diferente cada año.

Tomemos como ejemplo el financiamiento público para la elección local de 2021, que fue de 82.8 millones de pesos; ese monto único, se distribuiría entre el total de los partidos políticos; y el número de partidos es secundario, porque esa cantidad no aumentará, aunque hubiere más partidos políticos. Lo que sí variará es la cantidad que se le asigna a cada partido y eso está definido también en la ley, y dependerá del número de votos que los partidos políticos hayan obtenido en la elección inmediata anterior, pero el monto total seguirá siendo el mismo. En síntesis, el hecho de que haya más partidos políticos no hace que el recurso otorgado aumente, como a veces se hace creer, pues el financiamiento total sigue siendo el mismo.

Es importante considerar algún otro elemento, y no solo el económico, para argumentar la desaparición o creación de los partidos políticos; será necesario tomar en cuenta el sistema electoral de cada país, el nivel de aceptación de los mismos o las consecuencias de los contrapesos o de lo que conocemos como “la oposición”; también es preciso mirar a otros países y si es o no determinante el número de partidos político en estos para lograr consolidar la democracia.

Según los datos de las páginas web oficiales, de las autoridades electorales de diversos países podemos observar la diversidad de opciones políticas; por ejemplo, Colombia tiene trece partidos políticos, Brasil treinta y dos, Canadá veinte, en las elecciones de 2017 de Alemania participaron cuarenta y dos partidos y China tiene un partido y la cooperación de ocho más, Estados Unidos tiene dos y México actualmente tiene siete partidos político nacionales.

¿Son muchos? Desde mi punto de vista, eso dependerá de la forma de gobierno, la calidad de la ciudadanía, los valores democráticos, aspectos geográficos y demográficos, entre otros. Me parece que lo importante no es la cantidad, sino que haya definición de ideologías y sean fieles a sus principios para que la ciudadanía, en ese abanico de opciones, pocas o muchas, cuente con la posibilidad de elegir el instituto político con el que se identifique, que sus candidaturas concuerden con sus principios y sea capaz de, en la pluralidad, identificarse como distinto, para así contribuir al equilibrio político para beneficio del país.