/ miércoles 15 de julio de 2020

Visión Empresarial | Gobierno y sector privado deben trabajar juntos

El acelerado deterioro de la situación laboral obliga al trabajo conjunto entre los representantes de los tres niveles de gobierno y la iniciativa privada. De no ser así, la pérdida de empleos formales seguirá creciendo y cada día, las personas desempleadas optarán por la informalidad, perdiendo con ello las prestaciones sociales como el acceso a la vivienda, la salud y la pensión.

Minuto a minuto, la situación se agrava: cierran miles de empresas, millones de personas se quedan sin empleo, aumenta aceleradamente la informalidad, y la gente no encuentra trabajos de tiempo completo.

Ante este panorama desolador, la Coparmex reitera que hay salidas. Que es posible trabajar con los tres niveles de Gobierno para frenar el acelerado deterioro laboral y comenzar a trabajar en la recuperación económica.

Es momento de cesar la polarización social y apoyar a que conserven su empleo los que aún lo tienen, a que recuperen su trabajo los que lo perdieron y a que mejoren sus condiciones los que han sufrido la precarización laboral. Sí, hay salidas.

Si el Gobierno Federal mantiene su política de no apoyar el empleo en las empresas, estimamos dos escenarios: el positivo señala un millón 300 mil empleos perdidos y el negativo un millón 800 mil.

De acuerdo con cifras del Inegi, la crisis agravará el problema de la informalidad. Al no existir oportunidades en los empleos formales, los trabajadores tendrán que optar por el empleo informal. Nada más en mayo de este año, 1.9 millones de personas se sumaron a este tipo de empleo precario.

Se calcula que la pobreza laboral (que implica que el sueldo es menor al costo de la canasta básica) pasó de 39 por ciento a 58 por ciento de la población. Veintitrés millones de personas más se encuentran en esta situación.

Para enfrentar la crisis, Coparmex ha diseñado y presentado al Gobierno Federal y a la opinión pública una serie de instrumentos que pueden ayudar de forma concreta a frenar la pérdida de empleos y a la necesaria recuperación de la economía. Estos instrumentos (Salario Solidario, Seguro Solidario y Bono Solidario) los englobamos en el concepto Remedios Solidarios, fórmulas de colaboración entre el Gobierno Federal y la Iniciativa Privada y que estimamos que el costo total para implementar la estrategia sería de 204 mil millones de pesos. Un poco menos que el uno por ciento del PIB.

El Salario Solidario es una colaboración entre el Gobierno, los patrones y los trabajadores para proteger el empleo formal. Cada trabajador recibe un sueldo igual o menor al que tenía y éste está compuesto, a partes iguales, de una aportación de la empresa y otra del gobierno. El Salario Solidario protege el empleo de aquellos trabajadores formales que laboran en una empresa que, debido a las restricciones sanitarias, no ha podido retomar sus operaciones.

Desde el comienzo de la crisis, más de un millón de trabajadores formales han perdido su empleo. La pérdida de ingresos laborales se traduce de forma inmediata en pobreza. El Seguro Solidario permite al trabajador desempleado cumplir con las restricciones sanitarias, cuidar su salud y la de sus familias. Consiste en un apoyo equivalente a un salario mínimo general ($3 mil 746 pesos) para todos los trabajadores formales que hayan perdido su empleo.

El Bono Solidario es un incentivo para la contratación de empleo formal. Después de una crisis, el proceso de recuperación del empleo formal es muy complejo. Luego de la crisis del 2009, nos tomó una década regresar a los niveles de contratación que teníamos previos a la crisis.

Una de las peores consecuencias de las crisis económicas es el desempleo y la precarización de las condiciones laborales, lo que deriva en la informalidad. Desafortunadamente, los datos reportados por el Inegi muestran que esta crisis agravará este problema. Por ello, urgimos la implementación de #RemediosSolidarios que permitan evitar una crisis estructural y de largo plazo en el mercado laboral mexicano.

El acelerado deterioro de la situación laboral obliga al trabajo conjunto entre los representantes de los tres niveles de gobierno y la iniciativa privada. De no ser así, la pérdida de empleos formales seguirá creciendo y cada día, las personas desempleadas optarán por la informalidad, perdiendo con ello las prestaciones sociales como el acceso a la vivienda, la salud y la pensión.

Minuto a minuto, la situación se agrava: cierran miles de empresas, millones de personas se quedan sin empleo, aumenta aceleradamente la informalidad, y la gente no encuentra trabajos de tiempo completo.

Ante este panorama desolador, la Coparmex reitera que hay salidas. Que es posible trabajar con los tres niveles de Gobierno para frenar el acelerado deterioro laboral y comenzar a trabajar en la recuperación económica.

Es momento de cesar la polarización social y apoyar a que conserven su empleo los que aún lo tienen, a que recuperen su trabajo los que lo perdieron y a que mejoren sus condiciones los que han sufrido la precarización laboral. Sí, hay salidas.

Si el Gobierno Federal mantiene su política de no apoyar el empleo en las empresas, estimamos dos escenarios: el positivo señala un millón 300 mil empleos perdidos y el negativo un millón 800 mil.

De acuerdo con cifras del Inegi, la crisis agravará el problema de la informalidad. Al no existir oportunidades en los empleos formales, los trabajadores tendrán que optar por el empleo informal. Nada más en mayo de este año, 1.9 millones de personas se sumaron a este tipo de empleo precario.

Se calcula que la pobreza laboral (que implica que el sueldo es menor al costo de la canasta básica) pasó de 39 por ciento a 58 por ciento de la población. Veintitrés millones de personas más se encuentran en esta situación.

Para enfrentar la crisis, Coparmex ha diseñado y presentado al Gobierno Federal y a la opinión pública una serie de instrumentos que pueden ayudar de forma concreta a frenar la pérdida de empleos y a la necesaria recuperación de la economía. Estos instrumentos (Salario Solidario, Seguro Solidario y Bono Solidario) los englobamos en el concepto Remedios Solidarios, fórmulas de colaboración entre el Gobierno Federal y la Iniciativa Privada y que estimamos que el costo total para implementar la estrategia sería de 204 mil millones de pesos. Un poco menos que el uno por ciento del PIB.

El Salario Solidario es una colaboración entre el Gobierno, los patrones y los trabajadores para proteger el empleo formal. Cada trabajador recibe un sueldo igual o menor al que tenía y éste está compuesto, a partes iguales, de una aportación de la empresa y otra del gobierno. El Salario Solidario protege el empleo de aquellos trabajadores formales que laboran en una empresa que, debido a las restricciones sanitarias, no ha podido retomar sus operaciones.

Desde el comienzo de la crisis, más de un millón de trabajadores formales han perdido su empleo. La pérdida de ingresos laborales se traduce de forma inmediata en pobreza. El Seguro Solidario permite al trabajador desempleado cumplir con las restricciones sanitarias, cuidar su salud y la de sus familias. Consiste en un apoyo equivalente a un salario mínimo general ($3 mil 746 pesos) para todos los trabajadores formales que hayan perdido su empleo.

El Bono Solidario es un incentivo para la contratación de empleo formal. Después de una crisis, el proceso de recuperación del empleo formal es muy complejo. Luego de la crisis del 2009, nos tomó una década regresar a los niveles de contratación que teníamos previos a la crisis.

Una de las peores consecuencias de las crisis económicas es el desempleo y la precarización de las condiciones laborales, lo que deriva en la informalidad. Desafortunadamente, los datos reportados por el Inegi muestran que esta crisis agravará este problema. Por ello, urgimos la implementación de #RemediosSolidarios que permitan evitar una crisis estructural y de largo plazo en el mercado laboral mexicano.