/ miércoles 6 de octubre de 2021

Visión Empresarial | Los monopolios empobrecen más a los pobres

El sector empresarial está atento a la evolución legislativa que sigue la reciente iniciativa de reforma constitucional sobre el sector eléctrico presentada por el Ejecutivo Federal. Por lo que de entrada, no coincidimos con dicha iniciativa por ser contraria al bienestar de los consumidores de electricidad y al limitar la competitividad que es esencial para el desarrollo social y económico del país.

Coincidimos en la importancia de continuar fortaleciendo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en beneficio del pueblo de México, aunque estamos convencidos de que la mejor forma de consolidar al sector energético en México es a través de la creciente colaboración entre los diferentes actores, sean públicos o privados, mediante una participación integral y no excluyente.

La inversión que el sector privado aporta al sector energético es y será determinante para abastecer de energía a los hogares mexicanos y a los negocios que activan la economía de este país, y que a su vez, incentiva el desarrollo social. Para que las familias paguen menos por sus gasolinas, gas y, en este caso, electricidad, es necesario que haya más competidores y mayor oferta. Los monopolios empobrecen más a los pobres. Esta iniciativa cierra la puerta a la competencia y es un hecho que, de aprobarse en el corto plazo, generará desabasto, apagones y tarifas cada vez más caras para las familias mexicanas.

Por otra parte, la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), y la reincorporación del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) a la CFE tendrá como resultado la eliminación de la competencia, aumentará las ineficiencias en el Mercado Eléctrico, ya que la CRE tiene la función crítica de establecer reglas claras y promover la certeza legal y regulatoria en el mercado energético como un ente autónomo desligado de los ciclos políticos. Para ello, cuenta con instrumentos relevantes: otorgar permisos, establecer reglas de participación, publicitar información, establecer tarifas, entre otros. Además, en el T-MEC, México se obliga a mantener organismos reguladores autónomos que brinden la certidumbre necesaria para la participación privada en los sectores estratégicos.

Estamos convencidos que la libre competencia promueve también la competitividad, y que esta deriva en más y mejores opciones de productos y servicios que se ajustan a las diversas necesidades de los habitantes del país.

Debemos considerar también la importancia de la cancelación de los Certificados de Energías Limpias (CEL) lo cual se contrapone a compromisos adquiridos por México a través del Acuerdo de París para no poner en riesgo el medio ambiente al que tenemos derechos las generaciones presentes y futuras de mexicanos. Cancelar estos instrumentos podrá modificar los retornos de las inversiones realizadas por el sector privado, tanto las empresas ya instaladas, como las que se encuentran en desarrollo.

Además, de aprobarse esta reforma constitucional, México apostaría a las energías sucias, que atentan contra el medio ambiente y sus costos para el consumidor final, son más elevados.

Es importante que se establezca un marco regulatorio claro, justo, e imparcial que dé certidumbre a los participantes en el sector, que contribuya al cumplimiento de las metas de sustentabilidad y los compromisos ambientales adquiridos en foros y convenios internacionales. Con ello, se debe privilegiar un mercado eléctrico competitivo y abierto que ayude a fortalecer a las empresas que en él participan, incluida la CFE, en beneficio de todos los consumidores y del pueblo de México.

Desde la COPARMEX apoyaremos para que, tanto el sector público como el privado se fortalezcan y por ello, sólo respaldaremos aquellas iniciativas que tengan como propósito fortalecer la economía, la prosperidad y el Estado de Derecho.

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala

El sector empresarial está atento a la evolución legislativa que sigue la reciente iniciativa de reforma constitucional sobre el sector eléctrico presentada por el Ejecutivo Federal. Por lo que de entrada, no coincidimos con dicha iniciativa por ser contraria al bienestar de los consumidores de electricidad y al limitar la competitividad que es esencial para el desarrollo social y económico del país.

Coincidimos en la importancia de continuar fortaleciendo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en beneficio del pueblo de México, aunque estamos convencidos de que la mejor forma de consolidar al sector energético en México es a través de la creciente colaboración entre los diferentes actores, sean públicos o privados, mediante una participación integral y no excluyente.

La inversión que el sector privado aporta al sector energético es y será determinante para abastecer de energía a los hogares mexicanos y a los negocios que activan la economía de este país, y que a su vez, incentiva el desarrollo social. Para que las familias paguen menos por sus gasolinas, gas y, en este caso, electricidad, es necesario que haya más competidores y mayor oferta. Los monopolios empobrecen más a los pobres. Esta iniciativa cierra la puerta a la competencia y es un hecho que, de aprobarse en el corto plazo, generará desabasto, apagones y tarifas cada vez más caras para las familias mexicanas.

Por otra parte, la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), y la reincorporación del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) a la CFE tendrá como resultado la eliminación de la competencia, aumentará las ineficiencias en el Mercado Eléctrico, ya que la CRE tiene la función crítica de establecer reglas claras y promover la certeza legal y regulatoria en el mercado energético como un ente autónomo desligado de los ciclos políticos. Para ello, cuenta con instrumentos relevantes: otorgar permisos, establecer reglas de participación, publicitar información, establecer tarifas, entre otros. Además, en el T-MEC, México se obliga a mantener organismos reguladores autónomos que brinden la certidumbre necesaria para la participación privada en los sectores estratégicos.

Estamos convencidos que la libre competencia promueve también la competitividad, y que esta deriva en más y mejores opciones de productos y servicios que se ajustan a las diversas necesidades de los habitantes del país.

Debemos considerar también la importancia de la cancelación de los Certificados de Energías Limpias (CEL) lo cual se contrapone a compromisos adquiridos por México a través del Acuerdo de París para no poner en riesgo el medio ambiente al que tenemos derechos las generaciones presentes y futuras de mexicanos. Cancelar estos instrumentos podrá modificar los retornos de las inversiones realizadas por el sector privado, tanto las empresas ya instaladas, como las que se encuentran en desarrollo.

Además, de aprobarse esta reforma constitucional, México apostaría a las energías sucias, que atentan contra el medio ambiente y sus costos para el consumidor final, son más elevados.

Es importante que se establezca un marco regulatorio claro, justo, e imparcial que dé certidumbre a los participantes en el sector, que contribuya al cumplimiento de las metas de sustentabilidad y los compromisos ambientales adquiridos en foros y convenios internacionales. Con ello, se debe privilegiar un mercado eléctrico competitivo y abierto que ayude a fortalecer a las empresas que en él participan, incluida la CFE, en beneficio de todos los consumidores y del pueblo de México.

Desde la COPARMEX apoyaremos para que, tanto el sector público como el privado se fortalezcan y por ello, sólo respaldaremos aquellas iniciativas que tengan como propósito fortalecer la economía, la prosperidad y el Estado de Derecho.

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala