/ miércoles 20 de enero de 2021

Visión Empresarial | Lo que se espera para el 2021

Los tres años iniciales del actual Gobierno federal muestran resultados económicos que no se habían tenido en los últimos 86 años, lo anterior con base en las recientes cifras y proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

La crisis de 2020 se liga con el deterioro visto en 2019, cuando el PIB también decreció, mientras que para 2021 la Cepal anticipa una recuperación del 3.8 por ciento. De esta manera, entre 2019 y 2021 la economía mexicana habrá acumulado una contracción de (-) 5.5 por ciento, según los datos del organismo.

Para México, esto significa que durante el sexenio de López Obrador, que concluye en 2024, el crecimiento económico podría ser nulo. Incluso si el país no crece a tasas de al menos 1.8 por ciento entre 2022 y 2024 el saldo sexenal económico sería negativo.

La pandemia por causa del Covid-19 tomó a México con una economía debilitada y en recesión. En 2019, se registró una contracción del (-) 0.1 por ciento. Era la primera vez que esto ocurría en diez años.

La inversión se encontraba deprimida ante una disminución de la confianza empresarial. Desde noviembre de 2018, la Inversión Fija Bruta (indicador que mide la confianza y expectativas para invertir) mostró caídas anuales consecutivas. En noviembre de 2019, la confianza empresarial de los tres sectores que mide el Inegi (construcción, manufactura y comercio) exhibía ya niveles pesimistas (13 meses seguidos). Por su parte, el sector construcción acumula 26 meses con el mismo escenario desde noviembre de 2018.

En materia de empleo fue nula la generación. En 2019 se crearon 342,077 empleos formales, esto es 50% menos de los datos registrados en 2018 y 26 por ciento menos de lo visto en el primer año del sexenio anterior (2013).

En general, la situación previa a la pandemia se caracterizaba ya por un marcado deterioro económico y un ambiente anti empresarial desde el Gobierno federal visible en múltiples cambios de reglas, bloqueo de permisos para la inversión privada y falta de certidumbre jurídica.

Es así que una vez decretada la emergencia y con la suspensión a la actividad en la mayoría de los sectores productivos, sin medidas efectivas de alivio ni estímulos fiscales, la crisis que ya vivía el país, se acentuó. Por lo que el cumplimiento del cierre en todas las unidades económicas es muy relativo, ya que mientras la actividad formal se ve obligada a parar, gran parte de la economía informal sigue con su actividad.

Es menester aprender de la experiencia vivida a lo largo del primer tercio de este sexenio para impulsar una nueva estrategia. Perseverar en la ausencia de una política económica contra cíclica, la adopción de una irracional austeridad, la creación de un ambiente anti empresarial y la negación de una de las peores crisis económicas de la historia de México, sólo tendrá como consecuencia mayor pobreza, más desempleo, la quiebra de millones de micro, pequeños y medianos negocios, y la condena al país a padecer una recuperación larga y dolorosa.

El escenario para 2021 es adverso pero podría tornarse positivo si desde el gobierno se actúa con sensatez, sin populismo ni oportunismo, y con visión de largo plazo.

La implementación de los #RemediosSolidarios que ha propuesto la Coparmex, estímulos fiscales, así como el impulso al Estado de Derecho y un exitoso Plan de vacunación podrían hacer del presente año, uno de quiebre, un año de inflexión.

Nuestro llamado es a que, pese a que será un año en el que se vivirá un proceso electoral, sin filias ni fobias ideológicas o políticas, trabajemos de la mano entre autoridades y sector empresarial para sacar a México adelante.

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala.

Los tres años iniciales del actual Gobierno federal muestran resultados económicos que no se habían tenido en los últimos 86 años, lo anterior con base en las recientes cifras y proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

La crisis de 2020 se liga con el deterioro visto en 2019, cuando el PIB también decreció, mientras que para 2021 la Cepal anticipa una recuperación del 3.8 por ciento. De esta manera, entre 2019 y 2021 la economía mexicana habrá acumulado una contracción de (-) 5.5 por ciento, según los datos del organismo.

Para México, esto significa que durante el sexenio de López Obrador, que concluye en 2024, el crecimiento económico podría ser nulo. Incluso si el país no crece a tasas de al menos 1.8 por ciento entre 2022 y 2024 el saldo sexenal económico sería negativo.

La pandemia por causa del Covid-19 tomó a México con una economía debilitada y en recesión. En 2019, se registró una contracción del (-) 0.1 por ciento. Era la primera vez que esto ocurría en diez años.

La inversión se encontraba deprimida ante una disminución de la confianza empresarial. Desde noviembre de 2018, la Inversión Fija Bruta (indicador que mide la confianza y expectativas para invertir) mostró caídas anuales consecutivas. En noviembre de 2019, la confianza empresarial de los tres sectores que mide el Inegi (construcción, manufactura y comercio) exhibía ya niveles pesimistas (13 meses seguidos). Por su parte, el sector construcción acumula 26 meses con el mismo escenario desde noviembre de 2018.

En materia de empleo fue nula la generación. En 2019 se crearon 342,077 empleos formales, esto es 50% menos de los datos registrados en 2018 y 26 por ciento menos de lo visto en el primer año del sexenio anterior (2013).

En general, la situación previa a la pandemia se caracterizaba ya por un marcado deterioro económico y un ambiente anti empresarial desde el Gobierno federal visible en múltiples cambios de reglas, bloqueo de permisos para la inversión privada y falta de certidumbre jurídica.

Es así que una vez decretada la emergencia y con la suspensión a la actividad en la mayoría de los sectores productivos, sin medidas efectivas de alivio ni estímulos fiscales, la crisis que ya vivía el país, se acentuó. Por lo que el cumplimiento del cierre en todas las unidades económicas es muy relativo, ya que mientras la actividad formal se ve obligada a parar, gran parte de la economía informal sigue con su actividad.

Es menester aprender de la experiencia vivida a lo largo del primer tercio de este sexenio para impulsar una nueva estrategia. Perseverar en la ausencia de una política económica contra cíclica, la adopción de una irracional austeridad, la creación de un ambiente anti empresarial y la negación de una de las peores crisis económicas de la historia de México, sólo tendrá como consecuencia mayor pobreza, más desempleo, la quiebra de millones de micro, pequeños y medianos negocios, y la condena al país a padecer una recuperación larga y dolorosa.

El escenario para 2021 es adverso pero podría tornarse positivo si desde el gobierno se actúa con sensatez, sin populismo ni oportunismo, y con visión de largo plazo.

La implementación de los #RemediosSolidarios que ha propuesto la Coparmex, estímulos fiscales, así como el impulso al Estado de Derecho y un exitoso Plan de vacunación podrían hacer del presente año, uno de quiebre, un año de inflexión.

Nuestro llamado es a que, pese a que será un año en el que se vivirá un proceso electoral, sin filias ni fobias ideológicas o políticas, trabajemos de la mano entre autoridades y sector empresarial para sacar a México adelante.

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala.